A los 69, Mercedes Morán se pondrá en la piel de una abuela de Plaza de Mayo y se sincera al contar cómo vive el paso del tiempo: "No trae sólo sabiduría, también limitaciones" – GENTE Online
 

A los 69, Mercedes Morán se pondrá en la piel de una abuela de Plaza de Mayo y se sincera al contar cómo vive el paso del tiempo: "No trae sólo sabiduría, también limitaciones"

La actriz, que protagoniza la película La búsqueda de Martina, también habla con GENTE sobre sus recuerdos familiares, su red afectiva sólida y su mirada crítica del contexto político actual de la Argentina.
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Con calma y una claridad deslumbrante, Mercedes Morán habla con la misma sensibilidad, profundidad y lucidez que la convirtió en una de las actrices más respetadas de la Argentina. A sus 69 años, se atreve a mencionar las limitaciones que trae el paso del tiempo y se refiere, sin dramatismos, a la "batalla perdida" de resistirse a envejecer.

En tanto, utiliza en otras ocasiones el término de resistencia, pero para referirse a su último trabajo audiovisual en el que preponderan la memoria y el amor como actos profundamente políticos.

En La búsqueda de Martina, película que protagoniza y es dirigida por la brasileña Marcia Faria, se pone en la piel de una abuela que, mientras enfrenta un diagnóstico de Alzheimer, decide emprender un viaje urgente y conmovedor en busca de su nieto, apropiado durante la última dictadura militar argentina. Una historia que, sin proponérselo, también la llevó a mirar hacia adentro y remover uno de sus momentos más personales con su madre.

Lejos de encasillarse, Morán se permite hablar de todo: de su rol como madre y abuela, de la red afectiva que la contiene y del presente político argentino. Con honestidad, pero con mucha seguridad en sus palabras, y sin discursos prefabricados, reflexiona sobre las conquistas que considera que están en riesgo, el valor de la memoria y las distintas formas de resistencia cultural que atraviesan su vida y su trabajo.

Mercedes Morán en la tapa de GENTE.

"La búsqueda de Martina", un trabajo que la llevó a recordar un momento muy personal

Para componer a una abuela que lucha contra el olvido, Mercedes no necesitó ir muy lejos: se basó en el recuerdo de su propia madre en los últimos años de vida. Es que la actriz se permitió construir desde la experiencia, sin solemnidad, pero con total entrega.

—¿Cómo sentiste interpretar este nuevo personaje?

—Interpretar a una abuela de Plaza de Mayo... Para mí son mujeres muy inspiradoras y referenciales. Es una historia tan original para hablar de la necesidad de mantener activa la memoria y de derrotar el negacionismo. Es bueno desde todo punto de vista. 

—Lo curioso es que esta propuesta llega desde el extranjero, ¿no?

—Como mujer, persona y ciudadana me dio mucha alegría darme cuenta que esta gesta que han hecho y hacen las abuelas desde hace tanto tiempo es vista desde otros lugares de todo mundo.

—Y la propuesta es muy particular...

—Es una película muy sensible y conmovedora. Trata de una abuela que recibe la noticia de que probablemente este nieto que está buscando hace años haya sido encontrado en Brasil. Ella fue diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer hace poco y lucha contra el tiempo antes de perder la memoria. Es por eso que desobedece todos los protocolos para mandarse sola a un país desconocido con un lenguaje que no maneja. Todo esto se suma al dramatismo de la búsqueda.

Mercedes Morán, sonriente, durante la producción con GENTE.

—¿Te comunicaste con alguna abuela o madre de Plaza de Mayo para componer tu personaje?

—No lo hice porque este personaje no sigue los protocolos de ellas. En caso de haber sido así, en el afán de no equivocarnos, hubiéramos recurrido a ellas. Es algo completamente ficcional. Por eso, con toda la responsabilidad, decidí liberarme de esa información.

—¿Cómo te preparaste para interpretar a una persona con enfermedad de Alzheimer?

—Traté de estudiar bastante sobre las características de esta enfermedad. Queríamos trabajar esta dualidad entre una mujer fuerte que lleva a cabo una búsqueda tan grosa atravesada de una enfermedad que la vuelve muy vulnerable. Ese período de la enfermedad en el que te perdés, volvés y tomás consciencia de lo que te estás perdiendo...

—¿Con qué te encontraste cuando te interiorizaste en esto? 

—Yo había estado muy atravesada por el tema. Mi madre, muy longeva, que no sufrió Alzheimer, pero en sus últimas épocas tenía una senilidad que le hacía preguntarme todos los días quién era yo... 

—Qué fuerte interpretar un personaje que te haya llevado a ese momento tan personal.

—Sí, porque estos procesos son muy difíciles tanto para quien lo padece como para las personas que están a su alrededor. Antes de saber que lo tenía que hacer para una película, fue un ejercicio que hice para comprender a mi madre.

Mercedes Morán asegura que La búsqueda de Martina es una película "sensible y conmovedora".

—Esta película tranquilamente la podría haber dirigido una persona argentina, ¿por qué creés que llegó esta propuesta desde Brasil?

—Lo primero que me llamó la atención fue por qué una mujer brasileña se interesaba por esta historia. Yo a Marcia la conocía porque fue asistente de dirección cuando hice Diarios de motocicleta. Empatizamos muy bien y me sentí muy feliz de que pensara de que podía llevar a cabo esta historia. Con ella trazamos todo el arco de la película y mostramos el acompañamiento entre mujeres. Son estas redes que armamos. Si bien el personaje se corre de la red de las abuelas, cuenta con la red de sus amigas que la van a darle su ayuda.

"La resistencia cultural" y un análisis del presente de la Argentina

Con una mirada crítica pero esperanzada, Morán no esquiva los temas políticos. Sin dar nombres ni entrar en grandes polémicas, habla del negacionismo, de la pérdida de derechos y de la importancia de seguir contando historias. Para ella, el cine también puede ser un acto de resistencia.

—Antes hablabas del negacionismo de esta época respecto a las temáticas de derechos humanos, ¿cómo creés que va a impactar esta historia en este momento del país?

—Es una película pequeña y de autor. No está sostenida por las grandes plataformas y no sé qué camino hará en la Argentina. Espero que dure en las salas de cines el mayor tiempo posible. Es una película muy tierna y conmovedora. Habla de la memoria y del amor. Yo creo que el motor de la búsqueda de las abuelas y madres son sus hijos y nietos. Yo creo que cualquier mujer que haya tenido una experiencia cercana a la maternidad puede entender las cosas que las mueven. Esto va más allá de las campañas de desprestigio que están sufriendo los organismos de derechos humanos.

Morán siente que su nuevo filme es "una resistencia cultural".

—¿Es una pequeña revancha para los tiempos que corren?

—Más que una revancha es una resistencia cultural. En Brasil, que es en sí mismo un mercado enorme, la película tiene grandes expectativas. Creo después del gobierno de Bolsonaro aparece esta necesidad de directores y directoras brasileñas de revisar algunos momentos del pasado que nos ayudan a construir un futuro más feliz.

—¿Creés que eventualmente pueda pasar algo así en la Argentina?

—Seguramente...

—¿Creés que acá está perdida la batalla cultural?

—Y... En este momento no estamos ganando claramente. Creo profundamente en la resiliencia y en la fortaleza. Son etapas que trascienden a este país. Es un momento del mundo. Todo es cíclico. Lo que apena es que hay tantas conquistas que han llevado tanto tiempo, sobre todo para las mujeres, se borren. Yo creo en la memoria. Mirá lo que está pasando con El Eternauta en un momento como éste. No tiene que ver con un cine militante. Tiene que ver con una resistencia cultural de seguir contando las cosas que nos parecen interesantes de contar para construir un futuro más feliz.

De su "familia elegida" al disfrute del "abuelazgo": Mercedes Morán habla de la red que la sostiene

A lo largo de la charla, la actriz destaca el valor de los afectos y de las redes que sostienen a las personas a lo largo del tiempo. Habla con ternura de sus hijas: Mercedes y María, nacidas de su relación con Oscar Scápola, y Manuela, hija de su matrimonio con Oscar Martínez. Además, se refiere con una tremenda alegría sobre sus cuatro nietos y de esos amigos que eligió como familia.

Morán cuenta que tiene "una red de amigos" que es la familia que eligió.

—Contabas previamente que el personaje de Martina se apoya en una red de amigas, ¿cuál es tu red a tus 69 años?

—Tengo una familia dentro de todo convencional, pero también tengo una red de amigos que sostengo y mantengo desde hace muchos años porque son mi familia elegida. Yo siempre fui muy creyente de que lo que nos vendían como familia convencional quedaba muy pequeño para el amor y el afecto. Creo mucho en esas redes de la familia elegida donde podés relajar.

—Además tenés tu familia de sangre...

—Soy madre de tres hijas, abuela de cuatro nietos... ¡Son mi vida! Estoy rodeada de tres hijas mujeres y he construido un continente femenino. En cuanto a nietos tengo tres mujeres y un varón.... ¡Seguimos ganando las mujeres! (risas).

—Nombrás a tus nietos y se te dibuja una sonrisa en la cara... ¿Compartís con ellos tus trabajos?

—La verdad que no. A veces tienen que interactuar porque estoy con ellos en algún paseo en lugares públicos y ven el reconocimiento de la gente. Ellos están atravesados por esa realidad. Trato en mi casa y mi familia de dejar a la actriz afuera. En el mejor sentido me utilizan para conseguir entradas para recitales o sacarse una foto con alguien que les gusta.

"Disfruto mucho del abuelazgo", sostiene Morán, quien tiene tres nietas y un nieto.

—¿Te llevás bien con el rol de abuela?

—Disfruto mucho el abuelazgo. Es un regalo que me han hecho mis hijas por el que voy a estar agradecida todo lo que me quede de vida. Los nietos son esas cosas maravillosa. Es el amor que vuelve a vos cuando tus hijos ya están grandes. Los niños vuelven a mirarte como una diosa... Disfruto mucho. Agradezco a la vida que me haya dado esta oportunidad de tener nietos de diferentes edades. Lo que que se comparte con uno difiere completamente del otro.

—¿Compartís con ellos sus consumos culturales?

—¡Sí! Les pido playlist... Por un lado es para tener conexión con ellos y, por otro, para estar en onda porque con eso saco chapa con mis amigas (risas). Ellas me ven y me dicen: "Ay, qué moderna". 

Mercedes Morán habla de las "limitaciones" que le trajo el paso del tiempo

Años atrás Mercedes Morán confesó que dejarse el pelo blanco por sus canas le parecía "elegantísimo" y se convirtió en una defensora de la aceptación del paso del tiempo. Sin negar los efectos de los años, la actriz habla del envejecimiento con una mezcla de aceptación, ironía y orgullo.

—Estás cerca de cumplir 70 años, ¿te importa el cambio de década?

—No es que no me importe... Me parece que resistirse al paso del tiempo es una batalla perdida. Como actriz tengo que envejecer públicamente frente a cámara y no es lo más lindo...

—Pero de repente te permite hacer este personaje en una linda película...

—Sí, por eso creo que tengo mucha suerte. A mí me convocan para hacer todo tipo de personajes. No tengo problema en hacer a personas más grandes que yo. No estoy atrapada por el verme, guapa, linda...

Morán, durante la entrevista con GENTE.

—O sea, no te ofende que te llamen para hacer de abuela...

—Para nada. Agradezco que me sigan llamando para protagonizar historias. Me parece que es algo bastante nuevo.  Creo que la aparición de directoras mujeres promueve que se cuenten historias de mujeres de distintas mujeres. Fijate que en el teatro clásico las protagonistas son mujeres más grandes. Había un valor que se le daba a la experiencia. Después se creó un pensamiento de que todo lo mejor estaba en la juventud. Tuve la fortuna de hacer mujeres de todo tipo de cualquier edad a lo largo de mi carrera

—Al contrario de otras actrices, el paso del tiempo no te quitó trabajo...

—No, no. Por supuesto que me afecta el paso del tiempo como a todo el mundo porque no trae solamente sabiduría. Tampoco idealicemos. Trae limitaciones clarísimas con las que hay que amigarse.

—¿Cuáles son esas limitaciones?

—¡Me canso más! Estoy bien y estoy atravesando este momento de mi vida con mucho amor y trabajo. Estoy rodeada de gente que quiero y me siento muy querida. Me siento una privilegiada de tener un trabajo que me gusta y en el que me siento reconocida. 

Fotos: Chris Beliera.
Agradecimientos TP Agencia.

 
 

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