El horror, después del horror y en medio del horror. Una vez más Israel está sacudida por una escalada de violencia. Si bien unos doce mil kilómetros separan a Buenos Aires de ese punto de Medio Oriente, el drama se siente desde este fin de semana cuando se desencadenaron los ataques de Irán. Y también cuando escuchamos de primera mano el testimonio de argentinos como Mario Sinay (63), quien lamentablemente se malacostumbró a vivir en una zona caliente.
Hace 49 años el hombre se mudó a ese país y en la actualidad reside en Ashkelon, a unos diez kilómetros de la Franja de Gaza.
“Desgraciadamente uno se acostumbra a la realidad de vivir bajo la amenaza de los misiles”, manifiesta en diálogo con Revista GENTE el argentino, un reconocido pedagogo del Holocausto que escribió una veintena de libros relacionados a esa temática.
Si bien hoy Israel vuelve a ser noticia, la problemática tiene una historia de décadas y un antecedente reciente cuando en octubre Hamas realizó sus ataques con toda la fuerza en un festival de música electrónica.
En la historia de Sinay hay un poco de milagro porque, en ese momento, no se encontraba en el país y sus seres queridos pudieron salir ilesos: su esposa estaba en el departamento, que quedó destruido por los ataques; su sobrino logró salir con vida de la fiesta electrónica en la que empezó la masacre y su hija consiguió ponerse a salvo en su casa con sus dos bebés.
“El golpe fue mortal, fuimos linchados y humillados, pero no vencidos. Las heridas son profundas y aun no cicatrizaron. Perdimos la inocencia; sin embargo no tenemos el privilegio de rendirnos. La frustración y el dolor resultan insostenibles y todavía estamos de luto nacional, pero no todo fue para mal: reaprendimos a convivir juntos, volvimos a reconocer la importancia y el valor de la unidad. Nos reencontramos con los judíos de la diáspora y ellos se reencontraron con Israel”, afirma enfático.
"El golpe del 7 de octubre fue mortal. Fuimos linchados y humillados, pero no vencidos. Las heridas son profundas y aun no cicatrizaron. Perdimos la inocencia. Sin embargo reaprendimos a convivir juntos, volvimos a reconocer la importancia y el valor de la unidad" (Mario Sinay)
Y agrega en la entrevista con GENTE con cierto tono de esperanza: “Sigo siendo optimista, por mi esposa, mis hijos y mis nietos, y en el abismo de aquel triste y oscuro 7 de octubre, surgió una chispa de luz y esperanza de aquellos que nos negamos a olvidar, o a ceder ante la desesperación”.
“Hace un par de semanas volvieron a disparar un día sábado de mañana, sobre Ashkelon, después de cinco semanas sin hacerlo. Oigo una conversación de mi esposa con una amiga en Argentina: ‘Bueno, pero fue sólo un misil… no es grave…’. Siempre pensé: ‘A nosotros no nos va a pasar’. Pensás que es algo que le va a pasar al vecino… hasta que te pasa a vos", analiza.
Y revive: "Y encima yo estaba fuera del país... Cuando recibimos el impacto directo en nuestro apartamento, mi señora estaba sola en la casa. Aun así, no puedo decir que siento temor. Preocupación la hay y mucha. Ahora soy de los que opino: 'Ya nos pasó… ya sufrimos un impacto directo. Dos veces no puede suceder’. Hay un solo problema: los misiles no lo saben...”.
Cuando recibimos el impacto directo en nuestro apartamento, mi señora estaba sola en la casa. Aun así, no puedo decir que siento temor. Preocupación la hay y mucha. Ahora soy de los que opino: 'Ya nos pasó… ya sufrimos un impacto directo. Dos veces no puede suceder’. Hay un solo problema: los misiles no lo saben...”
-¿De qué forma cambia la vida cotidiana en este tipo de escenarios?
-La vida cotidiana continúa. Nos adaptamos. No podemos caer en derrotismo y dejar de hacer lo que uno quiere hacer. Sería como darles un triunfo a nuestros enemigos. Hacemos todo lo que acostumbramos hacer: vamos al teatro, comemos en restaurantes… pero no hay alegría.
-¿Qué te remueve todo lo que se está viviendo por estas horas en Israel a poco más de cinco meses del ataque que sufrió tu familia en manos de Hamas?
-Desde el 7 de octubre, no miramos a nuestros hijos y nietos con los mismos ojos. Los abrazaremos y convenceremos de que los monstruos no existen., de que pueden volver a salir a jugar sin temor. Pasaremos años tratando de recuperar su inocencia perdida. Cuando esto termine… (recalca con vehemencia convencido de que sucederá) volverá a salir el sol. Aprenderemos a superar la tragedia que cayó sobre nosotros. Vamos a pasar años curando las heridas de nuestra nación.
-¿En estos meses pudieron reconstruir el hogar?
-Sí, y quedó como nuevo. Los gastos los asumió el estado. Al principio vivimos en la casa de mi hijo y una vez que arreglaron nuestro cuarto y el baño, volvimos al apartamento, aún cuando todavía estaba semi destruido. Vivimos un mes y medio nuestro apartamento en estas condiciones.
Nuestro apartamento quedó como nuevo. Los gastos los asumió el estado. Al principio vivimos en la casa de mi hijo y una vez que arreglaron nuestro cuarto y el baño, volvimos al apartamento, aún cuando todavía estaba semi destruido. Vivimos un mes y medio en estas condiciones"
-¿Se puede decir que solo la fe puede explicar que hayan sobrevivido?
-Yo me considero agnóstico. Soy muy racionalista. Pero sí, fuimos muy afortunados. La muerte golpeó la puerta de nuestra casa; mi familia la enfrentó con valentía y rehusó rendirse.
-Vivís en el mismo lugar desde la adolescencia y sabes que es una zona caliente. Más allá de que no sería la solución, ¿en algún momento te planteaste el hecho de mudarte a otro país?
-En realidad, no. Es mi país por elección. Uno tiene que defender lo suyo. Yo luché en la Primera Guerra del Líbano, mi hijo luchó en la Segunda Guerra del Líbano… y sé que mi nieto de cuatro años le tocara luchar en la próxima guerra. Eso duele. Mi otro nieto de tres años fue desalojado de su casa tres veces. ¿Alguien cree que la destrucción y el combate al antisemitismo en algo normal?
Uno tiene que defender lo suyo. Yo luché en la Primera Guerra del Líbano, mi hijo luchó en la Segunda Guerra del Líbano… y sé que mi nieto de cuatro años le tocara luchar en la próxima guerra. Eso duele. Mi otro nieto de tres años fue desalojado de su casa tres veces. ¿Alguien cree que la destrucción y el combate al antisemitismo en algo normal?"
La escalada del antisemitismo, una situación que preocupa
En la entrevista con GENTE Sinay no da vueltas a la hora de afirmar que “Hamas aspira a la destrucción del Estado de Israel y la creación en su lugar, de un Estado Islámico fundamentalista desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo”.
“Es una organización terrorista con características genocidas, que santifica la muerte. Se trata de una guerra entre dos culturas. Son ellos o nosotros. No permitiremos seguir viviendo bajo una amenaza constante de nuestros vecinos”, añade.
-¿El antisemitismo aumentó desde la escalada de ataques de Hamas en octubre?
-En su momento el Holocausto aplacó el antisemitismo en el mundo. El 7 de octubre provocó una ola de antisemitismo que no termina de crecer. El 8 de octubre, inocentemente pensé: ‘Fuimos la vÍctima, pagamos un precio enorme y terrible. El mundo está con nosotros Y el antisemitismo va a desaparecer’.. Me equivoqué. ¡Cómo me equivoque! Pero sólo me causa impotencia, ya que sé, con certeza, que el antisemitismo es irracional. Quiero resaltar: una cosa es apoyar la causa palestina y otra muy diferente es apoyar a Hamas. Apoyar a Hamas es apoyar el terrorismo.
-¿Cuáles son los desafíos que enfrenta el pueblo de Israel en estos tiempos?
-Son muchos: devolver a los 133 secuestrados israelíes, rehenes de Hamas en la Franja de Gaza, ya sea vivos o muertos; terminar de destruir la infraestructura militar de Hamas; encontrar la alternativa a Hamas, sobre el control administrativo en la Franja de Gaza; alejar a Hezbolá al norte del rio Litani para permitir el retorno de los desalojados israelíes a sus hogares; asegurar la “libre navegación” en el Mar Rojo; crear una nueva visión estratégica y geopolítica del Medio Oriente, y recomponer la economía nacional: volver a elecciones nacionales y crear una comisión nacional investigadora acerca de los acontecimientos del 7 de octubre.
En su momento el Holocausto aplacó el antisemitismo en el mundo. El 7 de octubre provocó una ola de antisemitismo que no termina de crecer. El 8 de octubre, inocentemente pensé: ‘Fuimos la vÍctima, pagamos un precio enorme y terrible. El mundo está con nosotros Y el antisemitismo va a desaparecer’... Me equivoqué"
El rol de Argentina en este conflicto internacional
La postura de apoyo al Estado de Israel desde el gobierno de Javier Milei despertó críticas y adhesiones. Están quienes afirman que es una decisión correcta por la trágica historia que se vivió en el país, con dos atentados, y quienes se pronunciaron en contra por salir de la neutralidad y “exponer a la Nación”.
“Yo sólo puedo tomar postura, como un argentino que vive hace 50 años en el exterior, de que prefiero un presidente argentino que apoye a Israel, a otro que no la apoya. En ese sentido, prefiero al presidente Milei a otra alternativa”, opina.
“En Israel estamos contentos con su administración, agradecidos por su visita solidaria a Israel, su apoyo incondicional y su actitud presidencial. Esperamos que cumpla su visión de trasladar la embajada argentina a Jerusalén”, desea Mario Sinay.
Como argentino que vive hace 50 años en el exterior, puedo tomar una postura: prefiero un presidente argentino que apoye a Israel, a otro que no la apoya. En ese sentido, prefiero al presidente Milei a otra alternativa”