Timothée Chalamet es la cara de la nueva portada de la revista GQ, donde el joven actor habló de su proceso de madurez de los últimos años en los que dio un gran giro profesional y creativo, y aprendió a abrazar su propio espíritu rebelde.
El protagonista de Dune (2021) y Wonka (2023), uno de los It boys del momento, cuyo talento y versatilidad lo han llevado a protagonizar importantes producciones y ser la imagen de firmas de lujo, brilla no sólo por su estilo juvenil y disruptivo, sino que reivindica su sentido de la moda.
Hoy, al protagonizar una notoria evolución de su styling, el actor se convierte en sinónimo del lujo silencioso.
Su estilo fashion, que no recurre a mostrar los gigantes logos de la firma de origen, se convierte en el nuevo sello de Chalamet, quien se desmarca entre los famosos que optan por tendencias como la logomanía.
Fiel seguidor de las prendas neutras, looks monocromáticos y prendas básicas donde la prioridad es la calidad, la nueva promesa de Hollywood elige géneros nobles como el algodón, el denim fino, el cuero ecológico.
Sobre esa línea, de la mano de firmas como Saint Laurent, Bottega Veneta, Alexander McQueen, Burberry, Ralph Lauren, Valentino, Tom Ford, Gucci, Giorgio Armani, Jil Sander, Cartier, Hermès y Hanro, el neoyorquino se convierte en un referente indiscutido del lujo silencioso tras su última producción de portada para GQ.