De punto, con escote en V, de cuello volcado, estampados, lisos, rayados y metalizados, que son la gran novedad. Los suéteres son un verdadero infaltable de la temporada de otoño–invierno, un básico que puede dejar de serlo si se le pone estilo. El gran error es pensar que un determinado modelo pasó de moda. Se trata de una prenda que, bien elegida, puede ser atemporal y amortizarse a lo largo del tiempo.
A lo largo de la semana, con las bajas temperaturas que se presentaron con fuerza, las celebrities se mostraron con looks muy distintos que sirven de ejemplo para sacar provecho a las combinaciones de colores y estilos.
Una de ellas es Mariana Fabbiani, que se distinguió por adoptar al metalizado como un aliado: un suéter tejido con cuello media polera con foil ubicado en toda la parte superior.
De la mano de un tono que se complementa con un plateado, la conductora de DDM se sumó a la tendencia del metalizado. Tras el auge que tuvo este estilo en el pasado, las colecciones de Michael Kors y Dior siguieron apostando. Plateado, dorado, azul eléctrico, verde manzada y lentejuelas al satinado son las variantes que más se ven en la calle.
Yendo a un básico que nunca falla, Flavia Palmiero eligió una polera en color crema para un paseo por las calles de Barrio Parque. La empresaria combinó su outfit con unos leggings al tono, zapatillas urbanas y aportó un fuerte contraste con un tapado XL en negro.
A la hora de los diseños, tal como se está viendo, el cuello alto es protagonista. Así también lo evidencia Carla Peterson con una prenda que cuenta con un sutil cuello de tortuga como eje central. De base negra con elegantes rayas blancas, acompañó su elección con un pantalón sastrero del mismo estilo y accesorios en plata.
Otros suéteres protagonistas del otoño–invierno
“I have a dream”, la gran novedad de la semana by Jorge Rey
Con tonos blancos y crudos, Jorge Rey presentó esta semana su nueva colección, con la misión de honrar a los soñadores. La nueva cápsula tiene vestidos con mucha textura para ver en detalle, organza, flores 3D y detalles fundamentales como guantes y moños.
“Es una manifestación de la creatividad que continúa el concepto de lo onírico dentro de la marca con sus famosos bosques y hadas. Es una cápsula que celebra el amor, algo fundamental en el momento de crisis que atravesamos. Las prendas están caracterizadas por el sueño del amor, el sueño de creer, de tener un vestido mágico”, afirma el aclamado diseñador en diálogo con Revista GENTE.