Para recocijo de muchos de los fans de One Direction –la boy band con la que se hizo célebre– que insistían con teorías acerca de una posible relación homoerótica con su ex compañero Louis Tomlinson –¡tema que rescata en uno de los episodios la serie de HBO, Euphoria!–, en enero de este año Harry Styles (25) daba indicios acerca de su diversidad sexual y explicaba que gracias a la moda se había podido sentir libre.
"No por eso tengo que parecer gay, hétero o bisexual. La sexualidad es algo divertido y son tiempos muy libres", decía el músico a propósito de su estilo para vestirse sin necesidad de separar los outfits por género. Justamente a partir de estos preceptos se armó el estilismo de la tapa de la Vogue americana de diciembre que protagoniza, convirtiéndose en el primer hombre que posa en solitario para la portada de la revista.
Sólo nueve hombres llegaron a la mítica tapa, pero siempre lo habían hecho acompañados. Después de celebridades como Richard Gere, George Clooney, Ben Affleck y Justin Bieber (en compañía de Cindy Crawford, Gisele Bündchen, Penélope Cruz y Hailey Bieber), Harry se convierte en el décimo.
"Harry Styles marca sus propias reglas", titula Vogue en su portada, en la que el cantante luce un vestido Gucci –firma de la que es embajador– e infla un globo con la boca en la que parece una toma robada, tomada por Tyler Mitchell. El dixit de tapa del músico, en consonancia con su filosofía de vida, es el siguiente: "Cada vez que pongas barreras en tu vida te estás limitando a vos mismo".
Harry Lambert, su estilista desde hace siete años, es otro de los protagonistas del reportaje. El responsable del icónico estilo "no gender" con el que Styles viene irrumpiendo desde hace un tiempo esta vez eligió vestidos de Alessandro Michele, kilts de Commes des Garçons y abrigos de Martin Margiela.
A continuación, otras de las imágenes del shooting de tapa de Vogue USA del mes de diciembre.