Devota de las tendencias, Wanda Nara (34) continúa fascinando con sus estilismos, vestida de pies a cabeza por firmas de haute couture como Christian Dior, Gucci, Louis Vuitton y Chanel, entre tantas que integran su obsceno y actualizadísimo vestidor.
Pero hay una maison por la que muestra especial debilidad: Balenciaga. Es que últimamente, la empresaria cosmética y manager futbolística desfiló para sus casi 8 millones de seguidores muchísimas prendas a cargo del vanguardista Demna Gvasalia, quien además está al frente del colectivo artístico de la marca Vêtements.
Fashionista sin consuelo, la madre de Benedicto, Constantino y Valentino López, y Francesca e Isabella Icardi enseguida se pliega a las nuevas tendencias –incluso a las más discutidas– y no duda en fotografiarse estratégicamente con los ítems de las nuevas colecciones.
Como cuando en su llegada a Ibiza a bordo de su avión privado llamó la atención con unas unas "furry slide sandals" firmadas por Balenciaga en color negro, de piel y con un taco de goma de 8 centímetros que están a la venta a 723 dólares, equivalente a casi 70 mil pesos argentinos.
Su devoción por Balenciaga quedó plasmada nuevamente hace unos días cuando se tomó una mirror selfie enfrente de la Catedral de Milán.
En esta oportunidad, Wanda sorprendió con un estilismo sporty integrado por una remera oversize firmada por Balenciaga y unas bikers de Nike, prenda que impusiera a mediados de los 90's Lady Di en sus looks deportivos y que son todo un revival.
El por qué de la devoción de Wanda por Balenciaga
Su amor por la firma en parte de debe a la logomanía, esa tendencia que se impuso en las pasarelas más importantes y en los looks de streetstyle: la de lucir isotipos y monogramas de grandes nombres.
Siempre con la firma a la vista, si es más grande mejor. Por eso es que Wanda también elige prendas de Gucci y Balmain, otras firmas que se acoplaron a retomar una tendencia que surgió en los 80's.
El hecho de que las prendas sean reconocibles a la vista, dicen los expertos, es parte de esta tendencia en la que se recupera la idea de pertenencia y de presumir sentido de la moda y poder adquisitivo.
A continuación, muchas de sus prendas Balenciaga, entre ellas, abrigos, buzos y sweaters con los que también viste a sus cinco hijos.
