Victoria Vanucci viajó a Buenos Aires por unos días y Ángel de Brito consiguió tener un mano a mano imperdible con la chef que construyó su propia cadena de restaurantes veganos en Estados Unidos: "Pachamama". Además de asegurar que sueña con inaugurar una sucursal en Argentina, Vanucci habló por primera vez de todo con total honestidad. A continuación, un resumen de la entrevista que se emitió este viernes en LAM (América).
Victoria Vanucci en 21 frases: un repaso por los escándalos del pasado, su profunda depresión, el vínculo con Matías Garfunkel y sus proyectos en Argentina
"Desaparecí... muchas cosas pasaron, creo que todo el mundo ya sabe qué pasó. Me parece que todo ese tiempo me vino muy bien a mí para empezar a encontrarme conmigo misma y rever muchísimas cosas que no estuvieron bien. Hice una búsqueda muy profunda, la pasé muy mal... en el sentido del panic attack. Me explotó todo en un momento que no lo supe manejar".
"Estaba viviendo un espiral de no entender nada, un torbellino impresionante. Me sobrepasó toda la situación, y lo peor es que en ese momento pensaba que estaba manejando las cosas bien y estaba cada vez haciendolo peor".
"Vengo de una familia muy humilde, y siempre fui una mujer simple y humilde. El hecho de haber entrado en una vida que no era la mía, al principio estaba obnubilada con un mundo que jamás hubiese sido de mi alcance, no tenía el nivel monetario. Tenía 20 y pico, era una nena. Cuando lo conocí (a Matía Garfunkel) tenía 24 o 25 años".
"Con los años me di cuenta que al tener todas las comodidades empecé a perder mi propia independiencia, empecé a no entender ya más nada. Todo eso me afectó y me mareo, no era mi mundo para nada. Al principio era todo lindo, pero una cosa llevó a la otra y terminé dejando de ser yo misma. Me mareé y me equivoqué".
"Me di cuenta a la distancia, cuando me empecé a deprimir, la poca conciencia que tenía. La conciencia y el respeto a la vida, a la naturaleza. Cuando estás al lado de alguien, tratas de vivir esa vida. Yo pensaba que era normal (por la vida de lujos y excesos de Matías Garfunkel). Cuando sos joven, quizás no tenés tantas experiencias acumuladas en tu vida pensas que eso es lo normal y me di cuenta que no".
"En un momento estaba tan mal que me miraba en el espejo y no me gustaba, no me gustaba la mujer que estaba viendo. Aparte, después de todas las publicaciones y de todo lo que pasó, lo que más me deprimía no solo era el hecho de la conciencia, sino también mi imagen con mis hijos. Con la gente yo ya tenía todo perdido. Perdí mi afinidad con la gente, perdí absolutamente todo".
"Era totalmente entendido (en referencia a las fuertes críticas que recibió en su momento por las fotos de caza con Garfunkel), porque yo no era víctima de nada. Lo entiendo. Es ahora mi trabajo seguir enmendando todo eso".
"Si no hubiese pasado todo lo que pasó, yo no sería la mujer que soy hoy. Entonces, en cierta manera, estoy muy agradecida también porque si hubiese seguido en ese ritmo no sé cómo hubiese terminado. Me puse a pensar cuál era mi mensaje, era totalmente vacío. Y hoy, gracias a eso que pasó, tengo una misión, tengo un propósito y es Pachamama".
"Cambió absolutamente todo, pero no fue de la noche a la mañana. Estuve deprimida entre tres años y medio y cuatro. No me podía abrir con nadie. Todo empezó apenas llego a Estados Unidos, me decaí como nunca en mi vida. He tocado el fondo máximo, me hice cenizas".
"Después de todo lo que pasó (por los escándalos con Garfunkel) fue muy difícil llevar la relación, pero siempre tratamos de mantener el respeto entre nosotros".
"Gracias a Dios, mis hijos eran chiquitos entonces lo que yo siempre trataba era que ellos no vean esa situaciones, pero llegó un punto que no podía salir de la puerta de mi casa".
"La primera vez que pude salir me acuerdo que fue porque había una bicicleta. Hice la primer cuadra y me volví con la bicicleta a casa. Me quedaba sentada en la naturaleza y me quedaba horas mirando el pasto. Fue una situación en donde me derrumbé por completo".
"No quería que mis hijos vieran esa imagen porque para mí lo más importante eran ellos".
"Parte de mi gran anhelo es traer a mis hijos porque son argentinos, y porque también es mi sueño que puedan estar acá y que puedan conocer todas las tradiciones que tenemos".
"Uno no puede pedirle a las personas o a la justicia que agarre un chip y borre, porque ese me parece que es un trabajo nuestro. Si vos queres que la gente tenga otra imagen tuya, tenés que hacer algo para eso. Si no lo repara uno, la Justicia por más sellos que pongan no alcanza. Me parece que eso es algo que uno tiene que hacer y enmendar el error".
"Hablo abiertamente de los animales, hoy puedo ver las fotos (de caza con Garfunkel) abiertamente".
"Hoy en día lo único que quiero es ver a mis hijos crecer. Mi misión es Pachamama, sé muy bien lo que quiero y sé muy bien el rumbo que quiero en mi vida. Cuando digo que tengo un propósito hoy es porque lo tengo. Tengo algo para decir y tengo un mensaje para dar".
"(Con Matías Garfunkel) estamos en buenos términos porque también lo que se tiene que entender es que cuando uno está afuera solo es muy difícil. Tiene un contacto con los niños que es muy hermoso. Mis hijos lo aman, tenemos una relación de padres y es muy buena, cordial, amena y con muchísimo respeto. Él logró entender todo el cambio que yo tuve, yo ya no soy la misma en muchísimos sentidos".
"Lo único que quiero es ir a trabajar y ver a mis hijos crecer, eso es lo único que me importa. No dependo de nadie, yo soy mi propia mujer. No dependo de ningún hombre y tampoco quiero ponerme en esa situación nunca más".
"Ahora mi vida está totalmente allá (Estados Unidos). Si, tengo un gran anhelo y es poder tener un Pachamama (un restaurante) acá, para que los argentinos puedan probar mi comida".
"Mi vida privada la tengo bajo llave, estoy en un momento de mi vida que disfruto muchísimo de mi libertad. Jamás (me volvería a casar), es un no rotundo. Me nombran casamiento y me voy corriendo para el otro lado. Estoy muy bien como estoy".