Sol Pérez se luce en Masterchef Celebrity donde quedó entre las seis mejores del reality culinario. Querida en las redes sociales y dueña de una belleza única, la conductora sorprendió este sábado a recordar su adolescencia y los trastornos alimenticios que sufrió en aquellos años.
"Me obsesioné un poco con el gimnasio, siempre fui de hacer deportes y no comía absolutamente nada. Lo único que comía era un yogurt y como iba al colegio todo el día, mis papás no podían controlarme. Entonces comencé a desmayarme en la escuela, no podía más con mi vida y estaba pesando 45 kilos", reveló en Podemos Hablar (Telefe).
En ese sentido, continuó sobre su obsesión con el gimnasio y su cuerpo: "Yo me veía toda marcada y en mi mente pensaba 'qué abdominales tengo'. Hasta que un día mi mamá me llevó al médico y me hicieron un montón de estudios. Estaba muy mal y me dijeron 'mirá Sol tenés que hacer una dieta y empezar a comer'. Además, me dieron hierro en pastilla".
"Me acuerdo que mis papás se sentaban conmigo en la mesa hasta que terminara el plato de comida mientras se me caían las lágrimas. Yo no tenía hambre, pero me tenían que obligar a comer. Me habían dicho que si no era eso, me iban a inyectar hierro", agregó.
Al ser consultada por quiénes fueron las personas que la acompañaron en aquel difícil momento de su vida, respondió: "Mis papás y mis hermanos me ayudaron a salir controlándome si yo vomitaba cuando terminaba de comer. Tenía unos problemas psicológicos muy grandes conmigo misma por querer ser algo que, en verdad, no era el camino".
Por último, la modelo destacó que hoy en día su mentalidad es otra y que implementó cambios de hábitos en la alimentación que le permiten disfrutar de diversos platos sin prohibirse de nada: "Hoy como de todo. Los días de semana trato de comer más saludable y los fin de semana como facturas, una torta, lo que sea porque es la vida que yo elijo. Nunca manejé las redes sociales como 'bueno ahora coman esto'. Jamás me van a ver aconsejando qué comer".