Ser mamá es uno de los mayores deseos en la vida de muchas mujeres y perder un embarazo es el duelo más doloroso que existe. Sol Estevanez se animó a abrir su corazón y contó hace unos días que en julio pasado había perdido un bebé y cómo vivió todo el proceso.
En diálogo con Implacables (El Nueve), la actriz expresó por qué decidió contarlo: "La verdad que venía pensandolo desde que me pasó y necesitaba contarlo a la gente que me sigue. Me fui más por lo real, para ser más empática. A medida que iba pasando, descubrí que les pasa a muchas mujeres", se sinceró.
Y agregó: "Sentí ganas de hacerlo, no lo consulté con nadie, me nació hacer eso. Elegí poner la ecografía donde me dijeron que se había detenido el embarazo, a las 9 semanas".
El día que se enteró fue en el control de las 9 semanas y una amiga de ella le tuvo que comunicar la triste noticia: "Se te revoluciona todo, una mezcla de culpa y todo. Se me llenó la cabeza de preguntas sin respuestas. Cuando apenas pusieron el ecógrafo y cuando le vi la cara a ella entendí que algo había pasado. Ella era mi amiga y con ojos llenos de lágrimas".
El conmovedor posteo de Sol Estevanez
Sol Estevanez abrió su corazón y le contó a sus seguidores lo que había ocurrido: "Hace un tiempo, me perseguían las ganas de sacar afuera lo que me paso el 13 de julio de 2021, pero no sabía qué escribir, qué contar, estaba perdida, enojada y vuelta a amigarme, dejé pasar los dias, algún mes, y acá estoy, decidida, en el mes Mundial de la Concienciación sobre la Muerte Gestacional, Perinatal y Neonatal
Después de tanto tiempo…Estaba embarazada…"
"Ese martes, llegué al sanatorio ansiosa para volver a ver ese “puntito” esa cosita dentro de mí, y claro que lo ví, Y sonreí pero al girar y observar la cara de María
(amiga y ecografista) noté una tristeza en sus ojos, inmóvil, no podía hablarme, un silencio espantoso invadió el consultorio, invadió mi alma, sólo tomó mi mano y me dijo: “Se detuvo Sol, se quedó", continuó.
"Me quedé con los ojos cerrados, no podía abrirlos, el celular cae entre mis brazos, lo único que escuchaba era a Nito en videollamada (estaba trabajando afuera) que no sé como, con esa entereza que tanto lo caracteriza, me tranquilizaba con sus palabras mágicas y me daba fuerza para “levantarme” de esa camilla fría y dolorosa Después de unos minutos, me paré, los tres en silencio, No! los cuatro! en esa habitación éramos cuatro".
"Mi embarazo de 9 semanas se había detenido, sin razón alguna, me habían hecho 3 ecografias antes y 3 análisis de sangre en distintas etapas para controlar el aumento de la hormona y todo venía excelente, los valores subían a lo loco y yo cantaba de alegría, mejor dicho no cantaba, gritaba feliz con cada buen resultado", continuó Sol en su relato.