Tiene 29 años, muchos la conocen como “la periodista que hizo emocionar a Messi”, pero hay que decir que tiene un extenso recorrido en el rubro. Sofi Martínez se abrió camino en el mundo de los medios hace diez años en el marco de una sucesión de hechos que la llevaron, casi de casualidad, a darle rienda suelta a esta faceta. Hoy es columnista en Perros de la calle por Urbana Play, en la TV Pública y trabaja en un proyecto para ESPN “con un formato distinto al que tiene la programación del canal”. En paralelo, fortalece su historia de amor con Diego Leuco desde que ambos decidieron en los últimos meses dejar espacios libres en su agenda para poder estar más tiempo juntos.
Para hablar de sus inicios hay que remontarse a la época en la que dejó dos carreras universitarias hasta conseguir, sin haber estudiado, su primer trabajo en un portal web escribiendo notas. “En el CBC para Derecho me fue muy bien, pero cuando arranqué la cursada de la carrera me comí un dos en Civil I y ahí comenzaron los grandes replanteos. Al toque me di cuenta de que no iba, me aburría mucho. Lo vi rutinario y burocrático. Entendí que la profesión no iba por ese lado de un país más justo. Yo creo que estudié derecho por esa idealización, porque quería cambiar algo. Después te das cuenta de que es mucho más complejo de lo que uno sueña”, relata a GENTE en una nota íntima.
-¿Cómo fue comunicar en casa que no seguías con la carrera?
-Lo llamé a papá, me pasó a buscar por una estación de servicio que está cerca de la Facultad en Recoleta y le dije que sentía que por ahí no era. Cuando llegué a casa, le comenté a mi mamá que había algo que no me identificaba. Ella, como buena madre, me dijo que primero se estudiaba algo para tener herramientas y después uno se ponía a trabajar. Yo tenía ganas de trabajar.
-¿Y de qué forma siguió todo?
-Me metí en la carrera de Ciencia Política porque seguía intentando con esa idealización de querer cambiar algo. En la primera clase se pusieron a hablar de Platón, Aristóteles… ¡Que aburrido! Miraba alrededor y mis compañeros estaban súper copados. La que estaba mal era yo. Así que no esperé a que terminé la clase, me paré y me fui. “Estoy perdiendo tiempo”, dije. Mi papá me preguntó cómo me podía dar cuenta que eso no era y si no me estaba pasando otra cosa. Lo vinculaba más con el miedo. Yo le dije que confíe en mi.
-¿Después de este segundo intento fallido probaste con periodismo?
-Si. Estaba en una familia de licenciados y empezar un terciario hacía ruido. “No te apures, no le tenes que demostrar nada a nadie”, me recomendó mi papá. Estábamos a mitad de año y la cursada del terciario empezaba recién en marzo del siguiente. Vi un trabajo de una pagina web que era cubrir noticias sociales y políticas de San Fernando y San Isidro. Lo empecé a hacer y me gustó. Así escribí mis primeras notas en un medio digital. En el ínterin le mandé mensajes a un montón de personas pidiendo trabajo, entre los que se encontraba un productor de Guido Kaczka. En enero me escribió ofreciéndome cubrir vacaciones y entre a A todo o nada. Después seguí en la producción por muchos años y, como no podía estudiar periodismo general por los horarios, empecé periodismo deportivo.
-Digamos que te especializaste en deportes solo por una cuestión contractual.
-Si, tal cual. A mí de chiquita me gustaban mucho los deportes. No era algo ajeno a mí. Toda la vida sentí y respiré el deporte, salvo que no lo veía y esta “casualidad” me hizo verlo. Usaba bermudas, la camiseta de Las Leonas y piluso. Siempre fui media masculina a la hora de vestirme. En ese momento para una mujer era difícil imaginarse en esa carrera.
-Y más que nada por una cuestión de género, aunque tampoco es que estamos hablando de largas décadas atrás.
-No, esto pasó hace diez años. Estaba Ángela Lerena y unas pocas más.
-¿Eso no te dio dudas?
-Me lancé. Ni lo pensé la verdad. Cuando yo empecé había pocas colegas. A medida que pasaron los años empezó a existir la obligación de poner una mujer. Eso para mí fue una oportunidad porque me abrió puertas. Yo arranqué en la TV Pública con el Rifle Varela. El canal se encargó al año siguiente los partidos de fútbol argentino, y necesitaba poner una mujer. Como estaba laburando ahí me llamaron para hacer el campo de juego. Lo más común era que seleccionen a alguien con experiencia, pero terminé siendo yo. Después fui a los Juegos Olímpicos.
Sofía Martínez: de la entrevista a Messi a ser la periodista deportiva del momento
“Marcaste la vida de todos los argentinos, y eso, para mí, es más grande que cualquier Copa del Mundo. No te lo va a sacar nadie”, fue lo que le dijo Sofía a Lionel Messi en uno de los momentos más claves del último Mundial. Palabras que hicieron emocionar al futbolista rosarino, pero que también representaron el sentimiento de millones de argentinos que sentían lo mismo que ella le estaba comunicando. El video fue viral en redes, llegando a puntos realmente inesperados del planeta.
“Fui trending topic en China. Me vinieron a hacer una nota para un documental de Japón. Muy gracioso. El otro día salí a pasear con Diego, me frenaron y me dijeron: ‘Gracias por decirle a Lionel lo que todos le queríamos decir’. Hasta cuándo durará esto de tener tan presente esa nota. Tuve el privilegio de decirle lo que todo un país le quería comunicar. Fue algo de lo más mágico que me pasó en la carrera”, destaca.
-¿Tenés diálogo con Lionel?
-No. La última vez que lo vi fue en los premios The Best que le hice otra nota y se portó súper bien. Vio a los medios argentinos, no dudó en acercarse y habló. Era un momento importante porque estaba todo esto del cierre de su continuidad en el PSG así que vale que nos haya hablado porque los futbolistas se suelen guardar ante la prensa en esas instancias.
-Ahora que bajó toda esa espuma post Mundial, ¿qué objetivo te gustaría concretar con él?
-Hacerle una nota mano a mano. Es un desafío periodístico grande. Él ya habló de ese sentimiento muy fuerte de haber ganado y que se le haya dado eso que más quería en su carrera. Tendría que pensar muy bien esa nota. Me gustaría preguntarle por determinados momentos: la noche previa, ponerse la camiseta el día de la final. Una descripción de hechos desde sus ojos. Me gustaría que me describa esos instantes importantes que pasaron en el mundial.
El grupo de WhatsApp de las periodistas femeninas
“Tenemos un grupo de WhatsApp que se llama ‘Nosotras’. Hay Agus Scalise, Luciana Rubinska, Ángela Lerena, Gabiela Previtera. Laurita Couto, María Onega, Alejandra Martínez. Somos una banda. Hay buena energía, siempre estamos buscando el momento para juntarnos”, cuenta.
“Yo soy muy amiga de More Beltrán y Lola del Carril. Tenemos juntas un equipo de futbol. Siempre hay competencia, pero en el mundo del periodismo deportivo eso no pasa. Nosotras siempre estamos hablando de qué podemos hacer juntas, de hacer un programa con More y estar las dos o si me convocan de una marca pedir sumar a alguna”, agrega.
-¿Y cómo es eso del equipo de fútbol?
-Espectacular. Estamos Nati Jota, More Beltrán, Lola del carril, Zoe Gotuzo, Iae y yo. Ahora nos vamos a anotar en un torneo. Todas son muy buenas. Me sorprendió mucho Zoe: la ves siempre suave, amorosa y en la cancha se transforma.
La historia de amor de Sofía Martínez y Diego Leuco
“Nosotros nos conocíamos de antes porque yo estaba como productora en lo de Guido Kaczka y él trabajaba en El diario de Mariana. El amor así más formal surgió cuando volví de los Juegos Olímpicos: me escribió para que salga al aire en Radio Mitre, hicimos la comunicación y cuando volví me invitó a salir. Así directamente. Como cuando volví tenía un período de aislamiento, me llevó comida y después empezamos a salir formalmente”, cuenta.
-¿Te sorprendió la invitación para salir?
-Al principio sí. Yo tengo un estilo en el que soy muy fanática del deporte, él no lo era tanto… era una incertidumbre de lo que podía ser. Creo que después de las primera dos veces que salimos me di cuenta de que iba a ir bien.
-Y me imagino que más dudas porque su perfil profesional hace un año era muy político, otro rol…
-Ni hablar. Pero a mí me pasó que, desde el minuto cero en el que lo conocí, conocí otra faceta. Es el lado más cercano a su vida cotidiana. Creo que él fue creciendo, se fue encontrando y costado que le gustaba desarrollar era el del entretenimiento y no el de la política. Fue sacando esas cosas que no lo llevaban a ese camino.
-¿Qué te enamoró de Diego?
-No sé (ríe). Siendo cien por ciento sincera, no lo sé. De él me gusta su paciencia, que es muy bueno escuchando, me hace divertir un montón, me acompaña y me aconseja. Pero si me preguntas qué me enamora… que se yo. Hay algo que es más extraordinario que la capacidad que tiene uno de explicarlo. De un momento a otro te pasa algo, lo pensás de manera racional y no lo podés explicar. Simplemente sucede. Me pasaron cosas muy interesantes con él, distintas a otras relaciones. No te hace problema por nada, no es celoso…
-Y es una gran virtud esa de los celos.
-Si. Yo vivo en un ambiente machista como el del fútbol y Diego jamás me hizo un problema o una escena. Es súper sano.
-Te tocó acompañarlo en este proceso en el que dejó la conducción de Telenoche, ¿lo charlaron juntos?
-Sí. Para él nunca fue la Meca estar ahí. Tenía en la cabeza más el entretenimiento que las noticias. El día a día lo llevó a ese lugar y lo hacía bien. Se habló en casa: yo le dije que valía la pena arriesgar (e irse). Además, es divertido hacerlo. Estamos para eso. Él es un pibe joven, súper capaz. Siempre va a tener una red en donde desarrollarse. Ahora quiere meterse en la producción, para transitar nuevos caminos. Entre los dos nos potenciamos un montón. Yo me siento más productora que periodista. En ese rol nuevo estamos pensando un montón de ideas que nos pueden servir a ambos. Hay un punto de unión en la relación que es lindo: nos entendemos, hablamos el mismo idioma y nos divertimos. Para los dos el trabajo es bastante importante, por lo que está bueno empatar en ese sentido.
-Con tanto trabajo, ¿cuesta encontrar momentos más de pareja?
-El año pasado yo trabajaba de lunes a lunes. Estaba muy poco. Por ahí había una reunión familiar y me tenía que ir a un partido o un sábado me tenía que ir a cubrir algo. Este año estoy trabajando menos porque no quería estar corriendo tanto y tenía ganas de disfrutar otras cosas. Ahora él también tiene las noches libres porque no hace el noticiero así que podemos salir a disfrutar del teatro, una cena… antes era imposible eso.
-¿Cómo nació la convivencia?
-Yo vivo en mi casa que queda en Victoria, que me queda al toque de ESPN y es el barrio en donde viven mis amigas, y me quedo acá durante la semana, porque estoy cerca del resto de mis trabajos. La realidad es que el noventa por ciento de mis días lo paso en el departamento de Diego. Se dio naturalmente esto de convivir, más cuando volvimos de vacaciones. Y nos gustó esta dinámica. Está re buena para la convivencia.
-¿Cocina Diego o vos?
-Él es muy de casa. Hizo un curso de cocina. De la nada agarra dos cebollas, aceite y te saca unas cebollas confitadas. A él le surge tomar la iniciativa porque le divierte cocinar. Yo disfruto de eso.
-Tuvieron la prueba de fuego de estar mucho tiempo distanciados y el te dio la sorpresa de visitarte en Qatar.
-Eso fue clave. Menos mal que vino. Es la primera vez que me iba tanto tiempo. Cayó justo en el medio del viaje para que no se haga tan largo.
-¿Festejaron de alguna forma en especial el primer aniversario?
-No. Nos fuimos de vacaciones, pero eso no es un festejo. Viajamos a Los Ángeles y a San Francisco, no nos acompañó el tiempo… ¡pero estuvo bueno!
Cómo combinar el trabajo con el deseo de ser mamá
"A mí me gustaría ser madre y tener una familia. Yo la vida la pienso en Mundiales y Juegos Olímpicos. Quizás, si me pongo un plazo, lo haría después del Mundial de Estados Unidos. Pero bueno, es cuando uno lo siente. Por ahí ahora elijo seguir viviendo eventos deportivos, viajar y tener nuevos proyectos. Cuando tenés un hijo viajar tanto es más difícil", evaluó.
"Una cobertura de un Mundial me demanda unos cuarenta días. Por ejemplo, este año está Roland Garros, finales de Champions, NBA, Mundial de fútbol Femenino, Mundial de Rugby… hacés todo eso y son cuatro meses afuera de tu casa. Eso con un hijo no lo podés hacer. Es demasiado tiempo", cerró.
Fotos: Diego García
Producción y estilismo: Caro Gagliardini
Video: Manu Adaro
Mkp y pelo: Caro Severini para Estudio Caparra
