Sergio Lapegüe (56) lleva 17 días internado debido al coronavirus, y al parecer lo más difícil ya pasó, aunque aún continúa en terapia intensiva en el Sanatorio Juncal de Temperley.
El periodista, que hace unos días conmovió a todos al mostrarse con un casco de oxígeno debido a complicaciones por ser asmático, ahora realizó otro posteo desde su cuenta de Instagram, en el cual contó su evolución y agradeció el apoyo que recibe a diario.
"Hola amigos queridos, estoy cursando el día 17 de internación. Hoy me siento mejor, por eso me tomo este tiempo para escribirles a todos que son tan generosos siempre conmigo y mi familia", comenzó Lapegüe su mensaje junto a dos fotos, una de él y otra de su familia.
"Ni en mis más remotos sueños me hubiera imaginado estar viviendo esta pesadilla. Todos me dicen que tengo que ser fuerte. Que voy a poder...", continuó.
Luego se refirió a los mensajes que recibe a diario: "Les agradezco porque me ayudan y mucho. Los que alientan, los que rezan, los que piensan, los que llaman. Sé que son miles. Gracias de corazón. Porque aquí, en esta cama de terapia intensiva con todos los cuidados, se multiplican por centenas los deseos de todos y llegan para apuntalar siempre cuando aparece el bajón. Y a veces aparece. El optimista por naturaleza a veces no puede serlo siempre. Y lo admito. La vida acá es así", añadió.
"No puedo bajar. No puedo hacer movimientos bruscos, simplemente porque mis pulmones los pueden sentir. Y ahora están dominados y manejados por el covid. Sólo por ahora. Sí, él tiene el control, pero yo tengo el de mi mente. Es una pelea fuerte en medio del ring. El que logra respirar gana. El que sabe esquivar los golpes, a la larga termina venciendo. Por eso, éste es mi mensaje a todos los amigos que preguntan y que por obvias razones no puedo responder. Ahora que pude agarrar el celular les digo que estoy peleando hasta el final", continuó en relación a cómo vive sus días en el sanatorio.
Y cerró refiriéndose a la imagen que compartió de él en la sala de terapia, lleno de cables y alzando las manos: "Esto es el día a día. Esta foto es mi actitud. Aquí estoy con una cánula de alto flujo de oxígeno. Todo es nuevo. Mi vida será diferente. Aprender a respirar será mi gran desafío. Por ahora con el oxígeno, que es mi más preciado aliado, y con el afecto de mi familia y de todo el personal médico de la (clínica) Juncal. Gracias, pronto el abrazo será interminable".