En el Íntimo de la Semana de GENTE, la actriz y madre de Fausto y Esperanza que aseguró haberse redescubierto en el deseo, contó las claves de su armoniosa relación con Luciano Castro "que al resto le llama la atención" y se refirió a la familia ensamblada que armaron junto a la pareja de su ex, Flor Vigna, y a su actual novio, el locutor y actor Tucu López.
"A la gente le parece más raro que a nosotros. Para nosotros es algo que fluye normalmente", aseguró Sabrina Rojas en diálogo con GENTE cuando fue consultada sobre la madura separación del padre de sus hijos y la naturalidad con la que, a siete meses de su separación, sus nuevos compañeros se acoplaron a la familia.
Sabrina Rojas y Luciano Castro: sus nuevas vidas sentimentales y su "hermandad"
"(Con Luciano) hicimos trabajo de terapia para llegar a donde llegamos. Somos dos buenas personas y queremos el bien para nuestra familia. Entendimos que la idea era estar mejor. El amor como pareja se termina. Cuando uno queda enamorado es más difícil que fluya. Nosotros tenemos mucho a favor", explicó Rojas al hablar sobre las claves para entenderse tanto con el padre de sus hijos.
En ese sentido, puntualizó un facto determinante que ayudó a la cómplice relación que mantiene con su ex: "Se nos terminó el amor pero no nos lastimamos". Además, contó que para ellos es elemental "el diálogo" y que como recurso para entenderse recurrieron a terapia.
"Cuando sentimos que queríamos que se destrabaran cosas que no podíamos resolver, entendimos que estaba bueno sumar y hay gente que te ayuda, entonces fuimos a sesiones de terapia. A veces no lo puede solucionar solo uno. Nos sirvió eso como recurso", reveló la actriz.
"Nuestra comunicación es natural, no es un ex que cruzo de vez en cuando o al que le dejo a mis hijos en la puerta. Tenemos cotidianeidad, somos familia, comemos asados y viene a casa. Priorizamos el vínculo familiar, solo queremos sumar. Claro que habrá épocas más difíciles o más amenas", reflexionó Rojas, que habló de una manera muy particular sobre la familia que hoy componen "de a cuatro".
–Y esa unión que tenés con Luciano, ¿genera algún tipo de celos en sus actuales parejas?
–Cero celos. Para nada, porque tiene que ver con el diálogo para con todos. Somos cuatro personas –por ella, Luciano, Vigna y Tucu– que quieren sumar y no dividir. Es algo de a cuatro. Si no, sería difícil sobrevivir. Con Luciano tenemos un vínculo genuino, así que las otras partes están tranquilas. Es un amor familiar y de hermandad, así que los celos no existen. Yo estoy feliz de que Lu esté feliz.
–Y también se muestran naturalmente en las redes, compartiendo intimidad familiar.
–Sí, porque realmente no pasa nada entre nosotros. No somos caretas. No hay necesidad de ocultarlo: nos podemos reír a carcajadas y de todas partes se sabe cómo es el vínculo. No hay nada de confusiones.