Sabrina Rojas estuvo invitada en Noche al Dente (América TV) y se animó a hablar de todo: desde su presente sentimental con el Tucu López, con quien se habría distanciado en el último tiempo, hasta su separación de Luciano Castro, con quien tiene dos hijos en común.
Todos los invitados al programa de Fer Dente eligen sus canciones favoritas para luego explicar por qué son importantes en sus vidas. En ese sentido, la actriz escogió Acróstico, la canción que Shakira grabó junto a sus hijos Mila y Sasha.
"Es una canción muy nueva pero, cuando la escuché, me puse a llorar porque habla de amor y se puede trasladar a cualquier vínculo. En el video, la ves a ella recién separada, embalando su casa y yo que pasé por una separación, con niños que tienen que entender que mamá y papá se separaron. Que la vida no es igual", comenzó explicando.
Luego, agregó: "La metáfora 'se rompió sólo un plato pero no toda la vajilla' me parece hermosa. Es como sucedió esto pero no está todo mal. Todo va a estar bien, seguimos siendo una familia. Cuando te separás te cambia toda la dinámica, hay una tormenta y después todo se acomoda. Nada vuelve a ser igual porque la familia no vuelve a estar junta", en referencia a sus hijos Fausto y Esperanza.
Sabrina Rojas habló de su dolor durante la separación de Luciano Castro
Fer Dente le preguntó: "¿Cómo es una separación sana para vos?". "Creo que yo no puedo dar consejos pero, en mi caso, fue priorizar a mis hijos. La vida es bella para ellos, que no se enteraran qué sucedía con mamá y papá. Antes de la separación y durante. Luciano se fue de casa con todo lo que eso implica para un nene. Ver que su papá muda las cosas y se va. Pero, de repente, todos fuimos a la casa nueva de papá a conocerla. Fue un plan, merendamos. Creo que lo sano siempre es pensar en los hijos", confesó Rojas.
"Vos hacías eso por tus hijos pero, como mujer, ¿te dolía?", indagó el conductor. Por último, con mucha sinceridad, Sabrina Rojas aseguró: "Sí, yo estaba rota. Si bien se nos había terminado el amor, estábamos separando la familia para siempre. Es una decisión muy grosa porque los niños estaban acostumbrados a vivir con mamá y papá. Era una tristeza de la que yo pensé que no iba a poder salir. Después la vida se acomoda y te das cuenta de que ellos empiezan a acostumbrarse a vivir de otra manera".