El domingo, por decisión del público, Romina Uhrig fue eliminada de Gran Hermano y quedó a un paso de la final -que tendrá a Julieta Poggio, Marcos Ginocchio y Nacho Castañares como candidatos al título-.
En diálogo con Buen Telefe, la ex participante del reality rompió el silencio y se refirió a las acusaciones que recibió por su pasado como funcionaria pública. "En los medios se dijeron mentiras de mi sobre la política, sobre las cosas que tenía, que cobraba un sueldo de tanta plata... No soy tonta, no me voy a exponer en la tele si tuviese cosas ocultas: todo sería mucho más fácil y evidente. Yo estoy muy pero muy tranquila", sentenció.
Consultada sobre las declaraciones de Walter Festa -quien dio a entender en una entrevista con Jorge Rial que ella podría volver a la política si hubiese un llamado de Cristina Fernández de Kirchner- Romina confirmó que su ex marido fue malinterpretado. "No entré a Gran Hermano porque quería ser candidata. Yo ya dije, con la política no quiero", resaltó.
Su labor social y el después de Gran Hermano
En la gala de debate que se llevó a cabo el martes pasado, Romina también contó cómo fue su infancia y qué espera de ahora en adelante. "Mi sueño siempre fue trabajar en la tele, en los medios. Yo veía Chiquitas y soñaba con estar ahí. Después iba sola a los castings de Telefe pero me pedían books de fotos y no tenía plata para hacerlo, así que nunca pude", recordó.
Durante la entrevista que realizó Buen Telefe, Romina habló de su labor social y explicó cómo va a continuar con las tareas comunitarias que realizaba como diputada. "Me gustó mucho el trabajo que hice. Estoy esperando a Juli (Poggio) para ir a los merenderos o a los centros de jubilados a cocinar, que es lo que yo hacía", confesó.