La periodista Romina Maguel brindó un móvil para Socios del Espectáculo, donde habló de la actualidad de La Peña del Morfi. La mujer fue una gran amiga de Gerardo Rozín, y aseguró que desde su partida, no volvió a mirar el programa. Además, lanzó una contundente opinión.
"Gerardo (Rozín) es mi amigo del alma, de 30 años. Yo no seguí viendo la Peña, porque a mí me genera nada. Para mí, la Peña, y lo dije en su momento y no me quiero pelear con nadie, pero la Peña era Gerardo, el alma del programa, la cabeza, el amor a los artistas", comenzó diciendo.
"Para mí, me parece que podrían haber buscado otro formato, no lo siento como un producto de Gerardo, no es que el dejó a alguien para hacer La Peña, porque era el. Hay programas que sobreviven a los conductores o formatos, y otros que no", lanzó.
"Gerardo hizo ese programa enfermo, con mucha dificultad, sentado en un taburete, amaba ese programa. Encontró las ganas de hacerlo y pelearlo, lo disfrutaba. Para mí Jessica (Cirio) se debería haber ido también del programa. La Peña es Gerardo Rozín, sin el es otro programa", cerró Maguel.
Romina Manguel contó cómo fueron los últimos meses de vida de Gerardo Rozín: “Me llamaba a las 12 de la noche todos los días y hablábamos de la muerte”
La muerte de Gerardo Rozín fue un golpe muy duro para el mundo del espectáculo argentino. Su pasión y dedicación por la televisión siguen vigentes hasta el día de hoy. Y como su recuerdo esta tan presente, fue imposible para Romina Manguel no mencionar lo que vivió junto a él en sus últimos meses de vida.
La periodista se sinceró con Andy Kusnetzoff y reveló momentos que nadie conocía del conductor de la Peña de Morfi. “Gerardo siempre supo que se iba a morir, desde el primer día del diagnóstico. Y él trataba de convencer a sus amigos más íntimos y queridos. A mí me decía ‘me voy a morir, eh’”, dijo y explicó que el Rozín quiso alivianar el golpe que le generaría su partida.
“En los últimos tiempos, él me llamaba todas las noches a las 12 de la noche. Y era una carga fuerte porque, primero nos reíamos mucho, y después terminábamos hablando de la muerte, de las cosas que él quería cuando se muera y me pedía que yo lo anote", contó con mucha emoción.
Pero a pesar de poder mantener charlas muy profundas con el conductor, esto le terminó haciendo daño a Romina y tuvo que pedirle a su amigo que no la llamara más. “Yo terminaba llorando a veces hasta las 5 de la mañana y me acuerdo que hablé con mi analista de esto y con mis amigos, y decidí hablar con Gerardo para decirle que no podía soportar esto porque me dejaba rota todas las noches y yo no puedo no dormir porque, además, tengo dos hijas”, expresó.
Para poder expresarle esto de no continuar con sus charlas nocturnas, los dos se reunieron y la respuesta del conductor la dejó en shock: “Cuando me senté con Gerardo le dije que me estaban haciendo muy mal estas llamadas a la noche. Y él me responde ‘ah, bueno. Yo me voy a morir pero la señora no duerme. ¿Sabés qué? No me importa que no duermas, tomate algo después. Yo me voy a morir y cuando me muera, vas a dormir. ¿Me entendiste? No se charla más del tema’”.
Por último, la periodista confesó que lo extraña mucho y que le hace mucha falta su compañía: "Lo extraño físicamente. Necesito tocarlo, necesito olerlo, necesito sus remeras. No sabía que existía la orfandad de amigos, todo lo que construimos estos años se fue. ¿Dónde está eso? Eso no está".