Fue uno de los protagonistas de la segunda edición de +GENTE, la fiesta que celebra la diversidad. Bajo la consigna "Más es más", personalidades del espectáculo y referentes del colectivo LGTBQ+ posaron con los más variados looks en la rainbow carpet que vistió el Palacio Alsina. Dentro de la comunicad, la figura de Rodrigo Lussich es otra de las que tiene peso con una opinión contundente -y crítica- sobre el “posible avasallamiento de los derechos conquistados”.
Allí, y en el marco del Día del Orgullo, el conductor de Socios del espectáculo dijo que “el orgullo se pelea todos los días” y consideró “que nos encontramos en un momento en el que tenemos que estar muy atentos, porque hay amenazas para cercenar el orgullo y los derechos”. En diálogo con Revista GENTE sostuvo que “es tiempo de estar mucho más empoderados y atentos para que cada acción, por pequeña que sea, colabore para afrontar y defender cualquier embate que pueda existir sobre todos los derechos que tanto costaron adquirir”.
“Existe toda una corriente muy en contra de todo lo que logramos durante tantos años, y otra que se ha empoderado con lo que significa el voto popular y ganar una elección: la democracia nos incluye a todos, así que estemos atentos para no perder los derechos evolucionados conseguidos, estemos atentos a no perderlos. Hay que estar en señal de alerta y movilización, como hacen los gremios”, siguió.
-¿Hubo un momento en el que empezaste a sentirte como eras verdaderamente?
-La verdad es que fue algo paulatino para mí: no es que un día salí a contarlo a los cuatro vientos. Fue algo que se dio naturalmente. Un día empecé a hablarlo con naturalidad, como lo he hecho en mi vida privada con mi familia, con amigos, y se fue incorporando. Inclusive hay gente que tal vez no lo sabe... No hago de eso una bandera, no trabajo en función de eso, pero tengo claras mis convicciones, mis orígenes, quién soy, y lo que voy a defender cuando sea necesario. Eso no significa que no haya cometido errores, también por una cuestión generacional, de una crianza o de una manera de pensar despectiva para mi propio colectivo. Habiendo sido discriminado, uno también puede terminar discriminando. Es un aprendizaje diario, sobre todo para los que tenemos algunos años más y nos criamos con otra bajada e incluye un supuesto humor que no le causa gracia a nadie, pero durante muchos años se usó. Uno también fu aprendiendo.
-Muchas veces el humor se mezclaba con palabras desafortunadas.
-En este sentido está bien que el colectivo lo marque, que lo combata. Yo no estoy a favor de la política de la cancelación, de ninguna manera. Creo que los extremos lo único que hacen es boicotear carreras, y es menos lo que consiguen que lo que logran. Pero si te mandas una cagada, te la tienen que decir y claramente uno tiene que saber ser humilde, pedir disculpas y aprender de eso. Sobre todo aprender, para que no te vuelva a pasar, aunque todos somos falibles.
-En estos años, ¿hubo algún momento en donde sentiste que la pifiaste?
-Yo había entrado a Intrusos con todo el furor de los Escandalones en 2020. Justamente para esta fecha habíamos armado un informe dentro de esa sección con el nombre “Orgullo”. Era un programa como el de Rial, que fue siempre muy misógino, muy machista, muy mataputo. Pero abrió cabezas también. Lo venía haciendo ya él con otras incorporaciones, notas feministas, había toda una corriente positiva. Pero bueno, dejaba de ser ese Intrusos tan patriarcal, ¿no? Volviendo a ese escandalón del orgullo, tuve mucha felicitación: las redes explotaron. Al mes, hablé despectivamente de una chica trans, mediante una bajada humorística que no correspondía, y tuve una corriente hate muy fuerte. Aprendí la lección.
-¿Y cómo se superó esa corriente hate?
-Como pasa siempre con los haters, creo que más allá de que el motivo era lícito para reproche, que está bien que me lo hayan marcado, aparece esto de los extremos de los que hablaba antes. Hay que dejar que el tiempo pase, que el agua baje, aunque las disculpas en general no alcanzan, y se debe demostrar con el tiempo que uno no se la vuelve a mandar.
-En el contrapunto, ¿cuándo sentís que la pegaste profesionalmente?
-En esta última etapa de la carrera. Pero yo no sé qué es pegar, yo creo que uno no llega a ningún lado: uno construye. Durante esta última etapa, desde hace cuatro años, a partir de mi entrada para conducir Intrusos junto a Adrián Pallares y la llegada de ambos al eltrece con Socios.., siente que mi carrera creció y que estoy haciendo las cosas bien. Después, hay matices, pero creo que uno no la pega nunca, uno está siempre ahí tratando de construir. Es un largo camino.
Las confesiones amorosas de Rodrigo Lussich
“No sé si podría estar con alguien del medio, aunque hay gente del medio que me ha gustado y no me ha dado bola. Lo intenté y no tuve suerte. Uno invitó a salir gente… y no dan pelota”, recuerda Lussich sobre sus andares amorosos en tiempos en los que, admite, está decidido a darle más atención al trabajo.
-¿Hoy en lo sentimental cómo estás?
-Mal. (risas) No estoy depresivo, no estoy triste, pero estoy solo. Y sin hacer nada para cambiarlo. Si bien me encuentro en aplicaciones como Tinder o Happen, es más por inercia que por real intención de conocer a alguien. Porque tampoco creo en que se conozca a alguien para toda la vida o para iniciar una relación estable. Como mucha gente lo consigue, seguramente tiene que ver con mi prejuicio. Pero no vengo en un momento de gran apertura. Me estoy dejando ser, también. Fui muy noviero, tuve relaciones largas: una de diez años, y dos de tres. He convivido, me he enamorado mucho. No por la cantidad de veces, sino por la intensidad de ese amor. Las veces que me enamoré siempre fue algo muy intenso. Y bueno, llega un momento que te cansás de estar tan pendiente.
-¿Con las puertas abiertas?
-Mejor soltar y que si tiene que pasar, pase. Ahora quizá no tengo tanta predisposición. Pero calculo que si me pasa por delante, lo veré. Capaz que estoy re en otra y no la veo, muy metido en la profesión, qué sé yo. Son etapas. Trato de no cuestionarme y no castigarme. Cuando pase, pasará.
-¿Qué te dicen cuando te ven en una aplicación? ¿Piensan que sos un fake, como le pasó a Anamá Ferreira al punto de que le bajaron el perfil?
-¡Pobrecita, Anamá! A mí me denunciaron la cuenta una vez, también pensando que eran trucha, porque en general son fotos que uno ha puesto en Instagram. Es como en todos lados: hay gente que sabe de vos y otra que no tiene ni idea -sobre todo los más jóvenes, que ni miran tele-. Cuando salís con alguien que trabaja públicamente, que está asumido públicamente, capaz del otro lado tenés chicos que tienen miedo o fantasean que le van a sacar una foto y van a salir a una revista. A veces el prejuicio juega a favor y a veces en contra.
-Sin ir mas lejos, Sabrina Rojas le dio una nota al programa de ustedes y ante nuevos rumores de romance y dijo que son “espantachongos”...
-Por eso. ¡Imaginate a alguien más expuesto!... Yo mis relaciones en general las vivía de esa forma. Pero también tuve una más expuesta con planes de casamiento que después no prosperaron, por decirlo de alguna manera, y también aprendí la lección. Como para decir, bueno, cuando venga el próximo, take it easy, ¿viste?
-¿Te machacás aquella tapa de revista anunciando el casamiento?
-Yo viví muy feliz toda esa etapa. Me quería casar, estaba enamorado. Fue intenso. Después vino la pandemia, los planes se postergaron y en un momento la relación se terminó. No fue nada traumático. Así como fue tan fluido el momento de “nos casamos”, también lo fue el de “nos separamos”. Entonces a la distancia hoy lo veo con ternura. En ese momento lo disfruté.
-Más allá de que estás más conectado con el trabajo, ¿qué tiene que tener un hombre para enamorarte?
-Eso me suena a currículum vitae…
-¿Qué te engancha?
-Y, ése es el problema. Es más lo que no me engancha que lo que me engancha. Me gusta una persona simple, que haga una vida lo más normal posible, que haga su laburo, que compartamos valores, que no sea estridente y no se quiera colgar. Me tiene que aceptar sabiendo que soy un tipo muy distinto a lo que se ve en televisión: alguien tranquilo, aburrido y caracúlico. Los que trabajan conmigo lo saben. No soy una polvorita permanente. Hay gente que puede tener el prejuicio de verme todo el día saltando y cantando en la tele y después piensa que soy un bodrio. Mejor que aparezca alguien que quiera conocerme desde un lugar virgen, si se me permite el término.
-¿Formar una familia es una asignatura pendiente o algo que guardás en segundo plano?
-Uno a la familia la forma como quiere. Hoy mi familia es mi perro. No concibo el término de familia solamente por tener hijos. Si pasara por un deseo mutuo, puede ser. Pero también una familia podemos ser dos.
Fotos: Chris Beliera, Diego García, Alejandro Carra y Rocío Bustos
Video: Ramiro Palais
Retoque digital: Darío Alvarellos y Gustavo Ramírez
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Todas las entrevistas de la fiesta de +GENTE fueron realizadas junto a Simmons, @SimmonsArgentinaok, que con su nueva línea Beautyreast combina lujo, confort y calidad. Así, acompañó a las figuras de la noche en una serie de charlas imperdibles.
La coctelería de la fiesta de +GENTE estuvo a cargo de la galardonada destilería Runa (@runabsas en Instagram), que incorporó opciones especiales para brindar en la pista de baile. El trago más destacado fue el Gin Orgullo, diseñado con Gin Runa de Arándanos, agua tónica, Golden Age Parfait y Glitter Comestible.
El menú destacado de la fiesta estuvo a cargo de SushiClub (sushiclub_ar) que además de agasajar a los invitados con una selección especial de sushi, tuvo una barra exclusiva para que las figuras pudieran acercarse a degustar las piezas durante toda la noche.
Agradecemos a Palacio Alsina por abrirnos las puertas para celebrar la fiesta de +GENTE, a LiendoModels (@liendomodels) por ser parte de la performance de Gustavo Picheta y Fabián Paz, a Leira Catering (@leiracatering) por la gastronomía de la noche, a Let’s Go Productora (@letsgoproductora) por el increíble show de Voguing que disfrutaron los invitados y a Las chicas de Shimmer (@laschicasdelshimmer) junto a @monicapons_eventos por la ambientación del lugar.
