Roberto Piazza se ha destacado en el mundo de la moda por ser bastante innovador y por tomar riesgos con sus diseños. Pero lo que no muchos saben es que antes de llegar a cumplir su sueño de vivir de la moda, tuvo que experimentar una infancia que definió en dos aspectos: “maravillosa” y "diabólica”.
Piazza tuvo una charla muy profunda con Leandro Rud, en el programa "La Noche", donde decidió contar detalles sobre lo que fueron sus primeros años de vida. “Me crié en Santa Fe, en una escuela de provincia, en el río, me tiraba de cabeza y ahora me daría miedo. Teníamos una posición económica muy buena, mi vieja hija de ricos y mi papá ingeniero electromecánico", comenzó diciendo.
La relación con su padre fue muy buena, hasta que a los 11 años descubrió que éste tenía una doble vida junto a su amante: “La llevaba a mi casa y yo le decía tía, tenía una doble vida, con un hijo que se llamaba Roberto”. Y fue en ese momento confesó por qué considera que su infancia tiene una parte diabólica: "Es con mi hermano, yo tenía seis años, cuando hizo la primera violación a mi cuerpo y alma, él tendría 25, me llevó al fondo de mi casa, había caballerizas, en una siesta, me acuerdo el olor, lo que me decía que me calle la boca".
Por otro lado, Piazza explicó que toda su familia sabía lo que sucedía pero nunca hicieron nada para evitarlo, nunca intervinieron. "Mi viejo era machista y jodido, empezó a maltratar a mi vieja, se dio justo como un crack, dividida la familia entre el machismo de mi hermano y papá que trabajaban juntos", relató. Gracias a todo lo que vivía dentro de su casa, el diseñador había llegado a tener una doble personalidad.
A los 15 años fue la primera vez que intento quitarse al vida: “Me quise suicidar, me pelee con todos, rompí vidrios, techo, me pegó mi hermano una trompada y mi papá un cachetazo y fue venganza diabólica la mía”. La segunda vez que la idea del suicidó pasó por su mente y trató de concretarla fue cuando tenía 30 años: “Yo ya era Roberto Piazza. Me enamoré y me dejaron y me quise matar, ahí empecé terapia psiquiatra, siempre había soledad detrás”.
Por el lado profesional, Piazza se mudó a Mar del Plata cuando tenía 18 y allí descubrió lo que era la "noche gay". En ese lugar se dio cuenta que podía ser él mismo. Cuando regresó a su casa, él era distinto y generó que se llevara peor con su familia. A los 21 años, comenzó a hacer crecer su carrera en la moda: “En el ‘82 hice el primer desfile en el Teatro Colonial a beneficio de los combatientes de Malvinas, después empecé a vestir a Mirtha Legrand, Susana Giménez, Moria Casán”.