La caza es una de las aficiones más polémicas de varios miembros de la realeza. No solo la reina Isabel II no duda en exhibir su pasión si no que se desplaza a Balmoral para su práctica, que es toda una tradición en su familia.
Esa afición que fue reprobada por Meghan Markle y el príncipe Harry y que en mayo fue foco de críticas para el príncipe Emanuel de Liechtenstein, quien cazó un oso pardo de forma ilegal, ahora puso contra las cuerdas al rey Alejandro de Holanda (54).
El royal deberá renunciar a 4,3 millones de euros si quiere continuar cazando. Cada año el monarca holandés cierra en diciembre las tierras del palacio de Het Loo, la residencia familiar veraniega, para disfrutar de ella de forma privada.
Durante su uso privado, Alejandro lo utiliza para seguir desplegando la repudiable práctica de la caza de animales, que la ciudadanía holandesa ha reprobado recurrentemente. Ahora, este año podría ser el último que el marido de Máxima Zorreguieta (50) lo hace con tanta libertad.
El palacio de Het Loo, la reserva natural en la que Alejandro practica caza
Es que aunque la familia de la Casa de Orange goza de las instalaciones de ese palacio, la residencia pertenece al estado. La reina Guillermina la cedió tras su muerte con la condición de que estuviera reservado al uso real. Pero su terreno es una importantísima reserva natural de más de más de 10 mil hectáreas.
El monarca recibe 4,7 millones de euros en concepto de subsidio para mantener los jardines de esa propiedad, toda una maravilla que es considerada por como los Versalles holandeses. Esa suma se le entrega cada cinco años pero con algunas condiciones.
Entre los requisitos que deben cumplir se encuentra el de que las instalaciones se encuentren abiertas al público al menos 358 días al año. Detalle del que Alejandro incumple. Es por eso que políticos como la ministra de Agricultura, Carola Schouten, del partido ‘cristiano social’ Unión Cristiana pretende que el rey se adecue a la ley y cumpla sus obligaciones.
Ahora el rey está entre la espada y la pared, ya que si quiere seguir manteniendo el subsidio recibido tendrá que elegir una sola hectárea de las 10.400 con las que cuenta y solo durante siete días al año. Esa disposición se impondrá a partir del año que viene.
El monarca tiene como plazo el 1 de enero próximo para tomar una decisión. Mientras la ciudadanía rechaza su afición a la caza, la corona holandesa debate detalles como si puede decidir cuándo abre el palacio al público y si puede restringirse a los derechos de uso.
La decisión de Alejandro de Holanda es clara: tendrá que buscar otro lugar para cazar o renunciar a la suma millonaria y hacerse cargo de su bolsillo para cubrir el mantenimiento de los terrenos de Het Loo.
Fotos: Fotonoticias.