La relación más larga de Lucía Celasco (27) hasta el momento es la que mantuvo con Joaquín Rozas, el empresario gastronómico con quien estuvo cinco años. Una de las clásicas postales de ese romance fue en los atardeceres de Punta del Este o andando en moto, recorridos tantas veces retratados por los paparazzi.
Foto: Archivo Atlántida.
Ahora, tras un descanso en Tulum, la nieta de Susana se instaló en el Este, donde se dejó ver con Gianmarco Dolce (27), el hijo de la reconocidísima modelo de los noventa, Bárbara Durand, confirmando el "romance del verano".
El detalle es que esta temporada la estadía de Lucía en Uruguay no es en La Mary, el refugio de la diva –donde ella cuenta con espacio propio y a su gusto para instalarse– sino en la casa marítima de los Dolce/Durán en Pinar del Faro.
Además de compartir tiempo con Bárbara y Gian Dolce, los padres de su novio, la It girl y Gianmarco hicieron playa en La Brava, donde tomaron sol, se dieron chapuzones en el mar, compartieron caminatas en la orilla y se besaron a la vista de todos.
El vínculo entre Lucía y Gianmarco, que se afianza en la arena esteña, data de seis meses atrás y, según trascendió, ya fue oficializado con ambas familias. Según consignó La Nación, la influencer sólo interrumpió sus días de relax para viajar a Montevideo, ciudad en la que tramita la residencia.
Gianmarco Dolce, el novio de Lucía Celasco: lo llaman 'Gianito' y es modelo
Su entorno más íntimo lo apoda 'Gianito'. El ex alumno del exclusivo colegio Godspell y único hijo varón del matrimonio Dolce Durand continúa la herencia de su madre y prueba suerte como modelo. Gianmarco, de 1.82 metro de altura, fue fichado hace un tiempo por la agencia mexicana GH Management.
También fue protagonista de un fatídico accidente automovilístico en 2013, que provocó la muerte de tres personas en la Panamericana mientras él estaba al volante de una camioneta, por lo que se lo imputó por homicidio culposo. Según resaltó La Nación, esa causa –abierta cuando tenía 19 años– fue archivada un año después, luego de que las partes llegaran a un arreglo en una mediación penal.
