La entrevista se grabó en febrero y generó gran expectativa en todo el mundo. A un año de que los duques renunciaran a sus compromisos en la realeza británica y se establecieran en Estados Unidos, se esperaba que Harry (36) y Meghan Markle (39) tuvieran mucho que decir de la familia real.
Y así fue. Hubo quienes describieron al show como un "sincericidio" de parte de la actriz californiana. La charla entre Oprah Winfrey y los duques duró unas dos horas y despertó a aliados y detractores.
Entre múltiples declaraciones explosivas, aplaudidas por unos, cuestionadas por otros, Markle señaló: "No sé cómo esperan que después de todo este tiempo todavía permanezcamos callados si la monarquía perpetúa falsedades sobre nosotros y si corremos el riesgo de perder cosas. Bueno, ya se ha perdido bastante. Es realmente liberador tener el derecho y el privilegio, en cierto modo, de decir, 'sí, estoy preparada para hablar'”.
Por supuesto, las declaraciones de Harry y su esposa Meghan, embarazada por segunda vez -¡Archie tendrá una hermana!- no podían pasar inadvertidas para la Corona británica.
Hace 14 meses el hijo menor de Lady Di y el Príncipe Carlos anunció que renunciaba a ser parte activa de la familia real. Desde entonces y a pesar de que el confinamiento podría haber distraído la atención, la relación de la pareja con los diversos miembros de la Casa real, así como su pasado, fue tema de conversación y debate.
Lejos de Windsor, y con cierta rebeldía hacia la corona que ponen de manifiesto en muchas de sus acciones y declaraciones, Harry y Meghan decidieron grabar la entrevista con Oprah sin pedir permiso o siquiera consultarlo con la reina Isabel.
Mientras las polémicas declaraciones de los duques de Sussex todavía hacen eco en diversos rincones, la familia real británica evalúa si ameritan una sanción. Voces oficiales señalaron que "nada está fuera de la mesa", mientras que extraoficialmente se habla de la posibilidad de solicitar a la pareja que devuelva sus títulos reales.
Fuentes oficiales informaron también que la Reina de Inglaterra manifestó su disgusto ante la decisión de Harry y Meghan de exponer sus vidas en una entrevista en profundidad como las que realiza en su show Oprah Winfrey. Es sabido que Isabel II es quien tiene la última palabra respecto a las posibles represalias de la Casa Real.
Los cruces entre la pareja y la casa real no son nuevos. Ni tampoco unidireccionales: Markle ha sido acusada de maltratar y humillar al personal del palacio durante su estadía en Inglaterra. Por supuesto que ella desmiente estas versiones.
