Esperando al carroza no solo presentó una historia atrapante, interpretada por excelentes actores, sino que logró dejar en la memoria colectiva de los argentinos frases que se popularizaron hasta el día de hoy. Una de las más recordadas es la dicha por la actriz Andrea Tenuta y gracias a la cual su personaje constituyó una parte importante del film y de la vida cotidiana del público.
Tenuta nació en Uruguay y es hija de dos reconocidos actores: Juan Manuel Tenuta y Adela Gleijer, por lo que la actuación la lleva en la sangre. Desde pequeña se acostumbró a moverse dentro del mundo del teatro y afirmó que su momento favorito era cuando escuchaba a sus padres llegar a casa una vez finalizada sus funciones. Uno de los eventos inesperados de su vida se dio cuando, todavía siendo pequeña, asistió al estreno de la obra Esperando la carroza sin saber lo que el futuro le esperaba.
Con el paso de los años, Andrea comenzó a dedicarse más a perfeccionarse en la actuación y mientras lo hacía consiguió trabajar como empelada en una pizzería o también en un estudio de arquitectura, entre algunos de los muchos empleos que tuvo. Su gran oportunidad se dio cuando en 1985 se sumó a dos producciones importantes para el país: La historia oficial y Esperando la carroza.
"Mamá, dice doña Elisa que nos vayamos todos a la mierda", fue la icónica frase que su personaje, expresó y pasó a formar parte del vocabulario cotidiano del público. Matilde era la hija de Elvira (China Zorrilla) y Sergio (Juan Manuel Tenuta), y se caracterizaba por tener una personalidad bastante activa e irritante en algunas ocasiones. La química entre Andrea y la China logró que todas sus interacciones crearan una comedia particular para la película.
Después del boom que significó esta película, Andrea decidió que no quería dedicarse más a la actuación y gracias al amor, pudo seguir adelante con otro capítulo en su vida. En el año 2000, conoció al director de cine José Luis Garci, se enamoraron, la actriz decidió mudarse a España con él, se casaron y tuvieron tres hijos. Allí, a pesar de no actuar, trabajó para la productora de su esposo.
Hace más de 20 años que se fue de Argentina, no miró atrás y a sus 64 años no tiene planeado volver a estar frente a las cámaras ni a mostrarse en redes sociales. "Ya dejé una huella bonita. Ya está. Tengo muchos libros y películas por ver como para dedicar ese tiempo, por ejemplo, a las redes sociales", confesó en una entrevista con Clarín.
