La desaparición de Naya Rivera en el Lago Piru el 8 de julio último causó conmoción en la sociedad. Lo que siguió fue aun más desgarrador. Desde las palabras de su hijo hasta el momento en que su cuerpo fue hallado en el lago.
Conocida principalmente por su rol en Glee, y con el antecedente de otras inesperadas muertes de integrantes del elenco de la serie, su caso generó versiones más allá del informe oficial que dio a conocer el equipo forense. De hecho, los fans de la serie asociaron enseguida que el mismo día en que fue hallado el cuerpo de Rivera se cumplía un nuevo aniversario de la muerte de Corey Monteith, otro actor de la serie.
La trama tenía aún muchas sorpresas para quienes siguieron el caso. Desde el dolor manifestado por su ex, Ryan Dorsey (37), hasta la mudanza de su hermana Nickayla (26), que está conviviendo con el actor en el afán de cuidar mejor al pequeño Josey (5), hijo de Naya y Ryan.
En los últimos días se hizo pública la decisión de Dorsey de denunciar al condado de Ventura, donde falleció su ex esposa. La demanda fue presentada en nombre de su hijo, de quien es tutor legal, ante el Tribunal Superior de Ventura, California.
En el documento se señalan las dos causas de la demanda: muerte por negligencia e imposición negligente de angustia emocional. Los documentos presentados señalan que el reclamo pretende "recuperar la pérdida o el daño que Naya haya sufrido antes de la muerte, incluidas las sanciones legales o daños punitivos a los que Naya habría tenido derecho si hubiera vivido".
Además, los demandantes desean un juicio, en el que se evalúen "daños reales, compensatorios, consecuentes y punitivos en cantidades que se fijarán en el juicio". La denuncia detalla que el bote que Naya había alquilado "no estaba equipado con una escalera de acceso seguro, una cuerda adecuada, un ancla, una radio o cualquier mecanismo de seguridad para evitar que los nadadores fueran separados de sus barcos".
Esta información se dio a conocer tras la investigación llevada a cabo luego de la muerte de la actriz. Tal pericia también indicaba que "no hay un sólo letrero en ninguna parte advirtiendo sobre las fuertes corrientes del lago, los vientos fuertes de baja visibilidad, la profundidad cambiante del agua, las cuevas submarinas, las repisas, los desniveles, los árboles, la maleza y otros desechos que congestionan sus aguas debido a los vientos y los niveles de agua cambiantes".
La documentación en cuestión admite que la persona a quien Naya le alquiló el bote le ofreció un chaleco salvavidas, que la actriz de Glee prefirió no usar, ya que era un accesorio optativo.
Quienes siguieron de cerca el caso recuerdan el desgarrador testimonio de Josey. Según contó el policía a cargo de la búsqueda, "Josey se apoyó en el barco, que se balanceaba con fuerza. Sabía que Naya estaba en el agua y la escuchó gritar: '¡Ayuda! ¡Ayuda!'". En la denuncia consta que el pequeño buscó sin éxito una cuerda para auxiliar a su madre.
Según los documentos presentados, "Josey miró hacia atrás en busca de su madre y vio que Naya había desaparecido. Gritó pidiendo ayuda y lloró solo en el bote hasta que un agente de alquiler de botes lo encontró más de una hora después".
Finalmente, el cuerpo de la joven fue hallado el 13 de julio. Tenía 33 años y según el informe forense murió por ahogamiento. En ese momento, los documentos detallaban: "Dada la aptitud física excepcional de Naya, su relativa juventud, sus sólidas habilidades de natación y su poderoso amor por Josey, seguramente luchó poderosamente para regresar al bote y sucumbió al agotamiento durante al menos unos minutos".
Días más tarde fue enterrada en Los Ángeles.
A cuatro meses del fatal accidente, Dorsey sostiene que su muerte fue "totalmente prevenible" y asegura que "la negligencia fue clave para la posterior muerte de Naya por ahogamiento".