Meghan Markle se podría convertir en una pieza fundamental en el juicio contra el príncipe Andrés tras la denuncia presentada por la acusadora de Jeffrey Epstein, Virginia Roberts Giuffre.
Virginia es una de las supuestas víctimas de la trama de tráfico sexual de menores del magnate estadounidense, amigo del duque de York.
La mujer lleva asegurando mucho tiempo que Andrés la agredió sexualmente cuando era menor de edad, lo que se materializaba el pasado agosto en una demanda, amparándose en la Ley de Víctimas Infantiles de Nueva York. Mientras, el hijo de Isabel II ha negado categóricamente cualquier tiempo de relación con ella.
Así que David Boies, el abogado de Virginia Giuffre, aseguró que la duquesa de Sussex podría convertirse en la candidata ideal para aportar su testimonio. Primero, porque es ciudadana estadounidense y vive allí, por lo que está sometida a las leyes del país. Segundo, y en palabras del propio letrado, se trata de "una estrecha colaboradora del príncipe Andrés y, por lo tanto, está en condiciones de haber visto lo que él hizo". Y tercero, y también en sus propias palabras, "debido a su asociación pasada con él, es muy posible que tenga conocimientos importantes".
La denuncia por violación contra el Príncipe Andrés de Inglaterra
Giuffre alega en su denuncia que cuando tenía 17 años fue forzada a mantener relaciones sexuales con el príncipe, algo que le ordenaron hacer Jeffrey Epstein, el fallecido magnate acusado de gestionar una red de tráfico sexual de menores conectada a importantes figuras del mundo de la economía y la política, y su mano derecha, Ghislaine Maxwell.
Epstein se suicidó en agosto de 2019 en una celda neoyorquina poco después de ser arrestado, mientras que Maxwell permanece en otro centro penitenciario de la Gran Manzana acusada de ayudar al empresario a reclutar a menores para sus actividades de tráfico sexual.