A más de 7 meses de la muerte de Anahí, Raúl Rizzo volvió a los escenarios con la obra “Rojos, globos, rojos”, en el Centro Cultural de la Cooperación. Tras uno de los golpes más grandes de su vida, el artista reveló cómo sobrelleva este difícil momento.
Respecto a este desafío laboral, indicó a Teleshow: “Es casi un unipersonal, porque mi personaje, que es El Cardenal, lleva el 90% y un poquito más de la acción junto con mis dos compañeras, las actrices Gabriela Perera y Marta Igarza, que son las Hermanas Popis".
Además aseguró que se siente un "privilegiado" por haber finalizado la grabación de una tira audiovisual: "Como digo siempre, antes competíamos entre nosotros los actores, pero había trabajo. Ahora competimos con todos los actores del mundo debido a las plataformas”.
En esta charla, el actor recordó uno de los momentos más frágiles de sus últimos años: “Yo el año 2021 casi me lo pasé internado por Covid. Fueron tres meses alimentado a sonda. Perdí entre 12 y 15 kilos, parecía un tero".
"Me hicieron una traqueotomía: estaba entregado. Pinchazos todos los días. Lo más terrible fue que, dormido, tendía a sacarme la sonda, como un reflejo, así que me terminaron atando las manos”, detalló sobre ese difícil cuadro médico que atravesó.
sobre la repentina muerte de Anahí, el actor expresó a dicho medio: “Los hijos despiden a los padres, no al revés. No podés dimensionarlo. Yo opté casi como un ejercicio de llevar a mi hija a todas partes. Está conmigo, siempre acá adentro mío. Salgo al escenario y está conmigo. Ahora que estamos hablando, está conmigo. Ella está conmigo siempre. Es la única forma de transitar y de convivir. Ya se cumplieron seis meses desde que partió”.
Además, indicó cómo sobrellevó esta grandísima pérdida: “La decisión de hacer esta obra inmediatamente, más allá de las ganas que yo tenía cuando me la ofrecieron, estaba marcada por ese episodio también. Era una manera de ser yo en algo que quiero hacer y me permitía sobrellevar la situación todavía mejor, haciendo algo que yo quería hacer, no solo hacer teatro, sino hacer algo que a mí me gusta hacer en teatro. Porque si pienso el hecho de haber pasado eso y encima sin tener posibilidad de actuar o de nada, hubiera sido dolorosísimo. Más, mucho más doloroso”.