En 2019, un contrato con una cláusula engañosa le valió presente y futuro a Paulo Londra (23). El músico cordobés que trabajó en Ed Sheeran firmó –engañado, según él– un papel que lo liga hasta el 2025 con el colombiano Ovy On The Drums, productor que trabajó con artistas como Karol G, Tini, Anuel y Nicky Minaj.
Londra acusó haber sido estafado por la productora de Ovy, Big Ligas, quien detenta la potestad de las regalías de sus canciones y el posible uso de su voz por cuatro años más. Por eso es que, casi encarcelado, Paulo no puede sacar nuevos hits ni compartir su música porque si lo hace puede ser penalizado.
Mientras Ovy continúa creando éxitos y cosecha reproducciones con su último single lanzado en abril (Angelito, junto a Beéle y Bad Milk), Londra pasa sus días en su Córdoba natal pero esperanzado con la idea de ganar el juicio. "Voy a volver más fuerte que nunca se lo prometo a los que están desde que saque Relax", dijo hace unos días en Twitter.
Anoche, el artista de trap se volvió a convertir en Tendencia en Twitter. Su fandom está en vilo con posibles noticias respecto al triunfo en su acción legal contra el productor. Es por eso que abarrotaron la red creada Jack Dorsey rezando que haya ganado el juicio.
"Todos entrando a Twitter cada cinco minutos para ver si se confirma lo del juicio de Paulo Londra", "Atentos a si salió información del juicio de Londra", y "Messi salió campeón, Duki sacará una session con el Biza y ahora solo falta que Paulo gane el juicio para morir en paz", fueron algunos de los mensajes de los "londristas".
En marzo de 2020, Londra inició una demanda judicial ante la productora. Ante la inactividad obligada y la posibilidad de trabajar con libertad con su música, que es su capital creativo, muchos artistas se unieron para apoyarlo en una suerte de movimiento llamado #FreePaulo, al mejor estilo de la defensa del fandom de Britney Spears para lograr que se libere de la tutela de su padre.
El contrato abusivo por el que Londra no puede lanzar música si no es a través de Big Ligas
Hace muy poco, Alicia Vargas, abogada de Pablo Punch, primer manager de Londra, aseguró que se trata de un "contrato abusivo". “Paulo confió y firmó, pero no leyó. Entonces asumió de manera voluntaria un compromiso de no cantar por fuera de la productora”, explicó.
La realidad es que Londra podría incumplir el contrato, pero esa acción tendría consecuencias legales que derivarían en una penalidad económica.
“No existe un cepo internacional donde él esté vedado de cantar. Pero sí debe tener una gran penalidad impuesta y deberá soportar esa multa económica”, detalló Vargas sobre el titánico contrado que le impide producir y difundir su obra si no es a través de Big Ligas.
“Paulo Londra es un artista brillante, que va más allá de lo común. Marca un género, es un iluminado en su área. La versión del engaño puede ser un argumento legal, pero tendrá que demostrar que hubo un aprovechamiento contra él”, indicó la letrada sobre la batalla judicial que mantiene el artista con su ex productor.
Se espera que si gana el juicio, el cordobés demande a Ovy on the Drums por el perjuicio económico que le ocasionó haber estado fuera de escena.
