Norberto ‘Chiqui’ Grosso: “Espero que mi historia sirva de inspiración ¡Todo es posible, sólo hay que proponérselo!” – GENTE Online
 

Norberto 'Chiqui' Grosso: “Espero que mi historia sirva de inspiración ¡Todo es posible, sólo hay que proponérselo!”

A los 38 años era dueño de la mejor agencia de autos de la Zona Oeste, pero sentía que algo faltaba en su vida. Y durante un viaje a Santiago del Estero decidió iniciarse como piloto de autos de carrera. Hoy es uno de los principales animadores de la categoría TopRace Series y pelea mano a mano con los mejores. La historia de Chiqui, el hombre que sostiene: “No hay edad para cumplir un sueño”.

El último fin de semana pintaba para ser perfecto. El sol pegaba de lleno en la pista del Autódromo Oscar y Juan Gálvez; Buenos Aires lucía primaveral en pleno mes de julio.

La mañana del domingo asomaba diáfana, despejada. En las pruebas de clasificación del viernes, el Subaru azul número 32 había hecho los mejores tiempos del año; en el sprint del sábado se quedó con el segundo puesto.

Luego de tres días a toda marcha, la carrera final arrancó con un Norberto Grosso (41) afiladísimo, veloz, a milésimas de segundo del chaqueño Oscar “Zapallito” Sánchez, puntero del campeonato.

Chiqui (apodo que heredó de su papá Norberto, fallecido hace cuatro años) había planeado una carrera larga, y a dos vueltas para el final tenía decidido ir en busca del primero. Ese resultado lo iba a colocar en el sexto puesto del campeonato.

Como si se tratara de Rayo McQueen... ¡aceleró a fondo! Pero el Diablo metió la cola: en el último giro, la caja de cambios se plantó en primera... Precisamente su primera carrera del año se le escapó de las manos. Cuando Norberto bajó del auto e ingresó a boxes, no hubo gritos, maldiciones ni lágrimas.

Con una sonrisa que transmitía calma agradeció a todo su equipo por el trabajo realizado y después de unos minutos reflexionó: “Da mucha bronca... Pero son cosas que pueden pasar en una carrera. Lo importante es que estuvimos a la altura. Si seguimos así vamos a pelear el campeonato. ¡Que nadie tenga duda de eso!”.

EL SUEÑO DEL PIBE

¿Qué provocó esta reacción digna de un budista zen y no de un piloto que acaba de perder su gran chance de subir al podio? La respuesta está en la decisión que Chiqui tomó hace tres años: “Para mí, cada carrera es como soñar con los ojos abiertos. La mayoría de los pilotos lleva años haciendo esto. Crecieron arriba de un karting, se entrenaron desde muy chicos. Yo, en cambio tomé una de las decisiones más importantes de mi vida, la de ser piloto de carreras, a los 38. Pasaron tres años y hoy me doy el gusto de competir con los mejores. No puedo permitirme el lujo de perder esa alegría por la rotura de una caja de cambios...”.

El protagonista de esta historia nació el 20 de marzo de 1980. Creció en una familia de clase media junto a sus tres hermanos, Christian (48), Sol (32) y Celeste (27). Papá Norberto era director del Mercado Central de Buenos Aires y mamá Ester, ama de casa dedicada a criar a sus cuatro hijos. Desde la infancia, el Chiqui mostró un carácter especial, diferente al del resto de sus hermanos. Cuando terminó la escuela primaria decidió no seguir estudiando y se fue a levantar cajones de fruta y bolsas de papas junto a su padre.

Norberto Grosso y su historia de vida (Foto: Damián Barischpolski).

Con la primera plata que ganó y con un “préstamo” que le dieron en su casa se compró una Yamaha 125 y probó suerte como piloto en motocross. Rápidamente se convirtió en experto en motos y consiguió trabajo como vendedor en una agencia oficial en Parque Leloir, al Oeste del Conurbano. Dos años después, cuando nació Lara (hoy 17) –la primera de sus dos hijas (actualmente está en pareja con Marina y fueron papás de Angelina, 3–, comenzó con la compraventa de autos y abrió su propia empresa.

Desde hace diez años es dueño de Golden Car, la agencia más importante de Zona Oeste, que entre importados y nacionales cuenta con un stock propio de 60 vehículos. Aun con su situación económica asegurada, cada vez que Grosso veía una carrera por televisión sentía que “algo” le faltaba. Un buen día, la venta de un Mini Cooper a un empresario muy importante de Santiago del Estero cambió su vida para siempre. “Se lo vendí al ‘Mudo’ Gauna, un personaje divino. Después de eso nos cruzamos en un boliche en Pinamar y al otro día me invitó a Elvis Arena, su propio boliche en Santiago, uno de los mejores lugares que conocí. Nos hicimos muy amigos. Le conté mi sueño de ser piloto y como él tenía contactos con uno de los dueños de un equipo, me invitó a correr”, rememora Norbi.

–¿Te invitó a correr y te subiste, así de simple?

–Así como te la cuento. Ellos me tramitaron la licencia, me prestaron el auto para hacer las pruebas y después de varios ensayos corrí mi primera carrera.

–¿En qué categoría? ¿Cómo te fue?

–En el autódromo de Termas de Río Hondo probé directamente un auto de TopRace. Hice la prueba de clasificación... ¡y salí último! No sabía si me iban a dejar correr. Pero me dejaron.

–¿Y entonces...?

–La carrera duraba 30 minutos. Ni bien dio la luz verde dos autos chocaron en la primera curva. “Ya no voy a salir último...”, pensé. En la tercera vuelta pasé a uno, a dos, a tres... ¡Un sueño! Cuando crucé la bandera a cuadros había quedado en el puesto 14, de un total de 28 autos.

Norberto Grosso y su historia de vida (Foto: Damián Barischpolski).

–Y no paraste nunca más...

–Y, no... ¡ya di mucha ventaja! (carcajadas). Me volví fanático del entrenamiento, de las pruebas en karting, personal trainer, nutricionista, psicólogo deportivo... Todo como si fuera piloto de Fórmula 1.

–¿Cuándo ganaste tu primer carrera?

–En 2019, corriendo en el TopRace Junior. Fui como invitado al autódromo de Concordia, Entre Ríos. Hice la prueba de clasificación y también quedé en el último lugar. Ya en carrera arranqué, empecé a pasar a todos y una vuelta antes del final estaba segundo. Cuando faltaban dos curvas pasé al primero: gané la carrera que todo piloto siempre sueña: arrancar último y terminar primero.

–¿Sos consciente de que tu historia puede incentivar a muchos jóvenes que sueñan con ser pilotos y piensan que es imposible?

–Espero que mi experiencia les sirva de inspiración a muchos chicos. Todo es posible. Sólo hay que proponérselo.

Norberto Grosso y su historia de vida (Foto: Damián Barischpolski).

–Lo increíble es que saliste a las pistas y, como el último fin de semana, corrés de igual a igual con todos. ¿Te lo reconocen los otros pilotos?

–Sí. El domingo muchos vinieron a verme para saludarme, darme aliento y decirme: “No bajés los brazos”. Como le dije a mi equipo, si seguimos por este camino no tengo dudas de que vamos a ganar muchas carreras más.

–En su poema “Instantes”, Jorge Luis Borges hace un repaso de su vida y confiesa: “Si volviera a vivir, correría más riesgos, iría a lugares a donde nunca he ido”. ¿Sentís que tiene que ver con vos?

–Totalmente. Una vez leí ese poema, y de alguna manera fue de gran influencia en la decisión que tomé. La vida es una sola y hay que intentar vivirla a pleno, feliz y haciendo lo que uno ama.

(Foto: Damián Barischpolski).
(Foto: Damián Barischpolski).

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