A solo horas de confirmar la muerte de Jorge Lanata, su esposa, Elba Marcovecchio, se pronunció con un desgarrador mensaje que compartió en sus historias de Instagram.
Desde que el reconocido periodista fue internado en el Hospital Italiano el 14 de junio, la abogada se detenía en la entrada del centro médico para actualizar a la prensa sobre su estado de salud, pero esta vez prefirió vivir su dolor alejada de las cámaras.
Aunque fue abordada por los noteros, mantuvo silencio, y se retiró del velorio acompañada por sus amigas y socias, pero también por sus hijos. "Quiero llevarlos a casa", se le escuchó decir, mientras sus gestos delataban el duro momento que atraviesa.
La mañana de este martes escribió: "No puedo despedirte. No puedo soportar que sea verdad".
La historia de Jorge y Elba comenzó en el año 2020, cuando se conocieron y se enamoraron de inmediato. Ya para abrir de 2022 decidieron dar un paso importante en su relación y se casaron.
Este fue el cuarto casamiento del periodista y el último. Sin embargo, el vínculo de la abogada con las hijas del conductor no fue el mejor, y quedó evidenciado en el último tiempo, con una fuerte interna familiar mientras él se debatía entre la vida y la muerte.
En una de sus últimas entrevistas, Marcovecchio expresó: "Yo lo extraño. Acá está la silla de Jorge en el comedor, que nadie la usa. Y esa silla está esperando a Jorge. Lo quiero ver en casa. Lo que extraño es lo más simple, acá tengo la compu que me regaló Jorge, que es una computadora bien grande, que la uso con él. Y la serie que estábamos viendo, que son de policías medios corruptos, esas series que le gusta ver a Jorge, y yo no la sigo viendo sin él, Sería una infidelidad”, dijo tres semanas atrás.
Cómo reaccionó Elba Marcovecchio al enterarse de la muerte de Jorge Lanata
El escenario del cuarto piso del Hospital Italiano se vio totalmente modificado este lunes desde temprano. Las caras dejaban en evidencia que algo pasaba. Y finalmente ocurrió: Jorge Lanata murió tras casi seis meses de un delicado cuadro de salud.
De acuerdo a la información exclusiva a la que pudo acceder Revista GENTE, pasadas las 13, se vio a una Elba Marcovecchio visiblemente afectada caminando por la sala de espera. “Tenia el maquillaje corrido, signo de que recién había llorado”, afirmó una fuente testigo del delicado momento.
Sobre el cierre de Intrusos, a las 14.44, los tonos de Marcela Tauro y el resto del panel dejaron en evidencia que la información no era buena. Ya en el arranque del ciclo siguiente, DDM, informaron que el comunicador estaba “en manos de Dios”.
Ya en ese momento el panorama en el cuarto piso del Italiano era otro: “Elba lloraba desconsoladamente y se escuchaban gritos”. Esa, según testigos, fue su primera reacción.
Las autoridades del centro de salud, con objetivo de resguardar la privacidad de la familia, cerraron la zona del box 4028 para que no accedieran personas ajenas al personal o la familia.
El cuerpo del periodista fue trasladado internamente pasadas las 16, y Marcovecchio se retiró. Lo hizo escoltada por dos amigas y colegas -una de ellas, la abogada Guadalupe Guerrero- sin pronunciar palabra. "Está muy angustiada, chicos: no va a hablar", le explicó su amiga a uno de los movileros que estaba en la puerta del Hospital.
