Este domingo se llevó a cabo la tercera y última fecha del Primavera Sound Buenos Aires, el festival catalán que desembarcó por primera vez en el país, en el predio de Costanera Sur con seis escenarios y un line up de lo más variado. Arctic Monkeys y Lorde cerraron la jornada que debió adelantar sus horarios por las condiciones climáticas y suspender los conciertos de Japanese Breakfast, Boy Harsher y Beach House.
Con las puertas abiertas desde las 14 horas y un inminente cambio de horarios, la tercera entrega del festival tuvo como protagonista a la banda británica que comenzó con su show cuatro horas antes de lo anunciado, por el pronóstico de tormenta. Exactamente 10 minutos después de las 19 horas, la banda liderada por Alex Turner entonó las primeras estrofas de "Sculputures of Anithing Goes", entre gritos enardecidos y lluvia torrencial.
A ésta le siguieron las ya clásicas: "Brianstorm", "Cornerstone" y "Snap out of it", esta última interrumpida por el agolpamiento de personas que hizo que el vocalista decidiera frenar el show por unos minutos y pedirle al público que "hiciera un paso hacia atrás" para que no hubieran inconvenientes.
Con un setlist reducido -a comparación de su concierto en el Primavera Sound Chile- contentaron a los presentes con algunos de sus máximos hits como "Why'd you only call me when you´re high", "Arabella", "Do I wanna know" y "I bet you look good on the dancefloor". El cierre, al igual que en toda su gira, estuvo a cargo de la balada rockera "505".
Cerca de las 21 horas, Lorde apareció en escena con un impresionante puesta que incluía una escalera interactiva y una "luna" detrás de ella. Con una lluvia que no cesaba, la neozelandesa de 26 años comenzó con algunas de sus baladas como "The Path".
A medida que transcurrían los minutos, el show fue tomando ritmo y Lorde hizo bailar, gritar y corear a miles de fanáticos con éxitos como "Homemade Dynamite", "Buzzcut Season" y "Ribs". Aunque repasó los grandes clásicos de Pure Heroine y Melodrama, esta fue la noche de Solar Power, su más reciente álbum.
A final de cuentas, la lluvia terminará siendo algo anecdótico cuando se recuerde la primera emisión del festival español en el país. Sin embargo, el verdadero recuerdo será el de una jornada que supo combinar lo mejor del pop y el rock alternativo, marcando a una generación que cantó, bailó, saltó y se conmovió con sus artistas favoritos.