Javier Calamaro se encuentra grabando su nuevo disco 'El regalo' que expone algunos de los aspectos más íntimos de su vida. Con el nacimiento de su hija Sacha y su unión familiar en el programa 'La Cocina de los Calamaro' (El Nueve), el músico se encuentra atravesando una etapa de relajación y disfrute. GENTE dialogó en exclusiva con el flamante papá que estará adelantando su próximo álbum este sábado 16 en el Teatro Gran Rivadavia.
El amor a su familia, esposa e hijos, es lo más importante en su vida en este momento. Javier atiende el teléfono para hablar con GENTE mientras su beba, que acaba de aprender a pararse, 'hace sonidos heroicos'. "¿La escuchás?", pregunta enamorado y agrega, "es una cosa que no se puede creer".
Sacha llegó a la vida de Javier y Pochi, su mujer, en noviembre pasado. La niña está a punto de cumplir su primer añito y es la máxima fuente de inspiración para el cantautor de 56 años. "'El Regalo' es el título de la canción que le escribí a Sacha, y es el nombre del disco que va a tener muchos temas inéditos. Es una canción preciosa, me emocionó mucho cuando la canté por primera vez", expresa conmovido ante el tema que compuso cuando su beba tenía apenas 4 meses.
"Es maravilloso ser padre a los 56, puedo disfrutar más. Yo la primera vez que fui papá tenia 37 años y estaba mucho de gira, ahora lo vivo más intensamente", reflexiona en referencia a su hijo mayor Romeo (19), "Con el tiempo aprendí a vivir más. En casa está lleno de cosas de percusión maracas, shakers... no se si la llevo por ese lado, pero me di cuenta que eso le divierte mucho. Sacha me ve cantar y se pone a cantar", afirma mientras juega con su beba.
El Teatro Gran Rivadavia abrirá sus puertas para Javier y su show 'full banda' este sábado a partir de las 20 horas. En el concierto, el artista adelantará algunos temas originales del disco que saldrá en el mes de diciembre. "La banda es maravillosa. Yo medio que en un momento los perdí... son todos muy amigos míos, pero en un momento empezaron a tocar con artistas que les pagaban más, entre ellos Palito Ortega", confiesa entre risas mientras asegura que este recital será un 'reencuentro' con su banda de siempre.
- ¿Quiénes van a acompañarte en tu show?
En mi programa - La Cocina de los Calamaro (El Nueve) - tengo en el piano a ‘El Maestro Chapa’. Él toca conmigo desde hace 20 años, entonces para retenerlo y que no me lo robe alguien que paga más (Risas), lo puse conmigo en el programa. Con el baterista me reencontré hace poco, cuando vino Ulises Bueno, él se sumó a tocar la percusión y ahí nos encontramos. También me reencontré con el Indio Márquez, que es el guitarrista que toca conmigo desde hace 24 años, y para mí es el mejor guitarrista que hay en este país. Entonces el primer regalo que nos damos en este concierto es juntarnos luego de estar separados durante años.
-¿Cómo se preparan para el concierto?
El otro día hicimos un 'showcito' en un lugar chiquito de Zona Sur como para foguearnos, viste. Salvando las distancias, hicimos como hacen los Rolling Stones antes de emprender una gira: van a un 'bolichito' y tocan como para sentir esa especie de hermandad que te produce estar en una banda con gente que querés mucho. Estuvimos ensayando mucho, pero parte de los ensayos se hicieron en una grabación para el programa 'La Cocina de los Calamaro', donde tocamos 11 canciones con los chicos. La excusa era más ensayar que grabar el programa de tele.
-¿Con qué se va a encontrar el público en el Teatro Gran Rivadavia?
Vamos a implementar algunos formatos nuevos. En un momento del show, de golpe nos iremos todos para adelante y haremos un set acústico; cambiando todos los instrumentos, como la batería por cajón y percusión. Esto, va a hacer que el show tenga un momento super íntimo. Después, ¡Vamos a subir de nuevo y va a explotar!. Dentro de la parte que sube voy a tocar los temas nuevos, lo pensé de esa manera. Elegí la versión nueva de ‘Quitapenas’, otro que se llama ‘El Kiosco de la Felicidad’; que es el tema más bailable de mi vida, y ese va a ser el punto más fuerte del concierto. Luego voy a seguir con una canción en plan rock and roll, que arranca lento y termina desangrándose. Esos son los tres estrenos, no son cualquiera las canciones, va a ser un gran show. Creo que no hago un show así desde que hice el Ópera hace algunos años.
El rol de Javier Calamaro como conductor de TV
Javier Calamaro es un aficionado por la gastronomía, este año lanzó su reality televisivo "La Cocina de los Calamaro" en donde toda su familia recibe semanalmente, por la pantalla de El Nueve, a un invitado especial que almuerza con ellos en su casa. De manera relajada comparten una charla y disfrutan de una receta elaborada por el propio músico o por "La Pochi", su mujer.
-¿Cómo fue tu primer acercamiento a la cocina?
Mi primer acercamiento vino por mi madre, ella hacía un guiso de lentejas muy rico y yo hago un guiso que - después de 30 años - logró superar al de ella. Cuando era chico yo sentía que tenía una meta: yo no competía contra mis hermanos, competía contra mi mamá (Risas). Ella nunca se enteró, pero era mi meta era superar eso. De pibe yo cocinaba carnes que dejaba macerar toda la noche, me metí en la cocina de chiquito y con mis propias metas poco ambiciosas.
-¿Cuál es tu plato principal?
Yo jamas le diría a nadie que soy chef, a mi me gusta cocinar y punto. Tengo algunas cosas que me salen muy bien, algunas son inventos míos. Hago 10 variedades distintas de carne a la cacerola. Soy imbatible con las carnes, los guisos de verduras... suelo hacer recreaciones de cosas.
-En su momento dijiste que no aceptarías ir a MasterChef...
¡No me gusta que me digan qué tengo que cocinar! Menos 8 horas por día, de lunes a viernes. No me gustan los concursos estos, ni la competencia. No me metería voluntariamente en una, ni por 200 lucas a la semana. Prefiero la pobreza, no me interesa ni un poco.
-¿Te gustaría tener tu propio restaurante?
Tampoco tendría mi restaurante, me parece que el rubro gastronómico es una esclavitud. Me gustaría tenerlo si no tuviera que involucrarme. Voy a tener un restaurante el día que otro se ocupe y que yo solo pueda ir a comer, cocinar y cantar. Porque si yo tuviera un restaurante tendría piano.