María Becerra (21) debutó en el Teatro Gran Rivadavia con la presentación de su primer registro discográfico tras dos años de inactividad por la pandemia, tiempo en el que su presencia en la escena cobró una inmensa popularidad. “Realmente estoy entregando parte de mí hacia ustedes”, dijo en la noche del viernes durante su concierto número 17, de los 22 que tenía programados.
Con una sala repleta y entradas agotadas, la joven de Quilmes sorprendió al público con un show atravesado por hits y 'perreo', en su regreso a la Argentina tras la nominación como Mejor Artista Nuevo en los Latin Grammy 2021.
María de los Ángeles Becerra, también conocida como 'La nena de Argentina', demostró su potencial y su rápido ascenso en el mundo del género urbano acompañada por un grupo de talentosos músicos sesionisas y bailarines. La cantante tocó durante casi dos horas en las que entonó sus principales éxitos como "High", "Acaramelao", Wow wow" y "Antes de tí", entre otros.
La popstar presentó este año su álbum debut 'Animal', donde cada uno de sus 11 singles cuenta con miles de reproducciones en las distintas plataformas y de las cuales 9 ingresaron en Spotify Argentina. En total acumuló 1,2 millones de streams en el país y más de 2,7 millones a nivel global. El álbum también debutó en la posición número cinco en la lista de los Top 10 Album Debuts Global de Spotify.
"Cada canción que escribo la compongo con todo mi corazón y cuando les entrego una canción me estoy desenvolviendo ante ustedes contándoles lo que siento. Gracias por escucharme, de verdad", expresó María Becerra notablemente conmovida ante su fiel público que la sigue en cada paso que da.
El fenómeno María Becerra
María Becerra, es actualmente la artista del pop urbano latino de mayor crecimiento y posicionamiento a nivel mundial, pero lejos de las cifras, también se convirtió en un ejemplo de perseverancia y superación; y en una referente para una generación que la idolatra como a una rockstar. Como todas las estrellas, Becerra, despierta pasiones, llantos y locuras entre el público más juvenil.
Las primeras en la fila del show número 17 de la cantante son Lucía y Mailén, de 23 y 24 años respectivamente, quienes viajaron alrededor de 4 horas junto a una mamá que, un poco 'cansada' de la Becerramanía, afirma que haría cualquier cosa por sus chicas, "Incluso subir al auto y escuchar a María por horas".
Junto a las jóvenes de Lobos, se encontraban Renata (14) y Candela (15), quienes como en una suerte de competencia sobre quién vino desde más lejos, se recorrieron más de 900 km única y exclusivamente para presenciar el concierto en el Teatro Gran Rivadavia.
La comunión entre sus fanáticos es infrenable. Las chicas, se lookean como María y comparten sus conocimientos sobre la artista, mientras aguardan la apertura de puertas en el recinto. "Me gustaría que haga una colaboración con Lali", es una de las frases que más resuena entre los admiradores.
Sin embargo, hay quienes apuestan más allá y esperan featurings con artistas internacionales de la talla de Bad Bunny y Ozuna, o incluso - la ya confirmada canción - con Camila Cabello. Entre papás, mamás, abuelas y abuelos que acompañan esta pasión al pie del cañón, el público de María Becerra es un reflejo de una generación 'sana' y con grandes aspiraciones.
Denisse (21) y Rocío (20), viajaron desde la localidad bonaerense de Caseros para ver a su ídola por primera vez, al igual que tantos otros. "Lo que más nos gusta de María es que es humilde. A ella le costó mucho llegar donde está y ocupar este lugar tan importante. Es un ejemplo de lucha", destacan con total convicción.
Por otro lado, el arribo de un espectáculo con 22 recitales ininterrumpidos, también se convirtió en una fuente de trabajo para los comerciantes y vecinos del barrio porteño de Floresta. Los vendedores ambulantes estuvieron trabajando en cada fecha y "ganándose la vida", rebuscándoselas con la venta de merchandising de la cantante.
"Nosotros hacemos nuetra propia mercancía. Mandamos a estampar las gorras, imprimimos los pósters, armamos las vinchitas", asegura Marta, de 54 años, quien tiene como única fuente de trabajo la venta ambulante en los conciertos del Teatro Gran Rivadavia. Los costos de los sombreros y famosos 'pilusos' rondaban los 600 pesos, mientras que la vinchitas estaban a la mitad de precio.
Aún quedan cinco encuentros de este fenómeno nacido a través de la virtualidad, y que ya es un hecho en carne y hueso. En los próximos meses, 'La Nena de Argentina', viajará a España para llevar su música al festival Riverland Fest, decidida a adueñarse del mundo.