El vínculo entre Meghan Markle y su padre, Thomas, ha sido bastante distante en los últimos años y, él ahora, tampoco tendrá la posibilidad de conocer a su pequeña nieta Lilibeth.
Desde que se comprometió con el príncipe Harry, Meghan Markle y su padre tienen una relación distante, llena de enojos y resentimientos. Si bien nunca fue tan unida como sí lo es con Doria Ragland, su madre, todo empeoró cuando la actriz ingresó a la Familia Real.
Según lo afirmado por la esposa del príncipe Harry en una entrevista, cuando ella ingresó a la realeza, trató de defender a sus progenitores del “frenesí mediático” provocado por el interés sobre cualquier cuestión que rodeaba a su vida.
La relación con su padre, Thomas Markle, se comenzó a quebrar en 2018, cuando este llegó a un arreglo con un paparazzi para que le tomara unas fotos en secreto y simular que no sabía nada. En aquel entonces, la duquesa de Sussex le suplicó que le dijera la verdad, ya que así podría ayudarlo.
En este sentido, Meghan Markle confirmó que sintió esto como una “traición”. “Miro a Archie, pienso en él y no puedo imaginarme haciendo algo intencionalmente que le cause dolor”, señaló Meghan.
A su vez, Thomas le envió al periódico británico Daily Mail una carta que la artista le había escrito y en la que le rogaba que no hablara con la prensa sobre su vida.
Es por esto que Meghan no confía en su padre y ahora no podrá conocer a la pequeña hija Lilibeth Diana que la pareja real acaba de tener para protegerla de cualquier influencia de paparazzis.