Desde hace varios años que Mario Massaccesi (56) dejó de ser sólo periodista. En la actualidad también es coach ontológico, pero principalmente es una persona muy espiritual, un viajero inagotable y un curioso por naturaleza. En las últimas semanas, se sumergió en la cultura asiática al visitar por segunda vez la India y, de forma inesperada, Nepal.
Según le reveló a la revista ¡Hola!, fue la curiosidad lo que lo motivó a dar el salto rumbo a Nepal, pese a que solamente tenía organizada una visita a la India. “Fue una derivación de mi segunda visita a la India", empezó contando Mario.
La experiencia transformadora de Mario Massaccesi
Luego, el periodista oriundo de Río Cuarto, Córdoba, añadió: "Además de talleres, los tres libros, los podcasts y el teatro, con Patricia Daleiro –mi coequiper– estamos haciendo ‘viajes con sentido’: acompañamos a grupos de viajeros que eligen destinos donde es posible, además, hacer una conexión interior, espiritual y reflexiva. Después de India, nos dijimos: ‘¿por qué no cruzamos a Nepal y hacemos nuestra propia experiencia?’".
Entonces, como ninguno de los dos conocía, tomaron la decisión de dar el salto. "Fue un viaje extraordinario, muy movilizante. Nos encanta ser viajeros y no turistas. El turista ve lo que cada destino le ofrece, el viajero experimenta y aprende. En el aprendizaje está el crecimiento interior”, contó.
Cuando le preguntaron por el criterio que tuvieron para elegir la ciudades nepalíes, dijo: "Ir a Katmandú se caía de maduro. Es una ciudad pobre, pero llena de color, movimiento y fe. Sus templos multiplican las almas por miles que las visitan a diario y en cada uno de ellos encontrás los mercados donde es imposible no perderse. Es muy fácil caminar o trasladarse porque sus habitantes son muy amables y serviciales".
En la misma sintonía, explicó cómo hicieron para conocer las ciudades. "No hicimos excursiones: agarramos un mapa y salimos a patear. Anduvimos en micros, en motos y en los carritos tirados por bicicletas. También fuimos a Bhaktapur, que es otra ciudad importante y la más dañada por el violento terremoto de 2015 que dejó miles de muertos. Es un museo de arte a cielo abierto, con edificios y esculturas que la gente puede tocar, se puede subir a ellos y además, siguen las obras de reconstrucción".
En total, Mario Massaccesi y Patricia Daleiro conocieron tres ciudades de Nepal. La última fue Nagarkot, ubicada "en medio del valle de los Himalayas, donde encontramos la paz y el silencio que buscábamos. Es un pueblito de casas desperdigadas al costado de la ruta y tienen amaneceres y atardeceres que son un regalo para el alma".
Como reflexión sobre cada uno de los espacios que visitaron, elaboró a modo de conclusión: "Nagarkot fue un spa para el alma, Katmandú nos marcó por el río sagrado Bagmati y su ritual de cremación de los muertos y Bhaktapur por el diseño", cerró diciendo Mario Massaccesi sobre su inspiradora experiencia.