Mariano Caprarola vivió momentos de mucha angustia cuando le dijeron que por su delicado estado de salud corría riesgo de vida. Años atrás, pasó por el quirófano de Rubén Mühlberger para hacer un retoque en los glúteos. Según el que lo atendió, era un simple paso estético, le puso metacrilato sin su consentimiento, y no todo salió como se esperaba.
Con el paso del tiempo su salud se deterioró y su médico de cabecera llegó a la conclusión de que era por lo que le habían colocado. Inmediatamente empezó un tratamiento: “Me tuvieron que hacer un corte en forma de gaviota (en los glúteos), bajar todo para empezar a sacarme todo el producto”, comenzó en Almorzando con Mirtha Legrand.
“Me atendieron en el Otamendi, me hicieron estudios y daban pésimo, pero a mi buen estado de salud. Calcio alto, colesterol alto y no había forma de saber por qué. En un momento, mi doctora descubre que yo tenía esta sustancia en los glúteos, yo no lo sabía. Es un producto que los médicos lo usan para soldar huesos”, continuó Productor General Artístico de GENTE.
"En un momento me dijeron que corría riesgo mi vida, en ese momento se te viene todo encima. No solo pensás en vos, sino en la familia, los seres queridos…”, dijo con cierta angustia al pensar en eso, y agregó: “Por suerte me sacaron todo, pero sino, el producto puede migrar y termina en una enfermedad que se llama síndrome de ASIA”.
Para finalizar, sostuvo que vivió horas muy angustiantes, de un sufrimiento que nunca había vivido. El pesar que se había podido morir por una cirugía estética, el mundo se le vino encima. Sin embargo, nunca bajo los brazos y logró sobreponerse.
