Lucía Celasco, de 26 años de edad, es la nieta mimada de Susana Giménez. A principios de este año la diva de la televisión había dado a conocer el millonario regalo que le había hecho, una casa en la localidad de José Ignacio en Uruguay. A pesar de tener su vivienda propia la joven parece no querer desprenderse de su adorada abuela.
En el reestreno de Por el mundo, en una charla graciosa con su íntimo amigo Marley, Susana Gimenéz confesó que la larga convivencia con Celasco ya empieza a incomodarla y ha generado algunos conflictos. “Quiero que se vaya de casa, le digo todo el día que se vaya y no se va”, exclamó la conductora más famosa del país.
Esta confesión dio pie a Susana Giménez a poder enumerar todas las acciones de su nieta que la irritan. “Me quemaron la pava francesa. Viste la potencia que tiene el gas acá (en Miami), en un minuto está que hierve. La dejaron como si fuera Buenos Aires y se quemó un montón”, dijo ofuscada la ex modelo, quien cuida muchos sus objetos de valor.
Además Celasco según los detalles brindados por su abuela es muy desordenada lo que empeora aún más la convivencia con la dueña de la casa, que la incentivó a quedarse con ella para que pueda poner en marcha su emprendimiento en los Estados Unidos. “Tiene un sillón cama que lo abre y nunca más lo cierra, no saca las valijas, no cuelga la ropa”, afirmó la actriz de 77 años de edad y agregó, “Yo que soy una maniática, me la paso limpiando todo ¡Hoy pasé la aspiradora!”.
A pesar de las quejas públicas a su nieta, Susana Giménez buscó retractarse de los dichos y dijo que todo se trataba de una broma, pero el inconsciente parece haberle jugado en contra esta vez.