Lucas Bravo Morales es un reconocido acróbata y artista que se desempeña como Mad Apple Resdidente en Las Vegas y el es primer capoeirista argentino en trabajar en el Cirque du Soleil y el primer Hoop Diver de esa nacionalidad. Después de su paso por "Stravaganza", una de las producciones de Flavio Mendoza más embleméticas, triunfa en el exterior.
“Es una empresa muy grande, pero lo que más me sorprendió es cómo cuidan a los artistas. Ellos saben que la exigencia es muy grande. Por ejemplo, haciendo diez shows por semana como estoy haciendo yo ahora, el trabajador está cubierto desde kinesiólogos y fisioterapeutas hasta un seguro que en caso de lesión te cubre al cien por ciento”, cuenta en diálogo con GENTE.
-¿Cómo fue tu experiencia formando parte de Stravaganza y haber trabajado con Flavio Mendoza?
-Mi experiencia trabajando en Stravaganza la voy a definir como una de las mejores cosas que le pudo pasar a mi carrera. No voy a decir que fue fácil, pero si que aprendí muchísimo. A lo largo de mi carrera me han reconocido el profesionalismo, la manera de manejarme en el escenario, cuidando los objetos de trabajo y la conexión con el público y eso se lo debo a mi querido Flavio Mendoza. Hoy en día amigo y una gran persona que siempre está para lo que se necesite.
-¿Cuándo comenzó tu sueño de trabajar en el Cirque du Soleil?
-Desde muy chico yo empecé con capoeira en la Asociación argentina de Capoeira, grupo Oriaxe, mestre Marcos Gytauna. Nos saco de la calle, de las malas juntas o de las tentaciones de vivir en un barrio complicado, realmente nos salvó la vida: un día con mis hermanos estábamos viendo un DVD del Cirque du Soleil “La nouba” y apareció un acrobata increíble que hacía capoeira. En ese momento se abrió en mi una gran ilusión de poder llegar con Capoeira a ese gran lugar. Hoy en día soy el primer capoeirista argentino en el Cirque du Soleil.
-¿Cómo te preparaste para ese desafío?
-Fue un camino difícil, por que yo tenía en claro lo que quería, pero no sabía cómo llegar. Generalmente este tipo de oportunidades son para personas que tienen una base muy fuerte en la gimnasia artistica, y yo todo lo contrario venía de capoeira y de aprender acrobacia en las calles, en donde la técnica en las acrobacias son totalmente diferentes y alejadas de la gimnasia. Gracias a capoeira empeceé mi carrera de artista en los teatros de Buenos Aires y cada vez que me cruzaba con un gimnasta aprendía de él. Cada vez que tenía oportunidad de aprender algo, lo hacía. Siempre con mi objetivo claro no pare de trabajar y aprender diferentes disciplinas para enviar videos míos al Cirque du Soleil. Hasta que una disciplina muy especial me encontró: el hoop diving (acrobacia a través del aro). En el 2019 recibí un correo del Cirque ofreciéndome un contrato de entrenamiento para aprender esta hermosa disciplina. Para ese momento yo era el hoop diver de Argentina. De esta manera seguí entrenando hasta conseguir por fin mi primer contrato de shows en el Cirque su Soleil que fue en el show navideño “Twas the nigth before” y ahí me convertí en el primer hoop diver del Cirque du Soleil.
-¿Cómo es vivir fuera del país recorriendo el mundo con el espectáculo?
- La verdad que tener esta oportunidad de estar fuera del país es una tranquilidad para mi y mi familia. Mi mujer, Carolina Granata, es bailarina profesional y los dos nos dedicamos al mundo del espectáculo. Hoy en día en argentina hay muchas compañías que apuestan a el baile y la acrobacia pero lamentablemente la economía del país no permite que los buenos artistas perciban el sueldo que se merecen. Y eso hace una calidad de vida difícil como para la gran parte del país. Poder hacer crecer a mi familia, mejorar la calidad de vida y poder proyectar es lo que me da felicidad y mas aún haciendo lo que amo, cumpliendo mi sueño que tanto persegui y estando en un show residente “Mad apple” by cirque du soleil en Las Vegas.
-¿Es un plus compartir este camino con tu familia?
-Esto no lo podría haber conseguido sin la ayuda de mi familia. Así que estar con mi familia siempre fue una condición. Ellos son mi vida. Y gracias a dios nos acompañamos en cada aventura que la vida nos presenta.