La infanta Cristina de Borbón y Grecia, hija de los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, decidió separarse de su marido Iñaki Urdangarin, con el que mantuvo un matrimonio ya databa de más de 24 años.
"De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin", expresaba el comunicado que dio la vuelta al mundo en el día de hoy.
La ruptura se dio luego de que la semana pasada estallara el escándalo más grande de los últimos años en la corona española. El marido de la infanta Cristina fue fotografiado por la revista Lectura paseando con una mujer por la playa francesa de Bidart. En esta localidad la pareja real posee una casa en la que solían pasar las vacaciones de verano.
Tras la aparición de las fotos que detonaron su matrimonio, Cristina se trasladó al Palacio de la Zarzuela para ver a su madre y definir los pasos a seguir. Sin embargo, la prensa internacional especula con que podría darse una pronta reconciliación ya que en ningún momento el comunicado habla de 'divorcio'.
A su vez algunas imágenes dejaron ver a la pareja real juntos y tratarían de dar una chance a su amor sobre todo por sus tres hijos en común, quien en los últimos años se han visto realmente afectados por otras contiendas familiares y judiciales.
La historia de amor de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin
El romance entre los integrantes de la monarquía española comenzó en el año 1996 durante los Juegos Olímpicos de Atlanta. Un año después los enamorados se casaron en Barcelona y tuvieron cuatro hijos, Juan Valentín, Pablo, Miguel e Irene.
Sumado a los conflictos matrimoniales Iñaki Urdangarin encuentra atravesando una compremetedora situación penal. Fue condenado a seis años y tres meses de cárcel y al pago de una multa de 512.553 euros por delitos de prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencia y dos delitos fiscales. De los seis años tan solo dos los pasó tras las rejas hasta que le redujeron su pena.
En los primeros años de este hecho Cristina fue un gran sostén, desconociendo las actividades ilegales de su marido, posición que terminaría por quitarle su título nobiliario.
