En medio del escánadalo mediático que suposo que salga a la luz la denuncia por abuso sexual de Lucas Benvenuto a Jey Mammón, el joven de 30 años ha querido resguardarse más que nunca y hablar a través de sus redes sociales y a la prensa tan solo cuando lo crea necesario.
En la actualidad Benvenuto vive en Ushuia, la ciudad del fin del mundo en la que pasa sus días como instructor de patinaje artístico, deporte que lo ha llevado por el mundo a conocer distintas pistas. El trabajo que realiza es itinerante por lo que muchas veces también es combocado para brindar clases en Córdoba y Buenos Aires.
A través de su Instagram personal, el muchacho muestra su talento sobre el hielo y también enseñándole a los más pequeños esta bonita destreza. Desde que inició tratamiento psiquiatrico para poder seguir adelante con su vida Lucas Benvenuto descubrió que era importante curar las heridas del alma, por lo que intentó buscar una actividad que lo impulsara a querer vivir después de tantos intentos de terminar con su vida.
En su tiempo libre además busca generar contenido en sus redes sociales para ayudar a otras personas que hayan pasado por vivencias similares a la suya o que las estén padeciendo en la actualidad para ayudarlos a salir de allí.
"Busca dentro tuyo lo que te haga feliz. Por ejemplo, yo cuando empecé a buscar que me hacía feliz descubrí que no conocía la felicidad y que no sabía lo que me iba hacer feliz. La verdad que fue muy largo el camino hasta encontrar algo en lo que yo haya podido depositar todo mi dolor y lo haya convertido en algo lindo”, reflexionó en un video de Tik Tok.
“Tarde muchísimo, pero en mi caso es el patinaje. Pero tenes que buscar vos el tuyo, ya sea pintar, cantar, bailar, salí a contemplar un amanecer, salí a ver las estrellas, salí a tu jardín y olé una flor, acaricia un perro. Abraza a la persona que más ames. Busca dentro tuyo algo que te haga sentir vivo. Busca eso. Busca el amor”, recordó sobre los pequeños detalles de la vida que lo hacen sentir más felices.
“No importa si ya no queda tiempo de denunciar, si hay alguien que no te cree. Llega un momento en que eso ya no es importante. Lo importante es sanar, salir adelante. Yo la última vez que me levanté en terapia intensiva, en coma, estaba entubado por todos lados y me prometí por sobre todas las cosas, a ese niño que yo fui alguna vez, que no iba a volver a pasar y que yo iba a ser fuerte. Y que cada vez que lo necesitara iba a pedir ayuda. Iba a hablar. Iba a contemplar un amanecer, un anochecer y todos aquellos detalles mínimos que entre tanta tristeza no los vemos”, exclamó con lágrimas en los ojos.
Si sabés o sospechás que los derechos de un niño, niña o adolescente están siendo vulnerados, comunicate con los siguientes canales: 177 (violencia familiar o sexual) y 102 (protección de infancias).