Ayer, miércoles 24 de mayo, Alexis Puig y Luciana Méndez vivieron su tan esperado día de casamiento. Si bien hubo alguna que otra polémica por la incomodidad que sintió la novia por la presencia de los medios en la sede de la Comuna 15 de Palermo, la pareja se relajó y disfrutó con amigos íntimos la unión matrimonial.
Luego de la ceremonia civil, los flamantes esposos se dirigieron al loft en el que viven y en el que recibieron a amigos y familiares. Ya habían adelantado en diálogo con GENTE que los colores que iban a reinar eran los oscuros y la torta de bodas estuvo a la altura.
El pastel de los novios, "una familia muy normal"
Lejos de las flores rococó, las puntillas y el clásico blanco, la mesa dulce (tanto como los outfits de los novios) tuvo como protagonista un pastel negro que los representó muy bien.
Lejos de las flores rococó, las puntillas y el clásico blanco, la mesa dulce (tanto como los outfits de los novios) tuvo como protagonista un pastel negro que los representó muy bien.
Inspirada en Los Locos Adams, los novios quedaron representados con toda la impronta que los caracteriza: ella con un vestido negro, luciendo sus tattoos, y él con un traje azul oscuro y portando una calavera en la mano.
La torta también llevaba detalles como la representación de la estructura de un castillo y cupcackes red decorados con crema negra, culminando con las iniciales de ambos.
Así fue la boda de Alexis Puig y Luciana Méndez
La cita fue pasadas las 10:30 de este miércoles 24 de mayo, cuando los novios ingresaron a la sala cumpliendo la promesa que le hicieron a GENTE hace unos días: un look total black para ambos con el que Luciana rompió con la clásica costumbre de dress code nupcial.
La joven lució el mismo outfit que utilizó en la primera cita que tuvo con el comunicador especializado en cine y series. Lo cierto es que el detalle del atuendo, que suele ocupar una gran planificación para el grueso de las novias, en este caso no fue una preocupación.
“Lo que haremos es abrir nuestra casa para los familiares y amigos para brindar, comer torta y charlar. No es una fiesta. Es algo bien informal, tal cual somos nosotros. No tiene nada que ver con una cuestión ceremonial, no hay dress code… ¡nada! Es más, como nos gusta estar mucho de negro, dijimos que el que quiera puede venir de blanco”, contó Méndez a GENTE al hablar de la celebración post civil.
Sobre su particular look, definió: "Voy a ir de negro con el mismo vestido que usé en nuestra primera cita. Bien sencilla. La menos complicada con la ropa fui yo. A mi madre la tuve que acompañar a comprarse algo".
