La comediante se caracteriza por un humor y una energía arrolladora. Sus hallazgos en la vida siempre la encontraron en movimiento. "Siempre fui muy del hacer y del estar activa", reveló Dalia en exclusiva para GENTE.
Si bien, mantiene un perfil bajo en relación a su vida privada. Hace pocos meses reveló que había atravesado un momento complicado en cuanto a su salud. A sus 37 años le diagnosticaron cáncer de mama.
La humorista recordó: "En mi caso, me toqué algo raro en el cuerpo y fui al médico al toque. Está bueno no hacerse la boluda con el cuerpo".
Luego de todos los exámenes médicos correspondientes Dalia ya tenía su diagnóstico confirmado. Esa etapa la relata como "una pesadilla". "Todo parecía que estaba bien, pero después no estaba bien. Me operé y después me dijeron que tenía que volver a operarme. Era algo que no terminaba. Tenía que dedicarle mucho tiempo de mi vida para ir al médico a hacer cosas", reveló.
Si bien, el proceso fue largo, trató de buscarle un lado positivo: "Como soy humorista y me gusta dar mensajes de alegría, es un tema que veo que sirve para concientizar". También aseguró que al hablar de su situación logró alentar a varias espectadoras que estaban transitando lo mismo: "La gente que lo está atravesando me dice que le da esperanza que pasé lo mismo y estoy bien".
Parte fundamental de su tratamiento fue el apoyo de su familia: "Yo soy una persona que no le gusta preocupar, pero me sentí contenida por gente. Está bueno acompañar cuando alguien está pasando algo así".
Respecto a este duro momento, su pareja Sebastián Wainrach habló con Catalina Dlugi y expresó: "¿Cómo no voy a estar ahí? Es lo mínimo que puedo hacer, nunca fue una duda". De todos modos, para él también fue difícil porque le recordó a su hermano Diego, quien falleció a los 19 años del conductor por la misma enfermedad: "En un principio tuve miedo. Yo tenía el antecedente de mi hermano".
Gracias a su actitud positiva y el tratamiento médico que siguió al pie de la letra, la humorista pudo recuperarse. "A mí me pasó hace casi 7 años. Tengo las cicatrices, pero es algo del pasado y estoy bien. Trato que el temor no me impida ser quien quiero ser. Más que por el cáncer, no quiero nunca tener miedo a vivir mi vida", concluyó.