La modelo Mica Viciconte grabó un video de su pareja, Fabián jugando junto a su hijo Luca Cubero. En el clip se lo puede ver a “Poroto” con una máscara de gorila puesta mientras su novia se pregunta si al verlo, el pequeño se asustaría. El ex de Viciconte continuó jugando con el bebé a pesar de la advertencia de Mica.
Al ver el video, la actriz Anamá Ferreira se indignó completamente. En su cuenta oficial de Twitter, la exmodelo brasilera apuntó contra Cubero tildándolo de discriminador. "Hola, lamento pero tengo que decir se hacen cosas que no está bien, hay que decir: @5poroto".
De esta forma, la brasileña continuó con su descargo y afirmó que el exfutbolista era racista en su forma de jugar con Luca: "¡Cubero te quiero, pero no está bien que quiera asustar a tu hijito lindo con una máscara de un MONO! ¿Por qué te parece que un MONO asusta? ¿Porque es negro y feo? Es discriminación". Hasta el momento, ni la modelo ni el deportista se han pronunciado sobre los fuertes dichos de Anamá.
“No madura”, escribió la mamá del bebé en el video que subió a sus historias de Instagram y donde el exfutbolista aparece con una máscara de mono mientras juegue con el bebé. Luego, increpó a “Poroto”: “¿Vos creés que no lo vas a asustar al nene? ¿Es necesario?”. Y, al escucharla, él le sacó dramatismo al asunto y respondió: “No, no se asusta”.
Para la mayoría de los usuarios de Twitter que siguen a Anamá, la apreciación que hizo la modelo brasileña se podía tomar como un tanto exagerada. “Anamá, te admiro, pero en esta no te acompaño. No hay nada de discriminación en lo que hizo Cubero”, opinó un internauta. Finalmente, ante este tipo de comentarios, Ferreira decidió borrar el tweet y finalizar la polémica.
Cabe destacar, que Anamá es una fiel activista por los derechos y la no discriminación. La actriz sufrió el bullying desde chica. En una entrevista que concedió hace un tiempo a Teleshow, la modelo había contado lo mal que lo había pasado en su adolescencia. “No sabría asegurar qué resultaba más doloroso: si los golpes de puño que solía repartir en el patio de la escuela cuando alguien me exigía saber por qué mi madre y mi hermano eran blancos y yo negra, o las noches de baile en las que planchaba como loca porque los chicos me obviaban. A los brasileños les gustan las mujeres de caderas fuertes y piernas gordas”, describió.
“Ser alta y flaca era la maldición”, relató recordando las burlas que la taladraban. “Lloraba todas las noches acostada en mi cama. Me miraba las piernas y pensaba: ´¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!”, repasó acerca de esos días grises.