La fuerte historia de Sebastián de Gran Hermano, en primera persona: cómo perdió la audición en su infancia y el bullying que tuvo que atravesar – GENTE Online
 

La fuerte historia de Sebastián de Gran Hermano, en primera persona: cómo perdió la audición en su infancia y el bullying que tuvo que atravesar

El joven habla con entusiasmo de su experiencia en el reality, mientras le cuenta a GENTE cómo ha superado los obstáculos en su vida: "Escuché bien a partir de los 12 años".
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Viajó desde Mendoza a Buenos Aires con una valija para cumplir su sueño. Lo hizo sin tener nada asegurado, tan sólo un pase a la casa de Gran Hermano (Telefe), en la que estaría expuesto a las cámaras las 24 horas del día. Y apostó todo para llegar a la gran final.

Aunque de momentos parece que el juego le ganó, Sebastián Bello (23) asegura que vivió esa experiencia como nunca, por lo que le gustaría tener una segunda oportunidad. "Estoy re contento con la gente, con el cariño, con todos los mensajes que recibo y hasta con los memes que han hecho. Quiero juntar más gente en la Bambineta para volver a la casa”.

Su experiencia como modelo queda en evidencia cuando se enciende la cámara, y en charla con GENTE cuenta cómo utilizó a su favor cada obstáculo que ha tenido en la vida. Desde su problema de salud relacionado a la pérdida de audición hasta el particular tono de su voz, por el que hasta el día de hoy recibe comentarios despectivos o burlas. "Nunca conocí mi voz grave", confiesa, mientras recuerda todo el antecedente médico.

Sebastián Bello es un joven apasionado y determinado, que busca dejar un mensaje de que siempre se puede ir por los sueños.

-¿El apodo de 'Bambi' nació en Gran Hermano?

-Sí, nació en Gran Hermano porque la producción del programa me decía que parecía un bambi por lo tierno que soy. Y así quedé y me gustó.

-¿Cuál era tu objetivo cuando decidiste anotarte para Gran Hermano?

-Mi objetivo era ganar el reality, por el premio y por la visibilidad también que te da estar ahí hasta el último día.

-¿Qué planeabas hacer con el dinero en caso de ganar?

-Quería tener mi casa propia y además, hacer donaciones a los chicos que necesiten audífonos para poder escuchar bien ya que son muy costosos, cuestan alrededor de 3 millones de pesos. Pero agradezco que desde acá afuera de alguna manera también puedo dar visibilidad a este tema que de pronto no se habla tanto. Y por otro lado, me gustaba el hecho de mostrarme frente a las cámaras, ya que soy modelo.

Su meta era ganar el reality para ganarse la casa, donar dinero a los jóvenes que necesiten audífonos para poder escuchar y darle más visibilidad a este tema.

-¿Antes de entrar a la casa te dedicabas de lleno al modelaje?

-Trabajaba como modelo en Mendoza… venía intentando en Buenos Aires, mandando fotos a casi toda las agencias de acá pero no tenía respuestas. Y mientras tanto estaba enfocado en mi carrera que estudiaba en San Rafael.

-¿Qué estudiás?

-Ingenieria industrial… la dejé en pausa, pero pienso retomar apenas pueda. Nunca dejé de lado el trabajo ni la facultad. Me gusta mucho trabajar y de hecho abrimos un local de ropa con mi familia y también ayudo en el taller mecánico de mi papá.

-¿Por qué ingeniería industrial?

-Básicamente fui a una escuela técnica, por lo que salí como maestro mayor de obra. Entonces comencé a evaluar qué tipo de ingeniería quería estudiar, quería que fuera una más blanca, y fue cuando decidí por industrial. Aunque a la par estuve haciendo el pre de ingeniería petrolera. Lo que me gusta de la industrial es que tiene un abanico enorme de oportunidades y me gustaría enfocarme más en lo textil.

A sus 23 años, Bello comenzó la carrera de ingeniería industrial, trabaja en el taller mecánico de sus padres, es modelo y abrió su primer local de indumentaria.

-Por eso el local de indumentaria que abriste con tu familia...

-Poco a poco fui creando una marca propia, diseñando modelos para hombres y mujeres y aunque aún no hay producción estoy muy entusiasmado con lo que puede llegar a ser. Se llama Bello, en honor a mi apellido. Me encanta la moda, es algo que disfruto mucho.

-¿Cómo hacías para cumplir con todo? ¿Te involucradas con la mecánica?

-Le manejaba la parte administrativa al taller, todo lo que tenía que ver con los presupuestos. Pero si sé de mecánica. Por ejemplo, una vez se me rompió mi auto y lo arreglé yo: tuve que cambiar un repuesto y no tengo drama en ensuciarme las manos ni nada. Todos en mi familia son mecánicos, mi abuelo, mi papá, mi hermano, y yo rompí un poco con eso.

La búsqueda de un diagnóstico durante 12 años y cómo volvió a escuchar

-En el reality un poco hablaste de tu salud… ¿Cuál fue el diagnóstico que recibiste cuando eras chico?

-A mí me diagnosticaron con hipoacusia bilateral cuando tenía 12 años aproximadamente.

-¿Y a partir de ahí cómo siguió tu vida?

-Todo se dio en mi nacimiento. Tuve una apnea y esa falta de oxígeno me produjo una pérdida de audición en los dos oídos. Pero pasaron 12 años de hacer muchos estudios de fonoaudiología, audiometría y otros chequeos para poder dar con el diagnóstico. No me decían si tenía que usar o no audífonos.

Sebastián nació con una apnea y esa falta de oxígeno produjo su pérdida de audición en los dos oídos.

-¿Cuándo decidieron que si debías usar audífonos?

-Mis papás veían que seguía sin escuchar bien. Por ejemplo, si me hablaban de atrás y yo estaba distraigo, no escuchaba. Así que decidimos ir a Mendoza ciudad y ahí encontramos un médico que apenas vio los estudios supo qué era lo que me pasaba y fue entonces que comencé a usar audífonos intracanal.

-¿Cómo son este tipo de audífonos?

-Son los más chiquitos, visualmente no se ven. Son como un auricular básicamente. Me los saco para dormir, para bañarme o para meterme en la pileta. Todo lo que sea en lugares húmedos también me los voy a sacar porque funciona con pilas como las de un reloj. También los elegí pequeños porque si iba a trabajar de modelaje, no se notaban. No porque tenga drama con eso, sino por lo estético para las marcas y demás.

-¿Fue difícil todo ese proceso hasta tener tu diagnóstico? Porque tenías apenas 12 años cuando el médico te dijo lo que te pasaba realmente…

-En realidad siempre me adapté a todo. Me senté adelante en la primaria, en la primera fila para escuchar bien a los profesores. El tema era cuando me hablaban de atrás. Pero con los audífonos todo cambio porque pude escuchar bien y poder seguir con una vida normal.

Fue a los 12 años que sus padres consiguieron el diagnóstico que tenían tiempo buscando y ahí comenzó un camino más liviano para él y su familia.

-¿Te costó adaptarte a los audífonos?

-Fue como una persona cuando comienza a usar lentes… Al principio tuve mareos y me sentía extraño porque era mucho ruido de repente.

"Nunca conocí mi voz gruesa": Sebastián cuenta su historia

-¿El tema de tu voz aguda tiene que ver con este diagnóstico?

-En realidad, yo nunca conocí mí voz gruesa. Porque me operaron a los 5 años de las amígdalas, me las sacaron. Y fui creciendo, veía que mis compañeros iban cambiando su voz con la edad y yo seguía hablando igual. Entonces algunos me hacían bullying por eso, hacían chistes sobre la forma en la que yo hablaba, lo tomaban como burla.

-En varias entrevistas vos hablabas de una mala praxis...

-Mirá, en realidad nunca supimos como tal qué pasó. Pero bueno, a raíz de eso también iba a las fonodiólogas, a psicólogas, para que me acompañarán y no me afectara en mi crecimiento.

"Bambi" comenzó a utilizar audífonos a los 12 años y fue entonces que pudo escuchar bien. Se trata de unos audífonos intracanal, por lo que no son tan notorios a simple vista.

-¿Te afectó en algún punto?

-Creo que fue re importante el acompañamiento que tuve. Hoy en día puedo decir que no me afecta en nada. Es mi voz y soy una persona resiliente que sale adelante sin importar los obstáculos. Nunca ha sido una limitación para mí. Hoy yo incluso me puedo reír de mi propia voz, pero porque me divierte y se convirtió en mi sello personal, pero eso no le otorga permiso a otra persona a que me haga bullying.

-¿Ahora de grande llegaste a atravesar una situación incómoda por comentarios de otros?

-Sí, me ha pasado… he ido a comprar y las personas que me escuchan por primera vez a veces se ríen. Pero hoy en día no me afecta en nada.

-Pese a ser una historia de superación, no lo usaste para tu juego en Gran Hermano...

-Es mi historia, parte de mi vida, pero no me gusta presentarme como “pobrecito yo”. Porque sé que tengo muchas cualidades que me identifican, por las que sobresalgo y que en el casting de Gran Hermano me eligieron porque vieron algo en mí. Así que trato de estar muy seguro de quién soy y no pensar en las limitaciones que pude llegar a tener en algún punto. Tener pérdida de audición no es el fin de la vida. Hoy en día existen muchas soluciones como los audífonos u operaciones dependiendo del grado.

El joven asegura que nunca quiso victimizarse con su historia, al contrario, le sirvió de impulso para cumplir todo lo que se proponga.

La vida de "Bambi" después de "Gran Hermano"

-¿Qué te gustaría hacer ahora, después de que saliste de la casa de Gran Hermano?

-Me gustaría mucho trabajar de las redes, del modelaje que es mi gran pasión. Me encanta ser imagen de marcas, publicidades, campañas, promociones. Aparte me gustaría volver a entrar a la casa en el repechaje y sé que para eso tengo que ajustar muchas cosas.

-¿Qué cosas tenés que ajustar?

-Tengo que ajustar más la estrategia, unirme a grupos, entender más el juego.

-¿A qué grupo te unirías?

-Hoy en día me uniría al grupo de Santi, porque realmente está jugando. Y bueno, como digo esto ahora, quizás, no sé cuándo es el repechaje, puede ser otro grupo el más fuerte o otra persona que ha adentrado después, ¿no?

Además de sus ganas de volver a la casa de "Gran Hermano" por una revancha, sueña con impulsar su carrera como modelo.

-Hablemos de tu familia, ¿qué significan para vos?

-Mi familia ha sido un gran apodo para mí, afuera, dentro de la casa, y para la vida también. Siempre me ha empujado para adelante, bueno, con todo esto que te conté, con todas las cosas que quería hacer. Me acompañaron hasta ahora en todos los sueños y siempre creyeron en mí y me hicieron sentir que no tenía limitaciones. Con mis papás me quito el sombrero, porque fueron realmente mi mayor contención y nunca tiraron la toalla.

-¿Ya los pudiste ver después de salir de GH?

- No los he visto físicamente porque están en San Rafael pero hicimos videollamadas y planeo ir a verlos apenas pueda. Tengo muchas ganas de abrazarlos.

-¿Qué lo primero que te dijeron cuando pudieron hablar?
-
Me dijeron que están orgullosos de mí.

El joven anhela su pronto reencuentro con su familia, a quienes no ha podido ver por la distancia física.

-Mucha gente se preguntaba por qué no estaban en la tribuna el día de tu eliminación…

-Sí, mi familia no pudo venir porque mi mamá trabaja en relación de dependencia y se le complicaba. Además, tenían que comprar vuelos, más el alojamiento era toda una logística. Y mi hermana está de 8 meses de embarazo. Pero sé que me bancaron totalmente mientras estuve en el reality.

-Contaste que son una gran contención para ti y que han estado apoyando cada decisión...

-Sí... Por lo menos a los 17 años, que me acepté como homosexual y lo conté abiertamente a mis padres, ellos me dijeron: "Los demás son de palo. Vos seguís siendo nuestro hijo. Seguí para adelante". Siempre me hicieron sentir que no había problema con eso y fue liberador.

-¿En qué te cambió esas palabras de tus padres en ese momento?

-Yo respeté siempre los tiempos de ellos, porque sabía que era un proceso también... Pero el verlos aceptarme con ese amor me hizo poder mostrarme más libre y feliz con mis elecciones.

-¿Sentís que todavía hay tabú con estos temas? Todavía se suele usar la frase "salir del closet"...

-La verdad es que no deberíamos estar explicando nada relacionado a nuestros gustos o preferencias. Porque nadie va por la vida diciendo: "¡Soy hetero!". Pero tenemos que seguir enseñando y comunicando a la sociedad en relación a estos temas. Hay que darle mucha más visibilidad al colectivo gay, así que me encanta que además en programas como Gran Hermano, podamos mostrar nuestra historia y quiénes realmente somos, sin tabúes.

Fotos: Ale Carra

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