Julieta Díaz fue entrevistada en No es tan tarde, el programa que a diario conduce Germán Paoloski, en Telefe y sorprendió al revelar el particular uso en su casa que les da a los cuatro Martín Fierro que ganó en su carrera artística.
En el pasado, APTRA distinguió a la actriz por sus trabajos en 099 Central, Soy Gitano, Locas de amor y Valientes “¿Usted tiene cuatro Martín Fierro o tiene más? Ya cuatro es mucho”, tiró el conductor de Telefe buscando complicidad. Luego, añadió: “Porque viste que dicen que ganar un Martín Fierro te abre puertas. En el caso de ella, las mantiene abiertas porque tiene las estatuillas sosteniendo las puertas”.
Tras endender la indirecta, Julieta explicó: “La verdad es que lo que pasaba es que en un momento los puse todos en la biblioteca. Tengo varios, gracias a Dios, pero parecía un poco que faltaba la luz dicroica. Qué ego. Después, lo que hice fue esconderlos en el placard porque me daba vergüenza. Cuando me mudé a esta casa, las puertas se me cerraban porque son muy pesadas y dije: ‘no está mal’. Porque están ahí”.
Por último, expresó está “orgullosa de tenerlos pero también es una humorada decir los uso para esto. Es un premio importante pero también es sólo un premio”. Al final, Paoloski cerró el divertido momento comentando:“Y tienen una función. Se lucen y se usan”.
Julieta Díaz relató la angustiante situación que vivió con su hija Elena en la escuela
Julieta Diaz habló por primera vez en 2020 de la salud de su hija Elena, que hoy tiene 7 años. La pequeña tiene una parálisis cerebral, pero goza de un muy buen estado de salud gracias al tratamiento que recibe.
Y agregó: “Tiene 7 años. El año pasado tuvimos que esperar para que ella pudiera estar más cómoda con el proceso de aprendizaje este año. Hace mucho que está esperando este momento. Y yo también. Su papá también. (...) Elena empezó con una chica, pero resultó ser una persona muy poco responsable; y sé que le pasa lo mismo, por ejemplo, a Inés Estévez, que también tiene dos chicas con discapacidad. Abandonan a los chicos. Algunos maestros y maestras, no todos, por supuesto, se van. Y no creo que tenga que ver solamente con el pago, sino con que no tienen una vocación”, reveló.
"Si ellos no van, los chicos no pueden ir al colegio. Tuvimos una situación compleja con la salud de Elena en el colegio y la chica dejó de ir de un día para el otro. Desapareció. Y mi hija preguntaba: ‘¿Dónde está? ¿Por qué se fue? ¿Se enojó?’. Se sintió rechazada. Fue muy desagradable, muy feo y muy poco profesional”, agregó.
