"A partir de la experienca que tuve en Gran Hermano pude ver lo importante que son los vínculos", así resumió Joel Ojeda su paso por la casa más famosa de la Argentina.
En una íntima charla con GENTE, en la que abrió su corazón para hablar no solo de su juego sino también de su vida personal, el tripulante de cabina contó su dura historia familiar y, al mencionar a sus padres y hermanos, no pudo evitar emocionarse.
Al borde del llanto, el participante de 32 años, reveló cómo su estadía en la famosa casa lo ayudó a soltar los rencores que cargaba consigo, como si se tratara de una mochila más. La soledad del aislamiento lo llevó a experimentar la añoranza por los que ya no están y a valorar la presencia de quienes siguen en su vida.
Perdió a una hermana en el 2015 a causa de un cáncer -que decidió tratar sólo con medicina alternativa- y a su hermano, un año después, por problemas de salud asociados a las adicciones.
Antes de ingresar al reality de Telefe, Joel trabajó como tripulante de cabina de una reconocida aerolínea, donde protagonizó un par de videos que se hicieron virales en redes sociales y donde las pasajeras le declaraban su amor. También estuvo cuatro años vivendo en Perú trabajando como modelo, pero comenzó a extrañar su país, su casa, su gente, y en la pandemia decidió volver.
-¿Cómo era la vida de Joel antes de entrar a Gran Hermano y cómo sentís que te cambió?
- Eso creo que todavía no te lo puedo responder. Porque todavía no volví a mi casa, no vi a mi familia, no vi a mis amigos, y no he podido hablar mucho con ellos. Todavía me siento dentro de la casa. Soy un jugador que en este momento está fuera de la casa pero con la mente adentro.
-¿Cómo vivís este gran momento de exposición?
- Estoy muy contento con el amor que estoy recibiendo, porque realmente dentro de la casa pensaba que nadie me estaba bancando o viendo lo que yo estaba haciendo. Y cuando salí y vi toda esa tribuna, y escuchar a mi familia decirme que están orgullosos, me puso muy feliz, medio que no entendía nada de todo lo que había pasado.
¿Tu familia, cómo lo vive?
- Todos lo vivieron muy intensamente. Lo disfrutaron un montón y lo siguen disfrutando. También están poniendo todas las fichas para que yo vuelva a entrar.
- ¿Cuándo eras niño soñabas con estar en los medios?
- Yo quería ser modelo (risas) Actuaba un montón jugando, hacía personajes... de alguna manera me veía en este mundo.
- ¿Qué le dirías hoy a ese niño que jugaba a ser modelo?
- Le diría que siga sus sueños, porque realmente en esta vida nada es imposible. Si no lo intentás, jamás vas a saber qué va a pasar. Que crea en lo que siente y que vaya por lo que le gusta. Que no se quede en un lugar que no quiere estar. Que rompa con eso, que se anime a salir de la zona de confort.
Los dolorosos episodios que marcaron la vida de Joel
- En algún momento hablaste de lo difícil que fue la separación de tus padres...
- Mis padres se separaron en un momento bastante clave de mi vida. Creo que una etapa muy importante es la etapa de adolescencia, cuando te empezás a relacionar, a tener amigos y a explorar el mundo. Para mí, vivir un caos así en mi casa en esa etapa, fue muy duro porque todo lo que pasaba en mi familia lo llevaba a mis amistades, y muchas veces me quedaba solo o me descargaba con mis amigos.
- ¿Qué fue lo que más te marcó de ese momento?
- Aprendí que hay que aprovechar a los padres... Sin importar si están juntos o no. No es tan relevante eso, hay que valorarlos a los dos por igual y ser conscientes. Saber entenderlos, y no ser tan duros con ellos. Cuando sos chico no te das cuenta de todo lo que un padre puede llegar a sentir, y cuando crecés, entendés sus vivencias, y por qué actuaron de cierta manera.
- ¿Cómo definís el vínculo con tu mamá?
- Excelente. Con mi vieja nos queremos mucho, nos matamos también (risas) Es un ser de luz. Es de esas personas que te gusta tener cerca. La gente que la conoce quiere estar junto a ella, porque es una mujer que te hace reír, te hace sentir bien, es muy buena.
- Por lo que comentaste, para vos fue importante escuchar de su boca que está orgullosa de vos..
- Si, y yo estoy orgulloso de ella también. Muy orgulloso de ella. Ella laburó mucho para que mi hermana y yo podamos tener lo mejor, las oportunidades que tuvimos. Estoy seguro que yo estoy más orgulloso de ella (se emociona).
- Y, ¿con tu papá, tenés vínculo?
- Todavía no lo he visto ni hablé con él desde que salí de la casa... Vi que me mandó un mensaje, pero bueno. Sí estando en la casa tomé consciencia de eso que te decía...
- ¿Hablás del rencor que sentías por él?
- Sí, al final es mi papá y, lo que haya pasado, para mi ya no tiene relevancia, porque a partir de ahora y a partir de la experiencia que tuve en Gran Hermano me ayudó a comprobar lo importante que son los vínculos. No tenés idea de lo que se extraña ahí adentro y lo que necesitás a tus padres y a la gente que querés (suspira con emoción).
- ¿Pudiste soltar todo eso estando dentro de Gran Hermano?
- Terminé con rencores que tenía, y me di cuenta que lo más valioso son las relaciones con las personas que quiero. Aunque fui el que menos rencor le tuvo a mi papá, si últimamente me había alejado mucho de él, y eso lo quiero cambiar ahora, porque mi papá es una persona grande, tiene 76 y lo quiero aprovechar todo lo que pueda.
- También tuviste un duro golpe en tu vida que tiene que ver con la pérdida de tus hermanos...
- Es lo que te digo (se emociona). En la vida te pasan cosas a veces... (se detiene y piensa emocionado). En ese sentido, pienso que si bien me duele infinitamente y es un dolor para toda la vida, no hay que darle mucha entidad a las cosas que no podemos cambiar. Así llore toda mi vida, no puedo traerlos de nuevo, no puedo volver a abrazarlos. No me puedo quedar ahí, tengo que seguir adelante, porque yo estoy acá todavía...
- Y a tu otra hermana la tenés en Bélgica ¿hace cuánto no la ves?
- Tengo casi tres años sin verla... La extraño tanto y duele. Duele cuando se te va un familiar y no lo ves. Aunque estaba acostumbrado porque ella es medio trotamundos siempre y viajaba un montón, ahora es mamá. Isabella hoy tiene cinco meses y no la conozco (se emociona).
- ¿Pensabas mucho en ella cuando estabas adentro de la casa?
- Re, ahora con todo esto de Gran Hermano me hubiese encantado vivirlo con ella acá también. Pero bueno, está involucrada a la distancia y haciendo el aguante como puede. Sé que tengo el amor de ella desde allá. Somos muy compinches, pero bueno, el tema de la distancia muchas veces pesa, no es lo mismo...
El Joel jugador: un paso en falso que lo dejó fuera
- ¿Te arrepentís de alguna estrategia de tu juego en la casa?
- Si, creo que debí haber sido más claro... acercarme a Furia y decirle: 'Mirá esto que pasa con Manzana, no tiene nada que ver conmigo'. Que en algún momento lo hablamos, por eso no me lo esperaba, porque eso iba en contra de la unión que teníamos. Pero eso, remarcar que mi juego con ella, estaba intacto. No fui consciente de que afuera se me vio a mí muy pegado a esa situación.
- Y después de ser eliminado ¿con qué escenario te encontraste?
- Lo que más me sorprendió es que se me veía como un traidor, por estar con Manzana en contra de Furia. Y yo no lo viví adentro así, y en la casa tampoco se vio así. De hecho, Furia lloró cuando me fui, ella no me vio como un enemigo. Se sintió traicionada por Manzana.
- Después de ponerte al día con el afuera ¿Cómo definís el juego hoy en la casa?
- Hoy ya no existe el Imperio chino. Son otras alianzas, equipos de dos personas, tres como mucho. Después podés tener diferentes visiones y creo que estaría bueno empezar a ver a los jugadores que hasta ahora no jugaron. Sería interesante que pasara eso, ver a otros, ver a Nico, a Bauti, haciendo movidas más estratégicas.
- Si lográs entrar de nuevo... ¿ya sabés cuál sería tu juego?
- Si vuelvo a entrar voy a ser más frío emocionalmente para poder jugar más estratégicamente y para ser yo realmente... Entraría solo y esperaría ver quiénes se me acercan a mí y con qué intenciones, y, a partir de ahí, jugaría. El jugador que entra de afuera tiene que ser muy cuidadoso por toda la información que tiene.
- Suponiendo que hoy es la final: ¿a quiénes ves como los tres finalistas y por qué?
- Furia, Rosina y Martín. Porque hoy se está viendo que están jugando con estrategia, pero hay que ver hasta cuándo duran con esa postura.
- ¿Qué te gustaría hacer después de Gran Hermano?
- Tengo muchas ganas de quedarme en los medios, de aprender cosas nuevas y hacerme profesional en otros ámbitos. Me visualizo como conductor, porque laburé mucho tiempo con gente y conducir un programa de televisión o de radio, y saber que hay gente del otro lado escuchando, es algo que me ilusiona. Actuar también me llama la atención, porque siento que es algo que me hará crecer mucho.
De una historia fugaz con Rosina a su encuentro en Gran Hermano
- ¿Cómo definís ese momento en que entrás y te encontrás con Rosina?
- Mi sensación fue pensar ¡qué locura la vida que nos puso a los dos acá! Me reí y lo tomé muy bien, pero cuando caí en lo que estaba pasando en realidad, me puso a pensar cómo se iba a ver eso dentro y fuera de la casa. Los dos fuimos de alguna manera víctimas de algo que era inevitable y que el destino nos unió ahí.
- Mucha gente pensó que estaba armado...
- No, para nada. En absoluto y yo lo dije también adentro. La producción no tuvo nada que ver, porque no había ningún indicio de que nos conocíamos. De hecho, yo borré todas mis fotos con ella del teléfono. No por Gran Hermano, sino porque era una historia que ya había pasado. Tampoco nos seguíamos en redes, así que no había manera que sepan de mi historia con Rosina.
- ¿Sentís que esto afectó tu juego?
- Imaginate que yo entré y me encontré con una persona que conocía y que había tenido una historia... a mí eso me afectó mucho en mi juego en las primeras semanas. Me sentía bastante condicionado por un lado, y, por el otro, me sentí raro estando cerca de Rosina, encerrados en el reality, fue una locura. Me costó un par de semanas digerir eso, y concentrarme en lo que realmente yo iba a la casa: que era jugar y ganar.
- ¿Les dio ganas de revivir eso que tuvieron?
- Lo que pasa que estando dentro de Gran Hermano, influyeron muchos factores. Tal vez es algo que se pueda ver afuera, porque estando en la casa era muy complicado. Y Rosina es una persona que es muy difícil de entender a veces.
- ¿En qué sentido?
- Es bastante cerrada con sus sentimientos. Fijate que ella no cuenta mucho de su vida personal en el reality. Se ve que para ella fue un prejuicio de cierta forma la historia que tenía conmigo, porque tampoco podía blanquearla y no sabía qué hacer. Cuando me di cuenta de eso, preferí abrirme y nos separamos completamente dentro de la casa para perjudicarnos lo menos posible.
Fotos: Rocío Bustos.
