Joaquín Levinton es un hombre multifacético: cantante -y lider de la banda Turf- cocinero en Masterchef Celebrity, La revancha y también conductor del programa de radio TREMENDOVICH en radio Gente (fm 107.5).
Carismático y seductor, Levinton conquistó los corazones de los fans de Masterchef Celebrity 3 pero no llegó a la final así que nadie se sorprendió cuando fue convocado para esta nueva temporada en la que muchos lo ven como posible candidato a llegar a la final. Si bien, al comienzo del certamen, el jurado se mostró reticente a los platos que presentaba este niño encerrado en el cuerpo de un hombre de 47 años llegó lejos en la competencia y, en esta temporada, asegura que va por más. ¿La clave de su éxito? Sólo piensa en divertirse.
Sus anécdotas son graciosas y algo que genera mucha empatía al entrevistarlo es su gran capacidad para reirse de si mismo. Eso si: no para un segundo. Tiene el impulso de estar creando mundos nuevos y, cuando no está tocando con Turf -la banda de la que forma parte hace 25 años-, filma, juega con marionetas, mira series compulsivamente o edita videos. Su cable a tierra actual es Tremendovich, su programa de radial que se emite los martes y jueves (a las 18 horas) por Radio Gente.
–En la última canción de Turf, Gatitas y Ratones, cantás: "Hoy creo que si lo intento puedo detener el tiempo". ¿Qué harías si tuvieras todo el mundo para vos?
–Por lo pronto arrancaría con un raid delictivo. Agarraría una buena moto y tomaría la ruta 66. Me gustaría estar un poco solo, pero no tanto. Tendría una buena compañera de juerga como Marilyn Monroe.
–Siguiendo la la idea de este mundo distópico, ¿cómo viviste los dos años de pandemia?
–Arreglé cosas que tenía rotas en la casa: traté de que sea algo productivo y lindo. Es el lugar en el que grabo música, toco la guitarra y filmo quería que esté bien organizado y con todo funcionando como corresponde.
–En redes se veía mucho acompañado por tus hermanos...
–Eso fue lindo. Yo no viví nunca con ellos porque soy más grande. Fue muy copado poder compartir tiempo con ellos porque se instalaron en mi casa. Fue una pijamada eterna. Comíamos pochoclos, mirábamos series. Sé que la pandemia fue mala para mucha gente, pero lo primero que hicimos con mi hermana fue comprar muchas golosinas y nos encerramos a comer y mirar la tele. Nos dolían los ojos.
–¿Te imaginás formando tu propia familia?
–Si, claro, no tendría problema. No lo tengo planeado. En mi vida no dejo ninguna puerta cerrada.
Una vida de rock
Levinton lleva dos décadas y media frente a Turf, una de las bandas más populares de argentinas. Sus canciones son hits que fueron apropiadas como cantos gloriosos en la cancha o que hacen bailar a cualquiera en su casa.
Luego de irrumpir en uno de los programas más conocidos del país, el cantante asegura que se encuentran en una "época de temporada alta". Están preparando el lanzamiento de un nuevo disco que saldrá en julio. Tendrá un cover de la canción Lamento Boliviano de los Enanitos Verdes que realizaron junto con la banda mexicana DLD. Con estas novedades saldrán de gira y recorrerán todo Argentina.
–A 25 años del comienzo de Turf, ¿Cómo hacen para no repetirse?
–Por lo pronto, fue importante estar 8 años separados. Fue un espacio importante para airear y no estar todo el tiempo compartiendo la creatividad. Si hubiéramos estado tanto tiempo juntos sería de locos, un casamiento eterno. Mas allá de eso, en Turf no nos repetimos. Siempre estamos en una búsqueda. No tenemos canciones parecidas entre sí.
–¿Cómo te llevas con la nueva generación de artistas? ¿Tenés alguno preferido?
–Sí, Dillom. Son mucho más piola que nosotros. Son geniales.
–¿Qué diferencia ves con los antiguos rockeros?
–Saben hacer todo. Tienen muchísima más información. Escuchan todo desde su teléfono. Hacen todo desde ahí. Aprovechan la tecnología para difundirse. No tienen que depender de cosas como antes como firmar con una discográfica.
–¿Tu participación en MasterChef complicó en algo a la banda?
–No, todo lo contrario: sumamos muchos seguidores. Chicos y chicas jóvenes que, tal vez, no conocían a la banda. A mi me encanta este público porque me siento de 25 años. Me siento muy joven (Se ríe)
De los escenarios a la cocina
–Sos uno de los participantes más queridos del concurso de cocina
–Si, si, lo siento en la devolución que me da la gente en la calle. Todo el mundo me pide una foto, me saluda y también me regalan cosas. ¡A las señoras les encanto! (Se ríe). Soy como Sandro y ellas mis chicas. También se prenden los más chicos: debe ser porque tengo algo aniñado y lúdico. Juego y no me preocupo. Algo muy notorio de MasterChef es que yo vivo paveando y no tengo la preocupación de competir. Lo mío es un chifladero.
–¿Tenés deseos de ganar La Revancha?
–Lo veo difícil, soy consciente de mis limitaciones. Lo mío es una suerte de instinto de supervivencia. Pero tengo dos cosas a favor: sabía cocinar muy poco pero algo aprendí y entendí rápido el juego. En Masterchef Celebrity 3 mucha gente perdía por los nervios o por ser muy ambicioso. Yo iba con lo justo. Tomé solo dos clases de cocina antes de empezar esa temporada porque no me concentré lo suficiente.
–Bueno, pero la experiencia de Masterchef Celebrity 3 te gustó porque volviste para La revancha...
–Si, me gustó la idea porque, durante esa temporada, la gente me paraba por la calle y me decía que yo le alegraba el día y eso me pegó mucho, es una frase súper profunda. Transmitir alegría está rebueno, lo vivo con total compromiso.
–¿Cómo fue relacionarte con compañeros tan diversos?
–Excelente. Tuve la suerte de haber conocido gente increíble. Salí de mi propio contexto y muy muy enriquecedor y productivo. Charlé y viví cosas completamente distintas a las que forman parte de mi vida cotidiana.
–¿Con quién te sorprendiste más?
–Con La Peque y el Negro Enríquez. Estaba cocinando con un campeón mundial... !Fue una locura! También Paulo Kablan fue un divino total. Aunque, tal vez, en la tele no se note: cuando te pones a cocinar y a jugar hay mucho compañerismo en el estudio de Masterchef. Realmente me llevé bien con todos. Siento que pegamos una onda muy copada. El jurado es espectacular.
–¿Lo tomaste como un trabajo?
–No. Nunca me di cuenta que a mí me pagaban por ir. Yo no pago ni una sola cuenta. No sé hacerlo. No tengo contacto con el dinero. Solamente entra en la cuenta. Ni lo chequeo. Vivo y por suerte todavía hay. De esa manera, la paso mejor, vivo mucho más tranquilo. Tampoco me daba cuenta que los otros cobraban y que había un premio. !Bah! Hablo en pasado y en La Revancha es igual (se ríe). Para mi Masterchef es ir a pasar el día y nunca preguntarme porqué llegué hasta ahí. Todavía es un misterio para mi estar en el estudio grabando el programa.
–¿Habías mirado alguna temporada del concurso?
–Nunca lo había visto y tampoco lo hago ahora. Sí lo mira mi familia. Mi mamá vive en Valeria del Mar y dice que los domingos siente que, de una u otra forma, me tiene cerca. Mis amigos también lo miran y se ríen mucho, asi que eso me pone contento.
–Hace poco en diálogo con Gente, Tomás Fonzi dijo que le gustaría hacer una canción con vos. ¿Avanzaron en ese proyecto?
–No, pero no habría problema. Me parece lo más Tomi. Es muy copado y relajado. Todos los días almorzábamos juntos con él y la Peque. Ella es mi superhéroina.
–¿Seguís viendo a La Peque?
–Sí. Cuando tengo una duda yo le pregunto a ella. Lo que diga para mí está bien y es lo que hago. No lo cuestiono. Es palabra mayor. Ella es muy auténtica y tiene virtudes muy grandes. Es disciplinada y virtuosa. Cuando tengo una duda le digo: "Peque, ¿qué hago?". No sé qué me dice, pero debe tener razón y jamás lo discuto.
–¿Te incomodó que Ernestina Pais recordara que tuvieron un romance hace muchos años?
–Para nada. No soy de ponerme incómodo y mucho menos con Ernestina, que es amiga mía desde hace 20 años. Si en ese tiempo no tenés algo con una amiga no sé qué pasa. Es una manera de conocerse un poco más. Además, a los dos nos gustó la idea de picantear el programa. Es parte del juego y me parece gracioso.
–¿Cómo fue pasar de la tele a la radio?
–Me divierte. Está buenísimo. El equipo de TREMENDOVICH es genial: nunca había trabajado con Lula Rosenthal y siento que somos Bob Esponja y Patricio. Nos conocimos cuando fui Los Mammones y pegamos onda de inmediato: ella es lo más. Me encanta contar con este espacio, dos veces por semana, para hacer lo que quiero, con total libertad. Lo disfruto mucho en serio.
–¿Tendrías tu propio programa televisivo?
–Sí. Ahora no porque estoy en Masterchef La revancha, hago radio y no quiero abandonar mi banda: tenemos mil planes por delante. Yo soy un obesionado de Turf. Pero bueno, soy muy showman, me gusta divertirme y hacer reir a la gente -ya sea charlando o cantando- asi que, claro, un espacio propio en la tele para desarrollar mi histrionismo es un gran deseo. Yo estoy todo el tiempo buscando el absurdo a la vida.
FOTOS @chrisbeliera
ESTILISMO @alegarcia360
MAQUILLAJE Y PEINADOS @guilleparraa
ASIST. DE FOT. @lautipintos
AGRADECEMOS A @laspepasinst @mishkabuenosaires @roparevolver @complotrock @terribleenfant @dbdivinabolivia @panizzahats
Cámara: Manuel Adaro
Edición: Miranda Lucena