La cantante se encuentra disfrutando unos días junto a su hijo Momo a puro descanso, pileta, naturaleza y buena alimentación. En las últimas semanas compartió varios posteos de sus postales veraniegas en bikini que explotaron las redes sociales y se llenaron de fueguitos dedicados a la ex Casi Ángeles.
La mujer se encuentra aislada en una casa de un barrio privado junto a Lucas Biren, su representante, y sus músicos para planear su nuevo año musical. La autora de La Tonta espera este 2022 volver al ruedo con todo luego de las restricciones sanitarias por el coronavirus.
Entre todos los posteos de los últimos días, un detalle en una de las fotos llamó la atención a una seguidora de la artista. Barón fue indagada: "¿La letra china qué significa?". Jimena contestó esta pregunta entre cientos de comentarios que tenía su publicación y fiel a su estilo contestó con máxima sinceridad: “Me dijo el tatuador que era ‘dulzura’”.
La actriz se refirió a un tatuaje que tiene en la parte baja de la espalda que se hizo en la adolescencia. Años más tarde cuando Jimena viajó y vivió en Nueva Zelanda, lugar donde trabajó como camarera, una amiga le reveló el verdadero significado se palabra marcada en la piel.
"Pero una amiga china, cuando viví en Nueva Zelanda me dijo que significa POSTRES”, aclaró en mayúscula la actriz y continuó: “Tengo tatuado POSTRES en el culo”. La mujer se lo tomó con gracia y nunca intentó borrarlo o taparlo ya que no era lo que ella quería.
Luego de su descanso en el país, Jimena sorprendió a sus seguidores mostrándose en un avión junto a su hijo viajando hacia España. Este sería el primer destino en el exterior del país que la mujer decide visitar luego de la pandemia. Aunque no precisó los detalles del viaje, se mostró muy feliz junto a Momo.
Su curioso método de crianza
La actriz contó cómo se manejan en su casa y cómo es ella respecto a la crianza: "En casa está habilitado todo. Él me dice que soy muy especial porque las mamás no suelen dejar a los hijos que puteen".
Respecto a los límites aseguró que hay diferencias entre cómo se puede comportar su hijo en el ámbito estudiantil con el hogareño. Compartió las reglas que le impuso al nene: "En el colegio están prohibidos los insultos, pero en casa están permitidos si están bien metidos. No puede insultar por insultar".
"Con esa metodología que invento día a día de maternidad, hay una confianza muy grosa porque él lo toma", compartió Barón. Asegura que ante las libertades que ella le da al niño, él las reconoce y entiende que tiene que ser inteligente para aprovecharlas.
