Es modelo y conductor. La palabra elegancia lo define fielmente. Iván de Pineda lleva como bandera el entretenimiento. Si bien dejó una huela en los ciclos televisivos de viajes, hoy el éxito lo abraza junto a la China Ansa en las noches de Escape perfecto (Telefe, a las 21:45).
El ciclo se renovó este lunes con 90 millones de pesos en premios para los participantes. Entre los desafíos del presente y los enigmas de lo que viene, se muestra entusiasmado y agradecido. “Trato de ser alguien natural”, dice.
“Me considero un ñoño, un nerd de toda la vida”, se define el exsupermodelo elegido por Donatella Versace durante la entrevista con Revista GENTE, que se da en el marco del lanzamiento de la nueva jaula de premios del programa que cada noche se impone en su franja horaria del prime time.
En la actualidad reconoce que este ciclo tiene la oportunidad de entretener en tiempos en los que la gente necesita una distracción. “Yo aprendo algo nuevo todos los días, y juego en tiempo y espacio con quienes vienen. Poder empatizar con los participantes y los espectadores es todo un desafío por estos días. Venir a un programa de tele es como una excursión. De ahí, para arriba, queremos que sea lo mejor. Y si podés llevarte un premio, mejor aún”, comenta.
Del don de entretener, a la curiosidad que lo guía: ¿vuelve su programa de viajes?
Pero mientras hoy logró encontrarse con la conducción de este envío, que también tiene ediciones con famosos los fines de semana, la pregunta de si va a volver definitivamente a su primer amor (como "guía" turístico en Iván de viaje) se hace presente. Reconoce que es una incógnita que tiene la gente en la calle, que lo recuerda recorriendo los lugares más recónditos del planeta. Es que quizás muchos viajaron únicamente por el mundo gracias a él, a través de la pantalla chica.
“Todos los trabajos que hice a lo largo de mi carrera parten de la curiosidad. Hacer un programa de entretenimientos o uno de viajes tiene mucho que ver con cómo soy. Esos dos tipos de programas, y el de preguntas y respuestas son para de mi vida desde que soy chiquito”, afirma.
“Vos me preguntás si puedo elegir una cosa por sobre la otra, y no puedo responderte. Me cuesta un montón poder decir blanco o negro. Hasta quizás le faltaría el respeto a uno de esos géneros al hacerlo. Siento que todos son complementos”, explica.
Y remata: “La alegría que tengo al venir a hacer Escape perfecto es espectacular. Los sueños que me generan viajar… Uf. Te puedo contar dieciocho millones vividos y por vivir. Pero lo tomo como parte de un todo, del cual es difícil sacar las piezas y abstraerse”.
Los datos desconocidos de la vida de Iván de Pineda
- Como si fuera un presagio de lo que iba a ser un futuro como animador de Pasapalabra, parece que desde chico el animador tenía una vinculación con las letras: “En el colegio quería hacerme amigos y armé una biblioteca. Entiendo que parece un poco raro, pero era para eso. Fue una idea que me surgió apenas ingresé”.
- “Soy exigente conmigo mismo. En lo personal. Después, en lo que refiere a lo lúdico no tanto. Trato de pasarla bien”.
- “Tengo un toc con ordenar la ropa por color por una cuestión de comodidad”.
- “El primer dinero que gané trabajando lo gasté invitando a unos amigos a tomar cerveza. Me pareció una buena idea pasar un buen momento con personas con las que compartía la vida. Surgió medio al azar, casi como un desafío”.
- El 5 de agosto de 2020 vivió un mal de estas épocas: fue dado por muerto en la vieja red social Twitter, convirtiéndose en trending topic. Unas horas después se vio obligado a aclarar que se encontraba bien, en la comodidad de su hogar.
Cómo es Iván de Pineda como compañero de trabajo
“Lo mas divertido de la dupla que hacemos con la China (Ansa) es que con ella tengo química. Desde el primer momento hubo risas, confianza, respeto y un abrazo en los malos momentos”, enumera rápidamente al hablar de la co-conductora del ciclo.
Con tantas décadas de experiencia, Iván de Pineda tiene un rol de soporte que ella agradece. Aunque él, con mucha humildad, le da el crédito a su compañera.
“Fue todo aprendizaje. Trabajar al lado de Iván era una presión absoluta. ¿Había algo más arriba? Tenía la vara alta desde el primer momento. Siempre fue con goce. Me siento exigida por trabajar al lado de él. Pero disfruto del proceso diario. Él me ayuda todo el tiempo”, dice Ansa al sumarse a la charla con Revista GENTE.
“Nos tomamos los momentos entre grabación y grabación para charlar sobre la vida, y darnos consejos. Me siento como en casa, en la comodidad de mi hogar. Trabajar con la gente que uno quiere hace que las cosas salgan bien”, valora.
Mientras tanto, el también modelo recuerda como fue la llegada de su colega Escape perfecto: “Cuando Josefina empezó el programa apenas había sido mamá. No es un tema menor. Una de las tareas más importantes de la vida es maternar: ella venía a grabar todos los días después de hacer el noticiero, imaginate”.
Fotos: Gentileza Telefe.