"Siempre fui una persona de darle mucha importancia al prójimo, al compartir, al saber vivir en armonía, en la empatía. A mí me hizo muy bien convivir con Martín, encontré a una persona que piensa similar o igual que yo. Que todo fluye. Libertad de ser como cada uno quiere ser, de estar desde el apoyo, porque la pareja es una construcción, el amor es una construcción", aseguró Ingrid Grudke (45) al reflexionar en el Íntimo de GENTE sobre su presente sentimental junto al empresario marplatense Martín Colantonio (48).
En esa misma línea, agregó: "Todo el amor es una construcción y a mí me pasó eso, que construimos en un año un montón de cosas lindas con mucha paz, paz interior, tener armonía, bienestar, pensar en el prójimo, como que de ese lado lo reforcé".
En pareja desde hace cuatro años, Grudke profundizó en las enseñanzas que le trajo Martín a su vida. "Me enseña todo el tiempo. Me trajo paz en el sentido de que siempre se conversa todo porque así es nuestra relación. No discutimos, la gente no nos cree que no discutimos, si algo nos incomoda o alguna situación o alguna palabra, se habla, pero son muy pocas veces lo que por algún motivo tenemos alguna diferencia, por eso es vivir en una armonía. No hay celos. Hay momentos que él me dice una cosa o yo le digo algo y si al rato lo modifico no hay enojo, ni disgustos. Hay cambios de pareceres y se aceptan. No hay reproches", aseveró.
"Vivimos el hoy y el ahora, los momentos, las ganas de cada uno. Yo tengo ganas de hacer esto, él lo otro. Por ejemplo, yo me iba a quedar unos días acá en Buenos Aires pero ahora me quedo hasta el 20 de diciembre porque me salieron películas, notas y un montón de cosas que quería aprovechar para hacer y él se volvió a Misiones porque estamos viviendo juntos ahí. No me dijo 'pero si ibas a ir por una semana', ni nada por el estilo", desarrolló sobre la filosofía que aplica en su relación de pareja.
Una historia de amor que nació en La Feliz
"Lo conocí haciendo temporada en verano en Mar del Plata porque él es nacido y criado allá. Él tenía un bar de verano dentro del parador de las playas del balcón, al lado del faro. Yo estaba haciendo temporada de la obra 'Como el culo'. Justo llegó mi sobrino Santiago que en ese momento tenía 20 años, con su novia que no conocía el mar, y querían ir a la playa y entonces mis compañeros de obra me recomendaron ese lugar. Y lo conocí ahí, por culpa de mi sobrino", recordó sobre su primer encuentro en La Feliz en febrero de 2018.
"Venía de salir de una relación y no quería saber nada. Él siempre dice 'vi un palito con un short gigante en la playa y no sabía quién era, entonces fui a investigar a ver de dónde salió esta chica'. Y bueno, cuando pasó cerca de mí a él le llamo la atención mi look en la costa y ahí me reconoció pero ya desde que me vio, ya me quería conocer. Pasó por la carpa, se presentó, y después volvimos con mi sobrino pero no me tiraba onda, la hizo bien. Fue sutil. Después me enseñó un poco de surf y ahí me invitó a cenar a su casa, ahí nos dimos el primer beso y empezamos a salir", agregó sobre sus primeros planes ante de oficializar el vínculo.
En ese sentido, se sinceró sobre el rol preponderante que tiene el sexo en su vida. "A mí ya me gustaba mucho en ese momento, sexualmente hablando. El sexo es como comer y dormir. Hay una cosa que tiene que ver con la necesidad humana, es sano tener sexo y está bien aunque se hable como tabú o pecado, siempre hablando con consentimiento de ambos lados. No está mal si uno tiene necesidad, hay que naturalizarlo más", destacó.
En paralelo, volvió a referirse a la "construcción de la pareja". "Si dormimos juntos está fantástico y si al otro día no nos vemos, no hay ningún compromiso. Eso está bien. El compromiso está cuando uno decide formar una pareja, construir algo de a dos, ahí el amor se construye, la pareja se construye y vos vas decidiendo qué tipo de relación queres", reflexionó.
La independencia como clave en su armonioso romance
En cuanto a la división de los gastos, respondió con total honestidad que ni siquiera es una cuestión en la que se detienen a pensar. "Ahora estoy en Buenos Aires y tenemos el departamento en Misiones. Yo pago mis cosas acá y él las suyas allá, o compro cosas para la casa. Y cuando salimos a él le gusta mimarme, como agasajarme. No me deja pagar nada. No medimos el dinero porque no nos pesa eso como pareja", afirmó.
De todas formas, advirtió que "me gusta tener una persona al lado pero también siempre fui independiente, muy autónoma, muy de decidir lo que quiero hacer. Eso de casarse y tener hijos o llegar a una edad y tener novio porque sí no me parece. Yo nunca me estresé, nunca lo pensé".