Marcela Rivero, la mamá de la China Suárez (30), y su pareja, Miguel Gilardoni, fueron denunciados por los vecinos de La Horqueta, San Isidro. La pareja es acusada de ruidos molestos y fiestas a altas horas de la noche. Pero ahora el padrastro de la actriz suma una nueva y escandalosa causa a su prontuario tras atacar a Jonatan Alonso, el dueño de la empresa de seguridad del barrio, con un palo de golf.
En LAM (América), Andrea Taboada informó este viernes que que, cansados de la situación que vivían, los vecinos decidieron -en mayo de 2021- contratar a una empresa seguridad que “le pusiera un freno a la familia”. Luego, transmitieron en vivo un video donde se ve el momento exacto donde Gilardoni ataca al hombre en cuestión.
En las grabaciones se observa cómo el padrastro de la China se acerca a la camioneta de la víctima para increparlo con un palo de golf. “Filmame ahora, la conch...”, lo amenaza. El celular se cae sobre el asiento del vehículo, pero se escucha que el hombre le reclama por haberlo golpeado en la rodilla.
En paralelo, la periodista aclaró que esto ocurrió en mayo del año pasado, que hay un registro en el sanatorio La Trinidad de San Isidro y que se hizo público porque el denunciante reclama respuestas por parte de la Justicia.
“Él está haciendo una denuncia por parte de los vecinos que piden ayuda a la empresa de seguridad”, explicó Taboada, quien remarcó que la acusación recae también contra la madre de la actriz. En ese sentido, advirtió que fueron muchas las situaciones que agravaron aún más su situación: “Han ido a la fiscalía, se han burlado, este hombre lo ha escupido y le decía ‘para vos, tomá Covid’”.
Qué dijo la víctima del ataque sobre lo sucedido con el padrastro de la China Suárez
En diálogo con el ciclo de América, Jonatan expresó: “Las fiestas clandestinas comenzaron desde antes de la pandemia, aflojaron cuando todo el mundo estaba paranoico con la situación sanitaria. Pero en diciembre del 2020 y enero del 2021 las retomaron”.
Además, resaltó que todo estalló en enero del año pasado porque “se llenó de patrulleros, motos y autos de la municipalidad”. “Yo fui para confirmar porque la gente me decía ‘acá hay travestis, prostitutas en el pasto’. Me enteraba de que cobraban las fiestas clandestinas. Hacían orgías”, aseveró.
Luego destacó que las agresiones de Gilardoni eran moneda corriente: “Siempre te escupía y decía ‘Tomá, ¿jodés con el Covid? Te contagié Covid’. En febrero, marzo y abril sufrí hostigamiento. Yo pasaba con la camioneta volando porque hacían caras, gestos y murmuraban”.
Consultado sobre lo ocurrido el día del ataque, el dueño de la empresa de seguridad relató que había ido a lo de un abonado y que se encontró con el agresor cuando tuvo que estacionar su camioneta. “Me vio y habrá dicho ‘acá lo agarro’. Yo no sabía si estaba drogado o qué porque salió con ese tremendo palo de golf... De casualidad no me lo dio en la cabeza porque me hundía el cráneo”, cerró sobre el violento episodio.
