El tiempo cura las heridas. O al menos las hace menos dolorosas. A lo largo de los últimos años, Gabriela Arias Uriburu (58) realizó un trabajo interno por medio del cual buscó encontrar paz y reconciliarse con su dramática historia de vida: su marido, Imad Shaban, intentó alejarla de sus tres hijos llevándoselos a Jordania.
“Trabajando con mi árbol genealógico, hace poco nos enteramos de que una bisabuela por parte del lado paterno vino con una hija desde Francia. Esa hija nunca volvió a tener contacto con el padre. ¿Se van dando cuenta? Yo hice una fundación que aborda a los niños encontrados”, comenzó a relatar la escritora en el marco de la presentación de Vínculos II en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
“Yo decía: le estoy diciendo a todos mis ancestros que los niños se encuentran para vincularse con sus dos papás. La vida es gracias a esas dos personas que se encontraron porque llegamos a esta vida gracias a un hombre y a una mujer”, añadió ante un auditorio que la escuchaba atentamente.
Y siguió su relato con un interrogante para luego dar detalles de una anécdota que generó una bisagra: “¿Pero adónde está el árabe en esta historia? Una de mis sobrinas viajó a Salta y una persona le preguntó quién era su mamá. ‘Isabela Arias Uriburu’, respondió. Esa persona quiso saber si no habían sacado la nacionalidad española ya que hay una enmienda para los nietos. Y a través de los Arias se descubrió que nuestros ancestros tenían judíos”.
La escritora recordó que “en ese momento Zahira (su hija) había tomado la fuerza de defender a los palestinos en Israel. Ella está todo el tiempo hablando de la historia de su abuelo. Cuando tenía la posibilidad de tener una ciudadanía europea por un judío… es fuerte. Ahí entendí por qué me casé con el árabe”.
“No hay nada más difícil para una persona religiosa que tener que esconder quién es o simular. Eso le ha pasado a un montón de personas que vinieron de Europa. Por eso la historia con Imad tuvo un tinte religioso complejo”, comentó.
“Yo me propuse hacer los papeles, pero no sé si se van a aprobar. A Zahira le conté que tenía la posibilidad de hacer la ciudadanía de Portugal por unos ancestros judíos. Ella no lo podía creer. La vida va jugando sus ciclos. El padre de Imad es de una ciudad de Palestina a la que ellos les quitaron sus tierras y terminaron siendo refugiados en Jordania. Hay mucho dolor respecto a esto”, cerró.
"A la dificultad hay que saber transitarla con fuerza interior"
El 2023 se presenta como un año bisagra para Gabriela Arias Uriburu que, de la mano del lanzamiento del libro Vínculos II, se propone abrir una nueva etapa en su carrera. “Si estás vivo, se puede”, es la frase alentadora con la que busca llevar un mensaje a toda una comunidad que creó a lo largo de estos años y que la acompañó en la Feria Internacional del Libro.
“Trae toda la sabiduría de la resiliencia. Entrego este libro y no es más mío, es de todos ustedes. Ya está disponible en Chile, Uruguay y México”, adelanta en diálogo con GENTE en el marco de una noche en donde pudo palpar de cerca al público que asistió a La Rural para acompañarla.
“Este libro es una suerte de oráculo que va a estar alumbrándonos en noche oscuras. Viene a traer compañía. Estamos en un momento en donde los vínculos están transformándose y las transformaciones duelen porque nos queda cómodo permanecer en lo desconocido y no ir a lo desconocido. La vida nos empuja a algo con más potencial que va a hacer cambiar la forma de vincularnos”, explicó.
“Una de las herramientas que trae es la de las constelaciones familiares ya que en este tiempo me fui formando como consteladora y todo sobre El viaje del héroe de Joseph Campbell que, para mí, ha sido una guía. Todo lo que nos está pasando es que necesitamos encontrar esa sabiduría, ese héroe que tenemos dentro. Es una invitación a un camino interior en donde tenés que matar el ego y a transitar pruebas. Hay un capítulo muy importante con la muerte, que nos enseña a vivir”, destacó.
Al invitar a la reflexión, Arias Uriburu relató que “la dificultad hay que saber cómo transitarla. Hay que contar con la fuerza interior. Si la dificultad llegó a tu vida, hay que transitarla. Es un momento incómodo. No hay nada que hacer. Hay que pasarlo y es posible. El primer vínculo con el que tenemos que resolver las cosas es con uno mismo”.
La tapa del libro, la conexión de Oriente con Occidente
Pero sin dudas, más allá de todo el recorrido que se puede hacer desde su experiencias por las páginas, los lectores se van a encontrar con un detalle a primera vista: una tapa ilustrada especialmente por Tamara Abu Soud, su nuera, y esposa de Karim Shaban. “Es una obra de arte de ella. Es el encuentro entre Oriente y Occidente. Quién iba a decir que desde el primer libro a ahora iba a participar una de las mujeres de mis hijos”, afirmó en diálogo con GENTE.
“Ella quería enviarme la obra de arte de regalo para mi cumpleaños y el Día de la Madre jordano, que se celebra con pocos días de diferencia, pero como es muy delicada, no pudo terminar de organizarlo y hacerlo. Así que me está esperando en Jordania. Cuando el médico (fue intervenida quirúrgicamente de un riñón el 13 de enero) me permita viajar, dentro de unos meses, la recibiré a pura felicidad”, contó a GENTE.