Tras un día cargado de incertidumbre, Furia le confirmó a sus compañeros que las noticias que recibió en el sanatorio de Los Arcos no fueron buenas y que efectivamente está enferma.
Esta mañana, alrededor de las 8, la participante había abandonado la casa para escuchar el diagnóstico de boca de los médicos que estuvieron a cargo de sus análisis.
Y aunque en un comienzo aseguró que no podía contar nada, finalmente la participante blanqueó qué le dijeron.
La palabra de Furia a sus compañeros de Gran Hermano
"Pará, ¿cuántos somos? Ya que estamos acá les digo el diagnóstico porque veo que algunos quieren saber", fueron sus primeras palabras.
Y siguió: "Tengo algo que es una mierda pero que no tengo que tener tratamiento".
Al notar que Furia estaba hablando de su enfermedad, la producción cortó la transmisión de inmediato, por lo que no se pudo escuchar cómo continuó su relato de lo vivido en la mañana de este lunes cuando debió salir de la casa para acercarse a hablar con los médicos.
Cabe recordar que pese a que en esta ocasión no hizo alusión a qué tipo de enfermedad padece, días atrás aseguró que los estudios se los iban a realizar para constatar si tenía leucemia.
Por lo pronto, sólo resta esperar a la transmisión en vivo de esta noche para confirmar si efectivamente ese es el diagnóstico exacto que le dieron los especialistas que la revisaron en el sanatorio de Los Arcos o si le detectaron otra enfermedad.
Qué había hecho Furia al volver a la casa de Gran Hermano
Juliana Scaglione fue atendida nuevamente por médicos de la clínica Los Arcos por su comprometedor estado de salud. Hasta el momento pocos son los detalles que se conocen de su enfermedad, y es por eso mismo que se maneja con cautela y reserva su diagnóstico.
Al ingresar este lunes nuevamente a la casa, todos sus compañeros la estaban esperando, pero después de intercambiar algunas palabras Furia decidió tomarse unos minutos para estar en soledad y reflexionar sobre su salud. "No puedo decir nada", contestó cuando Darío le preguntó si se encontraba bien.
Alejada de la galería, en una zona del jardín de la casa, comenzó a cortar las plantas crecidas, sacar algunos yuyos y preparar la tierra de algunas plantas nuevas que los participantes de la casa van a sumar en los próximos días. Hablando sola como de costumbre se preguntó sobre el clima y hasta pronosticó las lluvias que se sintieron por la tarde en Buenos Aires.
